Política

Congreso: Lo que le depara al proyecto de adelanto de elecciones

El debate de esta reforma comienza este martes en la Comisión de Constitución, pero eso no garantiza su aprobación. Existen dos caminos para darle luz verde, uno de ellos es el referéndum.

Vacadores. Pretendieron destituir al presidente mientras regulaban la Constitución a su favor. Foto: Congreso
Vacadores. Pretendieron destituir al presidente mientras regulaban la Constitución a su favor. Foto: Congreso

El presidente de la Comisión de Constitución del Congreso y congresista de Fuerza Popular (FP), “Nano” Guerra, agendó para este martes dos proyectos de ley sobre adelanto de elecciones generales. Uno de es de Digna Calle, de Podemos Perú, y otro de Susel Paredes, de Integridad y Desarrollo.

Con ello, el congresista Guerra cumplió una de las demandas de la lideresa de su partido, Keiko Fujimori: que se debata la propuesta. Fujimori, además, había invocado días atrás a que haya consenso para aprobar esta reforma. Sin embargo, ahí el panorama es distinto.

Entre iniciar el debate e impulsar su aprobación hay una distancia enorme. Y eso lo sabe el titular de la Comisión de Constitución, “Nano” Guerra. Los antecedentes del partido de Keiko Fujimori dirigiendo esta comisión permiten avizorar el comportamiento de la bancada naranja. En este periodo, cuando hubo discusiones de reformas importantes, estas terminaron encarpetadas o rechazadas debido a las maniobras de Fuerza Popular.

El año pasado, la entonces primera ministra Mirtha Vásquez planteó, a nombre del Ejecutivo, un proyecto de ley para regular la vacancia presidencial y la cuestión de confianza. La Comisión de Constitución, entonces presidida por la fujimorista Patricia Juárez, le permitió que sustente la propuesta, pero hasta la fecha no hay dictamen.

Cuando el Ejecutivo también presentó una iniciativa para la Asamblea Constituyente, la comisión de Juárez también permitió que el premier Aníbal Torres sustente el texto. Sin embargo, en menos de dos semanas, esta comisión emitió un dictamen que envió al archivo tal reforma.

Por eso, cuando “Nano” Guerra anuncia el inicio del debate de los PL de adelanto de elecciones, queda en el aire las siguientes interrogantes: ¿Para cuándo estará listo el dictamen? ¿Cuál es la posición de la presidencia de la Comisión de Constitución?

La República le planteó estas preguntas al congresista, quien respondió la primera, pero evitó adelantar opinión en la segunda: “Eso dependerá de los integrantes (de la comisión) y de lo viable del proyecto tanto constitucional como políticamente. Escucharemos mañana sus propuestas”.

Los caminos de esta reforma constitucional

Como el adelanto de comicios implica una reforma constitucional, existen dos caminos para su aprobación: que reciba luz verde del Congreso con 87 votos a favor en dos plenos de legislaturas distintas o que con 66 votos a favor se convoque a un referéndum para que la ciudadanía decida si se van todos - Ejecutivo y Legislativo -.

Hasta el momento, no hay 87 votos a favor. Vladimir Cerrón, secretario general de Perú Libre, se mostró en contra de esta salida. Los audios de César Acuña destaparon que en Alianza Para el Progreso tampoco es prioridad este proyecto. En Avanza País y Renovación Popular apuestan por la vacancia. Mientras que Acción Popular aún no adopta un acuerdo.

Pese a que Keiko Fujimori se muestra a favor de nuevos comicios, públicamente ninguno de sus congresistas ha manifestado apoyo a las iniciativas de Calle o Paredes. Incluso, la legisladora de FP y primera vicepresidenta del Congreso, Martha Moyano, manifestó que primero debe impulsarse la vacancia y, si esta fracasa, recién por adelantar las elecciones.

En medio de esas discrepancias y ambiguedades, y la falta de votos, el segundo camino - el de aprobar esta reforma vía referéndum - tiene mayor solidez.

“El adelanto de elecciones es la vía más rápida. Estamos en condiciones de conseguir 66 votos y someter mi proyecto a referéndum. Ya se sumó al consenso Fuerza Popular, quedamos a la espera que las demás bancadas se sumen”, tuiteó Digna Calle, de Podemos Perú.

Del mismo modo, el domingo 4, opinó Fujimori Higuchi: “El adelanto de elecciones es un mecanismo democrático con un cambio en la Constitución que, por si no lo sabía, puede ser más fácil y rápido. Con 66 votos y un referéndum que el pueblo confirme, terminaremos con el gobierno de Pedro Castillo y su grave daño a los peruanos”, tuiteó.

¿Cuándo serían las eventuales elecciones?

El constitucionalista Omar Cairo explica que, de lograrse la aprobación de estos proyectos en dos legislaturas, con 87 votos en cada una, las elecciones serían en el segundo semestre del próximo año. Considera, por ende, que la vía más rápida es que el pleno apruebe esta ley con 66 votos y se convoque a referéndum para no esperar la segunda legislatura.“El camino es en una legislatura con 66 votos más referéndum, eso permitiría que las elecciones se puedan dar entre marzo”, manifestó.

Cairo precisó que el Ejecutivo no puede observar una norma de adelanto de elecciones porque se trata de una reforma constitucional.

En el debate sobre nuevos comicios no solo entra a tallar el derecho constitucional, sino también electoral. Y en la legislación de los comicios existen plazos que son intangibles. “El adelanto de elecciones puede ser mediante referéndum, pero la regulación de ese calendario electoral debe ajustarse a la legislatura vigente”, dice Jorge Jáuregui, abogado en temas electorales.

La ley electoral señala que los comicios se convocan con 270 días de anticipación. Esto significa que el nuevo proceso electoral no se da de manera inmediata, posterior a la eventual aprobación de la reforma a través del Congreso o consulta popular.

Por eso, dice Jáuregui, en el mejor de los casos, las nuevas elecciones serían a finales del 2023, respetando los plazos electorales. El calendario solo podría acortarse, aclara, mediante una disposición transitoria que apruebe el pleno.

Es un proceso tedioso, según ambos juristas. Pero el principal obstáculo, comentan fuentes del Parlamento, no será el tiempo, sino la falta de voluntad política.