Por Eduardo Arroyo Eduardo Arroyo. Las Fiestas Patrias evocan el natalicio de Simón Bolívar en Caracas el 24 de julio de 1783, hijo de una familia de hacendados de procedencia vasca. Bolívar se formó leyendo a los pensadores de la Ilustración bajo la guía de su maestro Simón Rodríguez. A los 16 años viajó a Europa conociendo personalmente a Napoleón Bonaparte y a Alexander von Humboldt visitando posteriormente los Estados Unidos de Norteamérica para arribar finalmente a Caracas uniéndose a la revolución independentista que estalló dirigida por Francisco de Miranda. Venezuela es el primer país latinoamericano en proclamar su independencia, si bien los españoles derrotan a Miranda, escapando Bolívar, quien resiste a los realistas en los Andes, regresando triunfante a Caracas en donde recibe el título de Libertador, aunque la reacción retoma el poder. Una tercera revolución entre 1816 y 1819 le daría el control de Venezuela. Bolívar soñaba con formar una gran confederación que uniera a todas las antiguas colonias españolas de América, inspirada en los Estados Unidos. Tras independizar a Colombia elabora una Constitución que integraba a Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá, siendo elegido presidente de esta "Gran Colombia". Luego, en unión con José Antonio de Sucre, liberó la Audiencia de Quito, hoy Ecuador. En Guayaquil, realiza la entrevista con José de San Martín, quien termina abandonando nuestro país. San Martín, finalmente monárquico retrocede ante el republicano Bolívar. Acto seguido, hace su ingreso al Perú y en 1824 triunfa en Junín y Ayacucho continuando con la fundación de Bolivia y legándonos la construcción de la "nación de repúblicas", basada en nuestra comunidad de sangre, lengua, territorio y sentimiento. El Panamericanismo es hoy una alternativa frente a los retos de la globalización y frente a los intereses caudillescos, resabios de la xenofobia regionalista que la vieja España trasladó a América. Bolívar comprendió que desunidos no podíamos salir del colonialismo ("Unidos todo lo podemos", comienza una de sus más famosas proclamas). Hoy una Europa con lenguas diversas, guerras, religiones y orígenes varios ha logrado la Unión Europea, al igual que los Estados Unidos de Norteamérica, convertidos en la potencia hegemónica. Es la hora de evocar a José Carlos Mariátegui quien en 1924 planteaba que "Los pueblos de la América española se mueven en una misma dirección. Estos pueblos realmente no solo son hermanos en la retórica sino también en la historia. Proceden de una matriz única", como también a Víctor Raúl Haya de la Torre quien en 1930 afirmaba que "...la formación de un frente económico latinoamericano, o por lo menos sudamericano, no está lejos". (*) eduardoarroyo29@yahoo.es