El Arte de la cerería de Ayacucho es declarado Patrimonio Cultural de la Nación
El Ministerio de Cultura declaró el Arte de la cerería como Patrimonio de la Nación por su importante expresión artística en las festividades religiosas como Semana Santa.
Un arte valorado en Ayacucho es, sin duda, la cerería. Su gran tradición e importancia en la identidad de los pueblos ha significado un punto clave para que el Ministerio de Cultura lo declare como Patrimonio Cultural de la Nación.
Mediante una Resolución Viceministerial Nº 020-2020-VMPCIC-MC, señaló que esto se determinó por ser una expresión de arte tradicional que representa la devoción e identificación de Ayacucho.
Su elaboración se da en el contexto de festividades religiosas como la Semana Santa, donde su manifestación aumenta considerablemente. Con esta nueva declaración, Ayacucho suma una nueva expresión cultural declarada Patrimonio de la Nación.
Entre las expresiones con mayor iconografía están las producciones dedicadas a Retablo, al pueblo de Huamanga, la cerámica de la Quinua, la pintura, el charango y el instrumento musical conocido como waka waqra y más.
Sin duda, este arte ha beneficiado a cientos de personas, e incluso, propició su avance a otros departamentos como Cusco, Huancavelica, Apurímac, Junín y Lima.
¿Cuál es el origen de la cerería ayacuchana?
El inicio del arte de la cerería se remonta a los tiempos del Virreinato, donde se utilizaba la parafina para crear diferentes objetos. Antes, este modo de expresión utilizaba instrumentos como maguey, totora, carrizo, entre otros.
Aunque no parezca, este trabajo suele ser muy demandado, ya que son familias especializadas en el adorno de las tradicionales andas. En Semana Santa, las imágenes religiosas están acompañadas de velas decoradas, flores con ramilletes de cera, mazorcas de maíz y algunos otros estilos de la época prehispánica.
Ayacucho continúa siendo eje importante de la cultura en el Perú por su identidad y su desarrollo en cerería.