Cabecillas senderistas del Vraem portaban material explosivo tipo C-4 y Nitramon que usaron en la quema de tres helicópteros civiles en Kepashiato y en la destrucción de maquinarias y volquetes en Tutumbaro.Fuego mortal, Fuentes militares negaron que helicópteros del Ejército “rocketearon” la vivienda donde se ocultaban los líderes subversivos. Ángel Páez El incendio de la vivienda donde se ocultaban los cabecillas senderistas “Alipio” y “Gabriel” se produjo aparentemente por la manipulación de un explosivo que los terroristas pretendían lanzar a las fuerzas del orden que los habían rodeado la noche del domingo último en Pampas, en el distrito ayacuchano de Llochegua (Huanta). Fuentes del Ministerio del Interior, del Ministerio de Defensa, del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, de la Comandancia General del Ejército, de la Región Militar del Vraem (RMV), de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote), y de la Brigada Especial Antiterrorista “Lobo” coincidieron en que el fuego que consumió el refugio de los terroristas surgió en el interior del establecimiento. “La necropsia de ley establecerá si la explosión acabó con la vida de ‘Alipio’ y ‘Gabriel’, o alguno murió por disparos de las Fuerzas Especiales Conjuntas (FEC). Otra posibilidad es que alguno de los proyectiles de nuestras fuerzas impactó en el material explosivo que cargaban. Lo cierto es que el estallido causó un incendio que dejó los cuerpos casi completamente calcinados. Uno de ellos quiso manejar el explosivo y estalló”, dijeron fuentes relacionadas con la “Operación Camaleón”. Respecto al supuesto ataque con “rockets” lanzados por helicópteros Mi-171Sh del Ejército hacia la vivienda donde se ocultaban los líderes senderistas, lo que explicaría por qué fue arrasado por el fuego el escondite de los narcoterroristas, seis fuentes consultadas por La República lo negaron. “Tanto ‘Alipio’ como ‘Gabriel’ se habían desplazado de La Convención, en el Cusco, a Llochegua, en Ayacucho, para emprender una serie de acciones armadas. No estaban de paseo por Pampas. Estaban provistos de armamento pesado y de explosivos. El estallido podría haberse producido debido al impacto de los proyectiles de nuestras fuerzas o porque los terroristas intentaban accionar alguno contra los militares”, explicaron fuentes de la Región Militar del Vraem. En junio de este año, patrullas de la Brigada Especial Antiterrorista “Lobo” –que la conforman agentes de la Policía Antiterrorista, la Dirección Antidrogas y de las Fuerzas Especiales Conjuntas (FEC) del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA) –incursionaron en las zonas altas de la provincia de Huancayo donde fueron descubiertas varias “caletas” en las que los terroristas del Vraem ocultaban explosivos, armamento, munición y alimentos. Un avance de la necropsia indicaría que los cuerpos presentan impactos de bala y están calcinados. CARGABAN EXPLOSIVO PLÁSTICO En el arsenal encontraron un explosivo plástico denominado C-4, además otro del tipo Nitramon y hasta minas antipersonales Claymore, aparte de abundante material para la construcción de minas caseras, de las que suelen usar para emboscar a las patrullas militares. “Es mucho más probable que una manipulación defectuosa accionó alguno de los explosivos y causó el incendio dentro de la vivienda. Pero el peritaje de los cuerpos establecerá si murieron por el incendio o por el fuego de las fuerzas del orden”, manifestó una fuente de la Policía Antiterrorista relacionada con la “ Operación Camaleón ”. “De haberse ‘rocketeado’ la vivienda donde ‘Alipio’ y ‘Gabriel’ se ocultaron, no solo se habría calcinado esa casa sino las que están alrededor y habría habido más víctimas, y eso no es lo que ha sucedido”, indicó una fuente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas al tanto de la incursión el domingo en la noche en Pampas. “Hubo presencia de helicópteros, pero para transportar a las patrullas que participaron en la operación y a las que llegaron para prestar apoyo”, confirmó otra fuente de la Comandancia General del Ejército que negó el supuesto “rocketeo”. “En el incendio de tres helicópteros civiles en Kepashiato, y en la destrucción de una veintena de maquinarias y volquetes en la construcción de la carretera Huamanga-San Francisco, en el campamento de Tutumbaro, los senderistas usaron explosivo plástico. No se descarta que cargaban ese material ‘Alipio’ y ‘Gabriel’, que venían de participar en dichos atentados con esos explosivos”, añadió una fuente del Ministerio del Interior relacionada con la “Operación Camaleón”. CONTROVERSIA POR “LOBO” El ministro de Defensa, Pedro Cateriano , y el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, vicealmirante José Cueto , manifestaron a la prensa que la Brigada “Lobo” no existe y que la “Operación Camaleón” fue obra de un trabajo conjunto de la Policía Nacional y de los institutos castrenses. Efectivamente, como dice Cateriano, se trató de un trabajo conjunto. Sin embargo, es cierto también que en la estructura orgánica de la Policía, el Ejército, la Marina o la Fuerza Aérea no aparece ninguna Brigada Especial “Lobo”. Tampoco nadie encontrará un cuartel en alguna parte del país donde se entrenan, planifican o guarecen los integrantes de esta formación. La Brigada Especial Antiterrorista “Lobo” es una confluencia de los organismos policiales y militares relacionados directamente con la lucha antiterrorista y antidrogas cuyos responsables sesionan únicamente cuando los órganos de inteligencia especializados identifican un Blanco de Alto Valor (BAV). Esto es, un cabecilla terrorista o una persona que conducirá hacia el objetivo. “Lobo” no cuenta con un jefe sino con coordinadores. Cuando se ha definido un plan entre los responsables de la Dirección contra el Terrorismo, la Dirección Antidrogas, de la Policía Nacional, y el Comando de Inteligencia y Operaciones Especiales Conjuntas (CIOEC) y las Fuerzas Especiales Conjuntas (FEC), del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA), los coordinadores organizan reuniones con los ministros de Defensa y del Interior para informar sobre el operativo a cumplirse. El jefe del Estado aprueba. “Es una experiencia similar a la confluencia de fuerzas del gobierno de los Estados Unidos para ubicar y eliminar a Osama bin Laden. Se conjugaron los esfuerzos de inteligencia para detectar al blanco, y cuando se confirmó su eventual presencia, intervinieron las fuerzas especiales para completar la misión, todo bajo la supervisión del presidente Barack Obama y sus secretarios. Funcionó”, explicaron fuentes relacionadas con la Brigada “Lobo”. “En ‘Lobo’ confluyen la experiencia en inteligencia antiterrorista de la Dircote y la Dirandro y la capacidad de las brigadas especiales de las Fuerzas Armadas. Unos se deben a los otros y viceversa. Todos bajo un solo mando. El fracaso o la victoria es de todos”, añadieron las fuentes. En la mañana del lunes, el presidente Humala , en entrevista al canal estatal TV Perú, reconoció que el exitoso operativo del domingo en la noche en Llochegua que culminó con la muerte de “Alipio” y “Gabriel” fue la acción de una Brigada Especial. “El día de ayer en horas de la noche hubo un enfrentamiento entre delincuentes terroristas y fuerzas del orden que la hemos organizado en una Brigada Especial de Inteligencia conformada por personal de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas”, expresó Humala. Todo indica que se refería a “Lobo”. CLAVES * El 15 de octubre del 2012 La República reveló la existencia de la Brigada Especial Antiterrorista “Lobo” y detalló cómo se había organizado y las acciones que hasta ese momento había completado. * La “Operación Albergue” fue la primera que ejecutó “Lobo” el 5 de julio del 2012, en San Martín de Pangoa, Satipo. Se incursionó en un campamento donde fueron rescatados 10 niños, entre hijos de los terroristas y otros secuestrados, y se capturó a 11 senderistas. Ya son siete las operaciones, hasta hoy.