Congreso: las prioridades de la nueva Mesa Directiva y qué se jugará en el próximo reparto de Comisiones
La nueva Mesa Directiva del Congreso concentra poder en figuras cuestionadas y marca el inicio de una pugna por comisiones clave que podrían responder a intereses personal
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José Jerí llegó al Congreso casi por casualidad: ocupó el lugar que dejó Martín Vizcarra tras ser inhabilitado, a pesar de que este fue el más votado por Somos Perú. Con apenas 11.654 votos, Jerí obtuvo una curul. Hoy, su crecimiento político es evidente: ha sido elegido presidente del Congreso y su vicepresidente es el fujimorista Fernando Rospigliosi, quien también asumió el cargo de forma inesperada tras el fallecimiento de Hernando Guerra García. Ambos llegaron al Parlamento de manera poco convencional y hoy manejan importantes cuotas de poder.
El nuevo periodo legislativo ya comenzó con Jerí como presidente del Congreso, aunque no estuvo presente en la primera sesión. Al igual que otros congresistas, se ausentó, dejando a Rospigliosi a cargo de la jornada. En esa sesión se debatió un solo tema: autorizar la salida del país de la presidenta Dina Boluarte para un viaje a Asia.
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Los perfiles de los nuevos líderes del Congreso
Poco queda por decir del nuevo presidente del Congreso. José Jerí inauguró su gestión con una reciente denuncia periodística en la que una empresaria lo acusó de haber aceptado sobornos durante su presidencia en la Comisión de Presupuesto, a cambio de favorecerla. A ello se suma una investigación abierta en su contra por violencia sexual.
Su labor parlamentaria tampoco ha estado exenta de polémicas. Jerí apoyó dos proyectos de su compañero de bancada, el congresista Gustavo Cordero Jon Tay. El primero buscaba eliminar la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) y devolver sus competencias fiscalizadoras a la Municipalidad Metropolitana de Lima y a la del Callao.
El segundo proyecto proponía conceder una amnistía a conductores particulares y transportistas del servicio público terrestre de personas, mercancías y vehículos menores, por multas e infracciones de tránsito cometidas entre el 16 de marzo de 2020 y la entrada en vigencia de la ley. En el análisis costo-beneficio de la norma, se indica que esto "aliviaría" las cargas económicas de los conductores, sin detallar cuánto se dejaría de recaudar por esas infracciones.
Rospigliosi, segundo al mando, también tiene un perfil controversial. Su participación más polémica fue como presidente de la Comisión de Constitución, desde donde impulsó el dictamen de una ley de amnistía para policías y militares sentenciados por delitos de lesa humanidad durante el conflicto armado interno de los años 90. El proyecto fue observado por la Corte IDH y, lejos de reconocer algún exceso, el propio legislador respondió alentando la salida del Estado peruano del Pacto de San José, que nos vincula con dicha corte internacional.
Los partidos de Jerí y Rospigliosi comparten más de una similitud: Somos Perú y Fuerza Popular se han consolidado como dos de las principales bancadas que sostienen al impopular gobierno de Dina Boluarte. El Congreso se encamina así hacia una Mesa Directiva que, entre sumas y restas, resulta bastante amigable para la presidenta y el Poder Ejecutivo.
Pero Jerí y Rospigliosi no son los únicos en esta nueva Mesa Directiva. Detrás de ellos hay dos nombres más: Waldemar Cerrón e Ilich López.
El hermano del prófugo líder de Perú Libre ocupa por segundo periodo consecutivo el cargo de segundo vicepresidente. Durante su paso por el Congreso, Cerrón propuso que el Legislativo fiscalice el trabajo de jueces y fiscales a través de una comisión, una iniciativa que atentó directamente contra el equilibrio de poderes. También presentó un proyecto para limitar la prisión preventiva, de modo que no pueda aplicarse en casos de estafa, colusión, patrocinio ilegal, peculado de uso o malversación.
López, por su parte, es conocido por su controvertido papel en la Comisión de Economía, donde fue criticado por la inviabilidad de algunos de sus proyectos. Días antes de que se oficializara su participación en la Mesa Directiva, fue denunciado por la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC), luego de haber respaldado una iniciativa legislativa que, según la federación, politiza la gestión de las cajas municipales. La denuncia también alcanza al propio Jerí.
Para Alejandro Mejía, profesor de Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), no habrá cambios positivos a partir de la conformación de este nuevo liderazgo parlamentario: "La nueva Mesa Directiva es consciente que mantiene el “status quo” frente a un Ejecutivo a la deriva y sujeto a los mandatos del Congreso. En ese sentido, van a mantener carta libre para aprobar proyectos de ley populistas y en beneficios de las diversas bancadas parlamentarias, pensando desde ya en las elecciones generales del 2026. Considero que no existe el mínimo interés en promover reformas e iniciativas para mejora la gestión del Estado, por lo que continuaremos en ese contexto de precariedad institucional que venimos padeciendo desde 2023"; indicó a La República.
Comisiones en juego: Fuerza Popular y Somos Perú se juegan el todo por el todo
Sin duda, el "premio gordo" de la Mesa Directiva estará en la próxima negociación para la distribución de las comisiones del Congreso. Como se sabe, estas comisiones dictaminan los proyectos de ley que les son derivados según su especialidad, para luego presentar un dictamen al Pleno. Por ello, varias son consideradas clave como impulsoras de iniciativas favorables a determinados sectores políticos. La Mesa Directiva organiza esta negociación entre las diferentes bancadas.
Será clave observar cómo se conforma la nueva Comisión Permanente del Congreso. Aunque esta comisión suele mantener cierta estabilidad, de su estructura se desprende la organización de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, órgano encargado de evaluar denuncias constitucionales e investigar en el marco de procesos de acusación.
Ya en detalle, una de las comisiones más codiciadas por los parlamentarios es la de Constitución y Reglamento. Desde 2021 ha estado bajo control del fujimorismo. Con Rospigliosi como uno de los líderes de la negociación y ante este antecedente, no sorprendería que Fuerza Popular retome la presidencia de la comisión encargada de cualquier posible reforma constitucional.
Pero no solo la comisión de Constitución despierta interés. Otra de las más disputadas es la de Presupuesto, que también guarda relación con la actual Mesa Directiva. Jerí la presidió durante el periodo 2023-2024, gestión en la que se le acusa de haber cometido actos de corrupción. Más allá de ese antecedente, lo relevante es que en esta comisión se analizará, debatirá y dictaminará el proyecto de Ley de Presupuesto del Sector Público que presente el Ejecutivo. Toda modificación al presupuesto anual nacerá desde allí.
El trabajo en las comisiones de Ética y Fiscalización también será clave para los intereses del Congreso. Desde Ética se investigó al propio Jerí tras la denuncia por violencia sexual en su contra. Colocar a un parlamentario aliado en dicha comisión sería una jugada estratégica para evitar futuras sanciones. En tanto, la Comisión de Fiscalización fue una de las más activas contra el Ejecutivo en el periodo anterior, bajo el liderazgo de Juan Burgos. Siendo que ahora ambas comisiones podrían quedar bajo control de aliados de Boluarte, todo apunta a que su rol fiscalizador podría diluirse.

























