Llegó al final de la sentencia, justo cuando el Poder Judicial condenaba a Jonny Coico Sirlopu y a su esposa Vilma Zeña Santamaría. En ese momento doña Bertha Villalobos Vásquez exclamó: “Solo Dios podrá curar las heridas”. La madre de Jorge Luis Huamán Villalobos (19) estaba al frente de los responsables de la muerte del joven y su amigo durante el incendio ocurrido en la galería Nicolini, en Las Malvinas. PUEDES VER Justicia para jóvenes víctimas de Las Malvinas “Tengo la tranquilidad de saber que los pocos años que mi hijo estuvo en este mundo fueron más que buenos. Era hermoso, alegre, con ganas de progresar. Qué más puedo pedir”, contó con tristeza a La República. La dolida madre de familia dice que los culpables deben pagar por lo que hicieron “para que lo ocurrido con mi hijo sirva de algo y no sigan explotando y matando a jóvenes. Yo no les deseo nada malo, me apena que hayan arruinado su vida de esta manera”. Bertha Villalobos considera justa la condena de 35 y 32 años para la pareja de comerciantes. “Mi hijo me decía que el dueño le dejaba con llave y por eso él llevaba su comida para comer adentro. Yo le cocinaba”, recuerda. Nos da tranquilidad Edwing Herrera Castro y su esposa, padres de Jovi Herrera Alania (20), el otro joven que falleció en el incendio del 22 de junio del 2017, también asistieron a la audiencia realizada en el penal de Lurigancho. “Lo tomamos con mucha calma, es cierto, esta condena dará tranquilidad a nuestras familias, pero el dolor nadie no los quita, nadie”, dijo el afligido papá de Jovi. Jonny Coico fue hallado culpable por el delito de trata de personas agravada con fines de explotación laboral y esclavitud con subsecuente muerte. “Este señor siempre dijo que mi hijo le pedía que le eche candado al contenedor para trabajar tranquilo. Eso jamás ocurrió”, afirmó. ¿Si los hubiera tenido al frente qué les habría dicho? “Tengo muchas preguntas sin respuestas. A mi hijo lo mataron de la manera más cruel. Nadie merece morir así”, responde ante la pregunta de este diario. Jovi se había convertido en padre tres semanas antes de que encontrara la muerte. El día del incendio se comunicó por última vez con su tío César Herrera Castro, a las 4:30 p.m. “Lo último que me dijo fue ‘cuídame a mi hijita, tío, los amo’”, recuerda. Los dos jóvenes que fallecieron habían planificado en un futuro alquilar su propio local en la galería Nicolini para trabajar de manera independiente. Para la justicia y sus padres, Jovi y Jorge murieron abandonados por Coico, quien los encerró con candados en un contenedor. Prófuga - Los padres de Jovi y de Jorge exigieron a las autoridades la ubicación, captura y reclusión en un centro penitenciario de Vilma Zeña, quien no presentó en la sala de audiencias. - “Tarde o temprano será detenida, es mejor que se entregue a la justicia”, dijo Edwing Herrera.