Aníbal Torres: la ley de “Nano” Guerra que busca derogar la cuestión de confianza
La polémica ley nació con el objetivo de impedir una Asamblea Constituyente mediante referéndum. Evita la recolección de firmas de ciudadanos para reformas constitucionales.
El 17 de diciembre, ante el Pleno del Congreso, la entonces presidenta de la Comisión de Constitución, Patricia Juárez, de Fuerza Popular, presentó un dictamen ante el hemiciclo para modificar los artículos 40 y 44 de la Ley de Derechos de Participación y Control Ciudadano.
Dicho proyecto de ley había sido presentado por su colega fujimorista “Nano” Guerra y contó con un trato express en la Comisión de Constitución para aprobar un dictamen y llevarlo al pleno. La norma sostiene que ninguna reforma constitucional puede ser aprobada vía referéndum mientras esta no haya pasado por la venia del Congreso.
De esta manera, buscaron evitar que los ciudadanos, a través de la recolección de 2.5 millones de firmas puedas impulsar una consulta popular para propuestas como una Asamblea Constituyente. El partido Perú Libre, hasta entonces, venía recolectando rúbricas con ese objetivo.
En aquella sesión del Pleno, Juárez, cuando sustentó el dictamen, dejó en claro que esa era su intención: frenar que haya una Constituyente para cambiar la Carta Magna.
El proyecto recibió la aprobación de 76 parlamentarios, 43 estuvieron en contra y tres se abstuvieron. Incluso, lo exoneraron de trámite de segunda votación con la misma cantidad de votos a favor.
El presidente Pedro Castillo observó esta ley, pero el Congreso la promulgó por insistencia. El 16 de febrero de este año, el Ejecutivo presentó una demanda de inconstitucionalidad contra dicha norma ante el Tribunal Constitucional, pero hasta la fecha no se resuelve.
El primer ministro Aníbal Torres, por eso, hizo este jueves cuestión de confianza para derogar esta ley. Al cierre de esta nota, el presidente del Congreso, José Williams había convocado a Junta de Portavoces.
La sesión del Pleno se retomará a las 3 de la tarde. Ahí se conocerá qué pasará con la cuestión de confianza. Existen tres posibilidades.
1) El Pleno debate en esta sesión la cuestión de confianza. Decide si aprueba o no. Dependiendo de ello se produce la crisis de gabinete.
2) El Pleno programa el debate de esta cuestión de confianza para la siguiente sesión. La cual sería en dos semanas todavía.
2) La Junta de Portavoces decide que se le solicite una opinión consultiva a la Comisión de Constitución para determinar si el pedido de cuestión de confianza es procedente.
Como sabemos, el Congreso aprobó una ley y una modificación a su reglamento para que ellos regulen cuándo un pedido de confianza es viable. La Comisión de Constitución, de darse el tercer escenario, evaluaría si la solicitud del primer ministro afecta las competencies exclusivas de los parlamentarios.
Curiosamente, el presidente de la Comisión de Constitución, es “Nano” Guerra, el autor de la ley que el Ejecutivo busca dejar sin efecto.