Marisol Pérez Tello: “Si investigas y te niegas a ser investigado, comprometes investigaciones futuras”

La fiscal de la Nación, Patricia Benavides, está utilizando los recursos legales que tiene a su disposición para evitar ser investigada en la Junta Nacional de Justicia (JNJ). La exministra de Justicia y Derechos Humanos Marisol Pérez Tello sostiene que esta actitud de la titular del Ministerio Público parece demostrar temor.

-¿Los argumentos para otorgarle la medida cautelar a la fiscal Patricia Benavides y detener las investigaciones en la JNJ tienen sustento?

-En el caso de la jueza Inés Tello, el argumento es su edad. Me parece falaz en sí mismo. En el caso del doctor Aldo Vásquez, tiene que ver con un adelanto de opinión. Yo sí creo que los adelantos de opinión cuestionan tu idoneidad para pronunciarte sobre el fondo, pero no me parece que en este caso aplique. (Vásquez) ha señalado algo que yo comparto, que nadie está al margen del control, mucho menos alguien que ejerce poder. Hay una decisión tomada y habrá que esperar que se siga el proceso, al igual que la demanda competencial en el Tribunal Constitucional (TC). Me queda este sinsabor de que se están buscando mecanismos legales -que tiene derecho a usar- desde una posición en la cual lo que tienes que garantizar es la investigación. El Ministerio Público investiga a las personas y cuando eludes una investigación a título personal generas un precedente nefasto.

-Si la cabeza de la institución que investiga a las personas busca maneras de eludir investigaciones contra ella misma…

-Eso está muy mal, exactamente. Hay falencias, como digo. Se cuestiona por su edad a Inés Tello, con una interpretación que no está siendo legal. Y, de nuevo, respecto a Vásquez, no creo que haya un adelanto de opinión en estricto. Desde luego que habrá diferentes análisis. Los respeto todos. Pero en lo político, hay una única dirección: el mensaje de una fiscal de la Nación que elude ser investigada por la vía legal demuestra, por un lado, temor. Es grave, porque las acusaciones son delicadas. Tienen que ver con desmantelar (fiscalías). Obviamente, todos estamos de acuerdo en que es potestad como fiscal de la Nación. Lo que se cuestiona es el móvil.

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-Lo que se cuestiona es que las decisiones administrativas de la fiscal responderían a una intencionalidad.

-Exacto, ese es el fondo. Hay una tercera y una cuarta fiscalía que no se están mencionando. Una es la que está investigando el caso Cabitos y es fatal para las víctimas en Ayacucho. Es vergonzoso. Si desmantelas a una fiscalía que no ha tenido cuestionamientos, vas a tener que recorrer de nuevo todo el camino andado. Son años. Y luego tienes que se ha desmantelado la fiscalía contra la trata de personas. Gravísimo. Las fiscales eran superespecializadas. Si ella (Benavides) tiene una justificación por conductas no idóneas o delictivas de parte de los miembros (de las fiscalías), ¿por qué no hay procesos administrativos en curso? ¿No te gustan sus caras? ¿De qué estamos hablando?

-Me dijo que, por un lado, el mensaje que da la fiscal es de temor. ¿Por el otro?

-Lo otro es la sensación de que puedes estar por encima de la ley. Ninguno de los dos me gusta. Si es temor, ¿por qué lo tienes? Es muy sencillo probar que una decisión administrativa responde a…

-¿Criterios técnicos?

-Así es. O bien a denuncias o a retrasos injustificados en los plazos. Hay estándares. Pero no hay nada de eso. Las decisiones administrativas no pueden ser arbitrarias. Al contrario. Y si las decisiones administrativas están bien sustentadas, las personas vamos a entenderlas. Entonces, puede haber temor a que esas decisiones administrativas no estén sustentadas en razones de fondo, sin necesidad de que haya un trasfondo delictivo, y que eso termine siendo una causal de destitución. Se ha cuidado mucho el abogado de reconocer la potestad sancionadora de la JNJ. Eso está bien.

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-Se refiere a Aníbal Quiroga.

-Sí, eso es bueno. Hubiese sido riesgoso que lo cuestionara. Y también se ha cuidado mucho de señalar que ella (la fiscal Benavides) no se siente por encima de la ley. Eso no se ve en los actos.

-No lo dice directamente, pero Quiroga, en las entrevistas, da a entender que hay casi como una persecución en contra de la fiscal.

-Exactamente, sí, raya en eso. Hay que reconocer que hace bien en defender el derecho de toda persona a accionar jurídicamente. Sin embargo, cuando tienes responsabilidades públicas, debes saber que ese derecho va a comprometer a la institución y a las acciones que lleve a cabo esa institución. Si investigas y te niegas a ser investigado, comprometes investigaciones futuras que tendrás a tu cargo. Segundo, Quiroga dice que no se cuestiona la facultad de la JNJ para investigar, con lo cual estoy de acuerdo. Pero menciona que se ha presentado la demanda competencial para decidir si los temas administrativos pueden revisarse o no. Un momentito. La JNJ no revisa eso.

-Se revisan cuáles han sido las motivaciones.

-Tal cual. Se trata de ver si, presuntamente, ha habido decisiones arbitrarias para evitar, por ejemplo, que la hermana de la fiscal sea investigada. No son cosas menores. Si las decisiones respondieron a causas justas, ¿cuál podría ser el temor?

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-En paralelo, el nuevo objetivo del Congreso parece ser también la JNJ. Patricia Chirinos planteó una moción de orden del día para reemplazar a todos sus miembros. Más allá de la calidad de los argumentos...

-La mayoría de los argumentos que se están utilizando en el Congreso son deleznables.

-Sí, pero da la sensación de que hay una coordinación.

-Puedo decirlo con tranquilidad: sí hay, desde hace varios años, una manipulación de la justicia por la política, a la que, lamentablemente, se han prestado sendos constitucionalistas. Acá hay un tema de sostenibilidad democrática. Nuestra democracia es la que está en riesgo, ya no el trabajo de los congresistas que me avergüenza como colegiado, ya no la permanencia de la fiscal Benavides, ya no el puesto de los miembros del TC, de la JNJ. Al final de este proceso de socavar la democracia, de eludir los controles, lo que puede venir después es un dictador, de derecha o izquierda.