Mateo Prochazka: “Yo no creo que la cuarentena se vaya a detener el 26 de abril”
El médico epidemiólogo Mateo Prochazka responde sobre la información que el Gobierno mostró esta semana para dar cuenta de los resultados obtenidos hasta el momento con el confinamiento.
El lunes, al cumplirse un mes de la cuarentena, el presidente Martín Vizcarra presentó una serie de gráficos. Con la ayuda de ellos, explicaba que el gobierno ha detectado una mejora en la tendencia de las curvas de casos hospitalizados y fallecidos. Dijo textualmente: “Vemos que los resultados son satisfactorios, pero no son los óptimos”. Has podido revisar la información. ¿Estás de acuerdo?
Definitivamente lo que ellos (el Gobierno) han hecho es una descripción gráfica de algo que se veía desde hace un tiempo. Faltaba que pasaran algunos días más para ver si la tendencia era real y si, con el acceso masivo a las pruebas, aquella se confirmaba. Lo que se ve en las curvas (del Gobierno) es que hay una pendiente inicial de crecimiento que avanza un poco más rápida, antes de que se implementen las medidas de contención…
¿Te refieres al martillazo?
Efectivamente, lo que ellos llaman el martillazo. Ya luego, hay un cambio en la pendiente, que, ojo, no es un aplanamiento total de la curva, porque eso se vería como una línea plana, horizontal. Pero, sí, en los gráficos (que mostró el presidente) hay un cambio en la pendiente, es un ángulo más agudo, y eso significa que el crecimiento es más lento. El análisis gráfico te demuestra que hay un cambio de pendiente que, temporalmente, va de la mano con el momento en el que se implementó el martillazo.
Es decir, desde que empezó la estrategia de contención.
El martillazo no tiene un efecto inmediato, sino que hay que esperar, aproximadamente, uno o dos periodos de incubación, para ver los efectos, para ver si no hay transmisión continua en la comunidad.
¿Dos periodos de incubación son dos semanas, aproximadamente?
El periodo de incubación, en promedio, es de cinco días. Lo que pasa es que hay personas que demoran hasta dos semanas, y es por este máximo que tenemos que esperar hasta ver los efectos. Entonces, de 14 a 18 días es una buena medida. Y eso es lo que estuve viendo en las gráficas que yo también estuve haciendo.
¿Y tus tablas concuerdan?
Concuerdan, hay un cambio de pendiente, que se ve tanto en la curva de casos, como en la curva de fallecidos. El asunto es que la curva de fallecidos va a responder un poco más lento porque el tiempo desde que uno se contagia hasta que uno fallece es más largo.
De acuerdo. Entonces, me dices que este cambio de tendencia, aún ligera…
No usaría la palabra ligera.
¿Leve?
¿Leve? Insuficiente, de repente. Me explico, insuficiente para detener la transmisión y para asegurar que tenemos la situación completamente bajo control. Esto significa que tenemos que seguir mirándola.
Nos quedamos con una tendencia todavía insuficiente, entonces.
Lo que diría es que el efecto de la cuarentena no ha sido total. Lo que sí se ve es un efecto moderado. Más que leve, como sugeriste, diría que moderado.
¿Cuando dices un efecto moderado, significa que podría haber habido un efecto mayor?
Por supuesto. Podría haber habido un efecto mayor, quizás de haberse decidido adoptar la cuarentena más temprano y de haberse acatado de una mejor manera por parte de la población. Ahora, yo siempre prefiero no culpar a la gente, no decir “si se hubiesen quedado en sus casas”, porque, finalmente, hay gente que tiene que salir por urgencias económicas, lo que posiblemente el gobierno no previó. Pero, en general, lo que se puede afirmar es que la medida de control tuvo un efecto moderado pero insuficiente para detener por completo la transmisión y conseguir lo que todos queremos: bajar nuestra tasa de fallecidos, nuestra tasa de hospitalizados y en las unidades de cuidados intensivos. Lo que se puede decir es que, de nuevo, ha habido un cambio en la pendiente, la curva se ha aplanado…
Pero no por completo.
Pero no por completo. Esto quiere decir que la cuarentena ha sido exitosa para ganar tiempo, pero no para detener la transmisión en la comunidad. Ahora depende de que el sistema de salud pueda responder de manera adecuada, para la demanda de casos que existe y que seguirá creciendo, y de que las personas sigan acatando la cuarentena de la forma en que se está haciendo hasta ahora.
Algo importante que la gente debe saber. Una vez que conseguiste un efecto moderado en el cambio de pendiente, siempre cabe el riesgo de que todo regrese al estado previo, ¿no es verdad?
Desde luego. Si nos confiamos, si empezamos a decir “qué bueno que la curva se aplanó, se hizo lo que se pudo” y entonces volvemos a la normalidad, podemos ver un crecimiento rápido en la curva, de nuevo.
¿Eso ha pasado en otros lados?
No es algo que se haya visto mucho en otros sitios, porque las poblaciones han sido buenas en cumplir la cuarentena, una vez establecida, pero hay mucha tendencia al relajo y a retomar actividades cuando se percibe que las cosas mejoran, y eso es algo que puede terminar afectándonos mucho. La pendiente es dinámica, puede cambiar, y por eso es que se recomienda siempre mirarla con frecuencia.
¿Qué recomendarías tú para que esta tendencia no empiece a cambiar de nuevo?
Primero, seguir construyendo la curva como se ha venido haciendo. O sea, seguir implementado un amplio acceso a pruebas para asegurarnos de que tenemos una curva para construir. En segundo lugar, mantener las medidas de control hasta el 26 de abril, como ha señalado el presidente Martín Vizcarra, y revaluar unos días antes del 26, a partir de la velocidad de crecimiento y de cómo estamos, si esas medidas pueden ser relajadas o no.
E, imagino, revaluar si la cuarentena puede ser ampliada de nuevo. Esa siempre es una posibilidad abierta. El gobierno se ha cuidado siempre de decir que el 26 termina todo.
Sí. La verdad, es que yo no creo que la cuarentena se vaya a detener el 26 de abril. Yo creo que, para el caso del Perú, se va a extender posiblemente hasta el 10 de mayo o la quincena de mayo. Habrá que ver cómo vamos, en realidad.
Otro punto: no todas las regiones en el Perú se comportan de igual manera. Tenemos como un ejemplo lo que pasa en el norte. ¿Eso podría dar lugar a estrategias de cuarentena diferenciadas?
En efecto. Yo creo que las medidas van a ser regionales. Dicho de otro modo, creo que si uno ve las curvas por regiones, va a notar distintos comportamientos. Para decirlo de otra manera, vamos a tener como un mosaico de cuarentenas en el mapa del país.
Cuarentenas diferenciadas de acuerdo con el comportamiento que las regiones han tenido a lo largo de estas semanas, esa es la idea.
Exacto. Pero del comportamiento que han tenido hasta ahora y que van a seguir teniendo. Por ejemplo, hay regiones como Loreto que, geográficamente hablando, se encuentran muy aisladas y que, en realidad, desde un punto de salud pública pueden ser consideradas otro país, en términos de la transmisión. Entonces, Loreto podría tener su propia curva y, por ese mismo motivo, sus propias medidas. Lambayeque también está teniendo un aumento supergrande de casos, y yo no sé si esto tiene que ver con el acceso a pruebas que ha sido inconstante o si realmente es un aumento real. Pero, igual que con Loreto, podría ocurrir que en la costa norte se mantenga la cuarentena, mientras que el sur del país se reactive. Son opciones que se pueden considerar.
Una consulta sobre el mayor número de pruebas: ¿cuál es el efecto esperable en las curvas?
Inicialmente había la preocupación de que al aumentar el acceso a pruebas, descubriéramos, de manera súbita, que tuviéramos muchísimos más casos, ¿no?
Exacto.
Y al comienzo eso pareció. Hubo un aumento grande. Sin embargo, lo que hemos visto después es que no se ha visto un incremento, sino que la tendencia se ha mantenido. ¿Eso qué quiere decir? Que la cuarentena, en efecto, funcionó. No a cabalidad, pero funcionó. Las pruebas no van a cambiar directamente el comportamiento de la curva, aunque sí va a cambiar la actitud de las personas. Al ver la curva, podemos comportarnos de manera diferente.
Lo preguntaba porque la hipótesis que circulaba era que cuando se empezara a hacer un mayor número de pruebas, empezarían a saltar todos los casos ocultos, y que por eso habría como una explosión de contagios.
Sí, y eso venía de la mano con muchos reportes en medios de que las personas no estaban cumpliendo la cuarentena, de que no había un cumplimiento real. Pero uno sabe lo que hace en su propia casa, no conoce lo que están haciendo los demás. Más bien, lo que parece es que el Perú ha sido bueno cumpliendo la cuarentena. Desde luego que hay problemas porque la gente sale de sus casas, hemos visto varias anécdotas en redes, sin embargo, se puede decir que está funcionando y, por eso, hay que mantenerla, definitivamente.
¿Bajo los mismos criterios?
Incluso diría que siendo un poco más estrictos de lo que se ha sido hasta ahora para aplanar la curva un poco más. Si bien puede parecer que solo hay un cambio ligero en las líneas, eso significa miles de casos y muchos muertos. Es importante.
El presidente presentó sus gráficos con las curvas, al cumplirse un mes de cuarentena. ¿Ha sido una decisión prudente?
Sí. Me parece prudente. Si lo hubiera hecho antes, las personas que estamos siguiendo de cerca el tema podríamos haberle advertido que no se puede hacer afirmaciones de ese tipo, sin considerar un acceso masivo a las pruebas. Posteriormente a una semana de haberse ampliado el arsenal de estas pruebas, ya se puede observar si, realmente, hay una transmisión que explota, si hay una transmisión mucho mayor que la esperada o no. No ha sido el caso, felizmente, y considero que ha sido el momento oportuno de mostrarlo. Eso sí, tengo críticas sobre los porcentajes presentados junto a las curvas, que no queda claro a qué se refieren. Si yo siendo técnico no entiendo de qué está hablando en algunos momentos, imagínate a la gente sentada en sus casas.
graficos gobierno