Política

No hay incentivos para la formación de alianzas electorales

Por ejemplo, entre los eventuales candidatos y partidos que se podrían ubicar entre la centroderecha y derecha (ya sea liberal o conservadora) no hay nada claro sobre posibles acuerdos políticos de cara a los siguientes comicios.   

En las siguientes elecciones los peruanos tendrán que elegir entre decenas de opciones. Las alianzas podrían ayudar a contener en algo el algo fraccionamiento.
En las siguientes elecciones los peruanos tendrán que elegir entre decenas de opciones. Las alianzas podrían ayudar a contener en algo el algo fraccionamiento.

Hay 35 partidos inscritos en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP). Y 31 más en proceso de inscripción. Es decir, los peruanos nos enfrentaremos en las siguientes elecciones generales a una oferta amplísima e inabarcable de candidatos a presidentes, vicepresidentes y congresistas. 

 Originalmente, las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) deberían haber servido como un filtro para que solo lleguen al día de la elección aquellas agrupaciones que alcanzaran cierto nivel de participación. El Congreso, se sabe, tiró abajo esa opción.

Quedaría entonces que entre los partidos inscritos se pongan de acuerdo y conformen alianzas que ayuden a moderar, en algo, esta fragmentación.

Pero la legislación vigente no premia la conformación de dichas alianzas. Al contrario, las desincentiva (leer recuadro). 

También hay consideraciones políticas-personales. Agruparse implica necesariamente que uno o dos aspirantes presidenciales tendrían que ceder y bajarse de la competencia.

Entre lo que podría identificarse como la centro-derecha y derecha, la posibilidad de sumar esfuerzos, si bien es una idea que anda dando vueltas, no ha avanzado hacia nada concreto de acuerdo a lo recogido por La República.

Desde las posiciones más liberales, Rafael Belaunde, presidente de Libertad Popular (LP), advirtió que la actual “atomización” favorece a aquellas agrupaciones radicalizadas que cuentan con un “voto duro”, entre ellas Fuerza Popular.

No le falta razón a Belaunde. En el 2016, entre los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta, Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski, sumaron el 60.91% de los votos válidos. En el 2021, Keiko Fujimori y Pedro Castillo sumaron apenas el 32%.

En el Perú de hoy, con un 8% a 10% de intención de voto por lo menos estás peleando un pase a la segunda vuelta.

Belaunde comentó que en LP no han tenido reuniones con otros partidos para evaluar una posible coalición. “Tampoco estoy diciendo que no lo vayamos a hacer”, añadió. 

Según indicó, en LP la agenda está enfocada en los planos social, político y económico. Mencionó que en esta etapa toca difundir propuestas y plantear al país un programa serio que apueste por un Estado “presente, fuerte y eficiente” que “empareje el suelo” y ofrezca oportunidades a todos.

“Al final, sobre un programa bien armado, se podrá comparar. Tendría que haber un acuerdo programático”, dijo.

Recientemente LP ha incorporado al movimiento regional de Ayacucho, AGUA. “No nos adherimos a una derecha cavernaria”, insistió Belaunde.

Todavía sin resultados

Fabiola Morales, regidora de la Municipalidad de Lima y secretaria general de Educación de Renovación Popular (RP), aseguró que han contemplado la opción de una alianza y que, en esa línea, han conversado “con bastantes partidos”.

Mencionó entre ellos a Avanza País, al Partido Popular Cristiano, al APRA y a “personajes independientes” como Carlos Añaños, hoy vinculado con Perú Moderno, aunque en los últimos días se estuvo especulando sobre su alejamiento por líos internos. 

Incluso, según Morales, RP le ofreció a Añaños liderar un esfuerzo conjunto con otras fuerzas. Nunca respondió.

  “Hemos trabajado bastante para una alianza, pero el tema es que frente a los posibles 50 partidos (que participen en las elecciones) sería interesante que hubiera más facilidades. La legislación castiga a las alianzas porque les eleva la valla electoral”, declaró la dirigente.

En RP, como resulta obvio, una opción para postular a la presidencia de la República es el actual alcalde de Lima, Rafael López Aliaga. También podría apostarse por algún invitado. Por el momento, explicó Morales, los constantes viajes de López Aliaga fuera de Lima ayudan a que “el logo de RP se mantenga vivo”.

“Nosotros nos consideramos social cristianos. Nos interesa no solo el desarrollo económico sino social porque a nuestros países les falta mucho avanzar en la equidad”, afirmó.

En Progresemos el precandidato presidencial apunta a ser el economista Hernando De Soto, quien renunció a Avanza País en diciembre de 2021 y confirmó su afiliación a esta nueva tienda en julio del presente año.

En RPP anunció que empezaría a hacer “conexiones con otros partidos” para darle forma a una alianza a la que bautizó como “Hablemos”.  Por ahora no hay noticias de avances relevantes al respecto.

El presidente de Progresemos, Paul Jaimes, prefirió ser cauteloso cuando se le consultó acerca del ofrecimiento de De Soto. Al igual que Morales, hizo hincapié en que la legislación electoral eleva la valla electoral para quienes opten por asociarse y postular juntos. 

“Está la intención, sin embargo, como usted, ve hay que hacer ciertas consideraciones. No vamos a ser locos de juntarnos con una organización que no esté entre los diez primeros, digamos. Además, ¿alguien querrá ceder su candidatura si se encuentra entre los diez primeros?”, dijo Jaimes, quien defendió que Progresemos es un partido más “de centro” que no concuerda “ni con la izquierda ni mucho menos con la derecha radical del señor López Aliaga”.

Finalmente, fuentes de Fuerza Popular explicaron que luego de la muerte de Alberto Fujimori -a quien habían lanzado como posible candidato- la primera opción debería ser la de Keiko Fujimori.