José Alejandro Godoy: “Keiko va a usar a su padre en su precampaña electoral”
El analista político y profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú menciona que el fujimorismo va a continuar acumulando más poder para el Congreso y su bancada.
-El premier Alberto Otárola afirma que han pacificado y estabilizado al país. ¿Qué opina?
-La frase dicha por el premier no solo es absolutamente infeliz, sino que es inexacta porque lo que ha ocurrido, sobre todo a inicios de año, fue la muerte de 49 personas por impacto de bala y otras más por consecuencias conexas con las protestas. También ha dicho que no hay responsables de las mismas y que no se le puede responsabilizar de ellas, pero hay un conjunto de evidencias de que, efectivamente, agentes del Estado produjeron esas muertes. El hecho de que no haya protestas fuertes, en este momento, no se debe a que no exista descontento con el Gobierno. Si la gente no sale a protestar, es por miedo y por la situación económica.
-Considerando sus intentos por capturar instituciones como la Junta Nacional de Justicia (JNJ). ¿Qué espera sobre el desempeño del Congreso?
-No se tiene ninguna expectativa sobre el Congreso, que durante todo el año ha buscado tener más poder. Nombró a un defensor del Pueblo a su medida, busca destituir a la JNJ, se están presentando proyectos para ellos ser quienes destituyan a jueces y fiscales. Darle un poder demasiado fuerte a una institución del Estado, en circunstancias normales, ya es peligroso; pero lo es más cuando sus miembros no tienen vocación de control político y cuando es muy notorio que muchos de sus integrantes tienen una clara vocación autoritaria.
-¿Este pacto de convivencia entre Gobierno y Congreso cómo lo evalúa, a futuro?
-Es una relación de mutua convivencia y conveniencia. Ambos están buscando mantener esta relación. Al Gobierno le conviene quedarse por cuestiones judiciales y el Congreso tiene la intención también de permanecer. En tanto uno le sea útil al otro para su permanencia en el poder, van a continuar manteniéndose dentro de esta dinámica. No se ve, por ahora, una ruptura de relaciones entre unos y otros.
-¿Cuál será el rol del fujimorismo en adelante?
-El fujimorismo va a continuar, hasta donde sea posible, copando instituciones, pero no va a tocar a la JNJ. Van a querer una reivindicación histórica de Alberto Fujimori, ahora que está libre. Por un lado, seguirán acumulando más poder para el Congreso y su bancada y, por el otro lado, tratarán de reescribir la historia con miras a decir que lo que ocurrió en los años 90 no fue como realmente sucedió, sino que se exageraron algunas cosas. En esa línea, van a buscar que los electores les den un voto de perdón a Alberto y a Keiko Fujimori.
-¿Y entonces cuál será el papel de Alberto Fujimori en Fuerza Popular?
-Alberto Fujimori ya no va a tener el liderazgo pleno por razones de edad y de salud. Lo que va a ocurrir es que Keiko va a buscar usar a su padre en su precampaña electoral. Va a querer utilizar la figura histórica de su padre para reivindicarlo en búsqueda de una suerte de revalorización histórica, en el sentido de que los crímenes cometidos por Fujimori ya quedan mucho más lejanos en el recuerdo, sobre todo, para un sector de la población que no vivió su gobierno. Y va a tratar, incluso, de viajar con él fuera de Lima para poder exhibirlo y forjar la imagen de un fujimorismo unido, en donde ella es la heredera indiscutible del padre.
-Si Kenji Fujimori termina en prisión, ¿tendrá repercusión en Fuerza Popular?
-Si va a prisión, no sabemos si el impacto va a ser tan fuerte para el fujimorismo porque Kenji es una figura que ha buscado alejarse de la política. En realidad, es una persona que supuestamente está abocada a sus negocios, no ocupa ningún cargo directivo dentro del partido, no lidera ninguna corriente dentro de este. Con lo cual, su presencia en la política es absolutamente marginal. En Fuerza Popular no va a tener ninguna repercusión.