Nuevo caso de discriminación, violencia y transfobia en bus de Miraflores
“Dejen de ser tan indiferentes a lo que sucede”, el mensaje de una víctima de discriminación. Los casos de homofobia y transfobia ocurren a diario, pero el respaldo te da fuerza para denunciar.
En nuestro país, la violencia está normalizada. No lo digo yo, lo dicen las propias víctimas de discriminación y ataques que se dan de forma diaria y constante. Tal vez no sean siempre agresiones físicas, pero el daño que causan las palabras puede ser peor y generar el mismo miedo.
Alezz Andro es una persona de género no binario que viajaba en bus el lunes 22 de abril, cuando un hombre se le acercó. Al no ser la primera vez que le ocurre, se mantuvo alerta. El sujeto estaba sentado detrás de él. No fue la única persona que se dio cuenta de que algo andaba mal. Una señora le advirtió que tenga cuidado.
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En el escenario, la vida de un Drag King está llena de aplausos, pero el día a día es muy distinto. "No es todo risa y entretenimiento", comentó Alezz Andro a La República. “No me voy a quedar callado. Voy a empezar a denunciar cuando sucedan episodios de violencia, de homofobia, de transfobia”, manifestó mientras hacía su denuncia pública.
El sujeto le comenzó a hablar, a pedir direcciones, pero sus intenciones claramente eran otras. Eso lo demostró cuando Alezz Andro se paró y rápidamente intentó coger su entrepierna. Se defendió y amenazó con grabarlo, pero eso hizo que la violencia aumentará.
Los insultos comenzaron. “Maricón”. “Cabro de mierda”. Igual, esto no va a impedir que él se siga vistiendo como lo hace o que se peine como quiera. “Amo ser así”, contó mientras hacía su denuncia. “Ninguna otra persona en este planeta va a evitar que siga siendo la persona que soy”.
"Normalizar la violencia es utilizar esas palabras como insultos", explica Alezz Andro a La República. Las palabras que el agresor usó son escuchadas entre amigos, entre colegas, en la calle. Este tipo de lenguaje, que hace daño, se ha vuelto común y para Alezz Andro es importante recalcar la discriminación que tiene detrás.
Por suerte, no estaba solo. El simple hecho de que un grupo de mujeres, todas desconocidas, lo apoyaran, hizo que tenga la valentía de decirle que se largue. Que baje del bus. Demostrar que lo que sucedía en ese momento no está bien.
Cuando el celular comenzó a grabar, el agresor dejó de intentar atacarlo físicamente. Empezó a decir cosas que no sucedieron, con tal de deslegitimar la denuncia de Alezz Andro.
"Esto es lo que hay que hacer", comentó en una entrevista telefónica con el diario. "Hacer que la gente se dé cuenta. Esto le puede suceder a cualquiera. No es delincuencia". Las desconocidas del bus se preocuparon por Alezz Andro y le recomendaron no bajar del vehículo en ese momento. También le reclamaron al chofer su falta de acción.
“Casi nadie ha levantado la voz por mí. Es la primera vez que hay gente conmigo”, dijo Alezz Andro. A pesar del mal momento que vivió, se dio cuenta que las cosas están cambiando y que si las personas se arman de valor entre todos, es posible detener las agresiones.
Esta es la primera denuncia pública que Alezz Andro hace, sin embargo, este tipo de agresiones para él son comunes. “Hay odio, hay miedo, hay muchas cosas que la comunidad LGBTIQ+ vive día a día”.
Pocos días antes, durante su viaje a Chile, Alezz Andro fue testigo de un momento de homofobia. Esa vez decidió compartirlo en sus historias de Instagram. A raíz de lo ocurrido en el bus en Miraflores, dijo “hasta acá nomás”. El artista y activista de género no binario considera importante que otros que ejercen el arte queer tomen posiciones más políticas acerca de lo que sucede.
Discriminación a personas LGBTIQ+
El Instituto Nacional de Estadística e Informática dio a conocer la Primera Encuesta Virtual para Personas LGBTI-2017. En esta, participaron 12 260 personas que se autoidentificaron como parte de este grupo poblacional. El 71.8 % se encuentra entre los 18 y 29 años, mientras que el 28.2 restante tiene de 30 años a más.
Cabe resaltar que más de la mitad de la población que respondió el cuestionario, el 65.5 %, habita en Lima.
El 56.5% de las personas que participaron en la encuesta del INEI manifestó tener miedo de expresar su orientación sexual o identidad de género. No son libres de ser ellos mismos. ¿El principal motivo? Miedo a ser discriminado o agredido, a perder su familia, trabajo u oportunidades laborales.
La mayor parte de los encuestados, el 62.7 % de los participantes, sufrió actos de discriminación y violencia. Estar en espacios públicos no evita las agresiones. Es así que el 65.6 % confirmó haber sido víctima de agresiones en estos lugares. En segundo lugar, están los centros educativos con un 57.6 %.
No es de sorprender que piensen así cuando sabemos que del pequeño porcentaje que sí denunció, muchos de sus agresores no fueron sancionados.