Colegio de Abogados de Lambayeque expulsa a congresista José Balcázar
En diálogo con La República, el parlamentario indicó que se trata de una “venganza”, por lo que anunció que apelará la decisión y denunciará a los actuales directivos de esta orden profesional.
El Consejo de Ética del Ilustre Colegio de Abogados de Lambayeque (ICAL), mediante resolución n.° 10 de fecha sábado 13 de agosto de 2022, determinó expulsar definitivamente al actual congresista de la República José Balcázar Zelada. Al parlamentario se le acusa de vulnerar el estatuto y el código de ética de esta orden profesional cuando fue decano.
En el documento al que tuvo acceso La República se señala responsabilidad de parte de Balcázar Zelada por manejos indebidos de los recursos económicos del ICAL, indisposición para rendir cuentas y abusos contra los trabajadores en la época más complicada de la pandemia a través de la suspensión perfecta de labores. La resolución tiene un total de 51 páginas.
“De conformidad con el artículo n.° 136, numeral 6, del Estatuto y el artículo n.° 102, inciso “e”, del Código de Ética del Abogado, se determina responsabilidad del denunciado, correspondiendo la medida disciplinaria a imponer la de expulsión definitiva del Ilustre Colegio de Abogados de Lambayeque”, se lee en el artículo segundo de la parte resolutiva.
Seguidamente, se explica que la mencionada resolución puede ser impugnada dentro del plazo de cinco días hábiles después de notificada. Lleva las firmas del presidente del Consejo de Ética, Luis Alberto Heredia Clavo, así como de los cuatro miembros: Julia Manuela Farroñán Santamaría, José Ricardo Muro Brents; Luis Enrique Chu Orrego y Brian Velásquez Monteza.
Colegio de Abogados de Lambayeque expulsa a congresista José Balcázar
Alista apelación
En conversación con La República, Balcázar Zelada calificó como un “disparate” y una “venganza” su expulsión. El legislador indicó haber sido notificado este 15 de agosto y ya alista la impugnación a esta decisión. Del mismo modo, refirió que elabora una denuncia contra los actuales directivos del ICAL, encabezados por el decano Carlos Martínez Oblitas, por su proceder.
“Es un disparate. Es una venganza de la directiva, porque como no han hecho nada en todo el año y han perdido todos los juicios contra mí, ahora pretenden expulsarme. No solamente voy a apelar, sino que los voy a denunciar. ¿Cómo se me quiere sancionar por violación a derechos humanos (suspensión perfecta de trabajadores) cuando no hay una sentencia? Esto no tiene pies ni cabeza”, expresó.