Salud

¿Gases o infarto?: por qué se pueden confundir y cómo diferenciarlos

Te contamos cómo distinguir los dolores en el pecho ocasionados por gases, que muchas veces pueden ser confundidos con un paro cardíaco.

Los especialistas recomiendan tomar simeticona o alguna infusión que pueda ayudar a calmar los gases. Foto: composición/Fabrizio Oviedo
Los especialistas recomiendan tomar simeticona o alguna infusión que pueda ayudar a calmar los gases. Foto: composición/Fabrizio Oviedo

Un dolor intenso en el pecho es un síntoma comúnmente relacionado con problemas cardíacos. No obstante, muchas veces, las fuertes molestias en el tórax pueden tener una causa digestiva, como reflujo o gases. Son muchos los pacientes que acuden a emergencias con estos dolores torácicos y temen estar ante una grave complicación, como un infarto.

Por ello, La República conversó con dos especialistas de la salud para conocer más sobre el tema y saber cómo diferenciar estos dolores que aquejan a muchas personas a lo largo de su vida.

¿Por qué se pueden confundir los ataques cardíacos con los gases?

“Lo que más se puede confundir con un ataque cardíaco sería un dolor torácico secundario debido a un tema de reflujo o, en su defecto, de gases o eructos supragástricos. Estas son las entidades digestivas que pueden confundirse sintomatologicamente con un infarto de miocardio o ataque cardíaco”, indicó Claudia Azaño, gastroenteróloga de la Clínica Internacional, a La República.

Asimismo, la especialista explicó que el esófago se encuentra detrás del mediastino —parte del tórax que está entre el esternón, la columna vertebral y los pulmones—, es decir, está ubicado en la misma zona donde se ubican los demás órganos, como el corazón.

“En estas patologías, lo que va a ocurrir es una irritación importante a nivel de la mucosa del esófago, que es lo que ocurre en el caso del reflujo, que se da una injuria por el retorno de la bilis o el ácido gástrico al esófago, y esto va a generar una quemadura, y puede causar heridas o hasta úlceras. Estas van a producir dolor en toda la zona retroesternal”, señaló la especialista.

Además, indicó que los gases producidos dentro del estómago que ascienden a través del esófago y los eructos supragástricos pueden quedar retenidos en el esofago produciendo problemas.

“El esófago es un órgano tubular acostumbrado a distenderse solo durante el pasaje de alimentos o contenido sólido o líquido, producto de una deglución. Si nosotros mantenemos este esófago distendido y sobredistendido por la presencia anormal de aire, eventualmente lo que va a generar es una sobredistensión que va a generar un dolor opresivo en el pecho”, señaló Azaño.

¿Cómo diferenciar los gases de un paro cardíaco?

El cardiólogo José Manuel Sosa indicó a este diario que es bastante común que los pacientes ingresen a emergencias con un fuerte dolor en el pecho y horas más tarde se retiren con un diagnóstico de problema de gases.

“Generalmente, los problemas cardíacos dan un dolor de tipo opresivo. Muchas veces también los problemas cardíacos se confunden con un problema digestivo, por lo cual ante la duda es preferible que el paciente acuda a una emergencia”, recomendó el especialista.

En esa línea ambos expertos en salud coinciden en que muchas veces eructar ayuda a calmar los dolores en el pecho.

“Definitivamente, van a mejorar al conseguir emitir un eructo. Del mismo modo, también los gases van a poder bajar si consumimos medicamentos de venta libre como simeticona, que son agentes tensoactivos que van a disminuir esas burbujas de gas a burbujas más pequeñas para que puedan progresar más fácilmente”, afirmó Claudia Azaño.

¿Qué debo hacer si tengo un fuerte dolor en el pecho?

Según indican los especialistas, lo primero que tenemos que hacer si tenemos un dolor en el pecho y no sabemos la causa es mantener la calma e intentar identificar los factores que podrían estar asociados a la instauración de ese dolor.

Por su lado, la gastroenteróloga Azaño mencionó que es importante que el paciente tome en cuenta si ha tenido los siguientes síntomas en las últimas horas: abdomen hinchado, gases, si es que he consumido algún alimento fermentable, si es que en días previos ha estado con síntomas de reflujo, vinagreras, acidez, pesadez gástrica.

De igual forma, se debe tomar en cuenta si la persona se encuentra en edad de riesgo, es decir, mayor a los 40 años; tiene sobrepeso o comorbilidades como hipertensión o diabetes; antecedentes de enfermedad coronaria en la familia, entre otros factores. Si es así, el paciente debe tomar en cuenta acudir a hacerse un chequeo con su médico cardiólogo para descartar posibles problemas cardíacos.

Asimismo, si el dolor persiste, según ambos especialistas, lo principal es acudir a emergencias. “Es mejor que pasemos un rato en la urgencia y nos den de alta diciendo que fueron los gases a que sea lo contrario y que sea una angina que progrese un infarto por no acudir a urgencias a tiempo”, recalca la especialista.

¿Cómo mejorar la digestión?

La gastroenteróloga Claudia Azaño brindó algunas recomendaciones para poder mejorar la digestión y evitar dolores en el pecho que puedan asustarnos y nos lleven a confundirlos con paros cardíacos:

  • Cenar temprano, 2 o 3 horas antes de acostarnos o tomar una posición echada. Esto va a ayudar a fomentar el pasaje de los alimentos del estómago hacia el intestino y evitar así el reflujo.
  • Masticar bien la comida. Es importante tomarnos nuestro tiempo para comer y tener una adecuada degradación de los alimentos por la trituración con los dientes y la generación de un bolo alimenticio adecuado. Esto se da por medio de la saliva, que va a hacer que el pasaje a través del esófago y el estómago sea mucho más fluido y fácil y que de esa manera evitemos síntomas de reflujo y sobrefermentación.
  • Evitar lo que es café y chocolate, el vino, las carnes rojas, el pan y las pastas pasadas las 5.00 p. m. de la tarde, debido a que estos alimentos relajan el esfínter inferior del esófago y por ende promueven el reflujo nocturno, que nos puede generar lesiones en el esófago que se traducen como dolor torácico.
  • Tomar los medicamentos con abundantes líquidos. No es bueno tomar las pastillas con poca agua porque puede quedarse en la zona esofágica y generar lesiones y un dolor importante que daría sustos.
  • Identificar la posibilidad de que los eructos o gases constantes que tengamos sean de origen digestivo y no por otras complicaciones. Muchos pacientes respiran más por la boca durante la noche o roncan y en esos casos piensan que todos esos eructos son por temas digestivos y en realidad lo que requieren es algún tipo de antihistamínico y la evaluación de un otorrinolaringólogo.