Hugo Espino y sus socios claves para la obtención de irregulares licitaciones de obras públicas
Teodoro Lino Quiche y Ronel Yuner Solís Arquinigo, ambos ingenieros, fueron aliados de Hugo Espino en la adjudicación de sospechosas de obras, según el propio testimonio del empresario para la Fiscalía.
El testimonio brindado por el empresario Hugo Espino, el último domingo 14 de agosto, al Ministerio Público, en el marco de su proceso de confesión sincera, puso las luces de la Fiscalía de la Nación sobre dos personajes: Teodoro Lino Quiche y Ronel Yuner Solís Arquinigo, ambos ingenieros y compañeros universitarios que habrían jugado un rol clave en las sospechosas adjudicaciones de obras en Cajatambo y Anguía, las cuales guardan vinculación con las empresas de los hermanos Espino Lucana.
De acuerdo a lo revelado por “Cuarto poder”, Hugo Espino habría formado una especie de sociedad junto a Teodoro Lino y Ronel Solís con la finalidad de aprovechar la cercanía que se tenía con el alcalde de Anguía, José Nenil Medina. Este apoyo le habría costado a este grupo de jóvenes empresarios el pago de S/ 200.000, los cuales fueron pagados por conocimiento de sus socios.
Teodoro Lino y Ronel Solís se conocieron cuando ambos estudiaban en la Universidad José Faustino Sánchez Carrión de Huacho. Según el testimonio de Hugo Espino, se formó una sociedad entre ambos empresarios, él y el alcalde José Medina para favorecerse con la adjudicación de obras estatales.
En el caso de Ronel Solís, tras terminar su carrera, se asoció con su hermano, quien era un próspero agricultor del sur de Lima. Formaron una empresa en el distrito de Végueta. Por su parte, Teodoro Lino también fundó una empresa familiar de construcción, pero antes fue subgerente en la comuna distrital de Leoncio Prado, en Huaura.
La sociedad entre ambos ingenieros y Hugo Espino
En el 2019, ambos presentaron expedientes técnicos muy similares para dos obras públicas distintas. Las similitudes fueron encontradas tanto en aportes como en deficiencias de lo presentado. El expediente de Ronel Solís estaba referido a la recuperación del colegio Santiago Antúnez de Mayolo en el distrito de Gorgor.
A pesar de que no cumplía con los requisitos normativos, el documento fue aprobado y permitió que el consorcio integrado por la empresa de Teodoro Lino gane la buena pro. Este no postuló solo, sino que iba en sociedad con la empresa de su amigo Hugo Espino. Ambos se conocen desde el 2014. Las obras debieron entregarse en marzo de este 2022, pero hasta ahora sigue inconclusa.
Esta sociedad volvió a reunirse en torno a una licitación en Cajatambo poco tiempo después, advierte “Cuarto poder”. En aquella ocasión, Hugo Espino fue el responsable del expediente técnico, Ronel Solís el representante del consorcio ganador y Teodoro Lino un postulante supuestamente relegado en la fase inicial del proceso.
En esta ocasión, como Hugo Espino hizo el expediente, quien integró el consorcio ganador fue la empresa de su hermana Anggy Espino Lucana. La obra adjudicada debía dotar de agua a tres comunidades de Anguía por una suma cercana a los 3 millones de soles.