Encuesta IEP: dos tercios del país a favor de adelantar elecciones generales
En aumento. Un 68% está de acuerdo con anticipar las elecciones de presidente y Parlamento. Al considerar distintas salidas, un 61% cree más conveniente tener comicios para el Ejecutivo y el Legislativo. Castillo se mantiene: 67% lo desaprueba, 25% lo aprueba.
La gran mayoría de los ciudadanos en el país, cerca de dos tercios de connacionales, está a favor de un adelanto de las elecciones generales para cambiar de jefe del Estado y de congresistas, según muestra la última encuesta de representación nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), investigación realizada para La República.
El estudio consultó a la población del lunes 18 al jueves 21 de abril recientes y tiene márgenes de error de 2,8 puntos encima y debajo de cada resultado de representación nacional.
Aproximadamente, un 68% de los peruanos está de acuerdo con que se adelanten las elecciones y tengamos un nuevo presidente y otro Congreso. Esto es cerca de dos tercios de ciudadanos que comparten esa posición.
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Esta corriente está más extendida en Lima metropolitana.
Al considerar también otras opciones, un 61% cree que lo más conveniente para el país es que haya elecciones generales y se escoja nuevo presidente y otros congresistas, un 27% que Pedro Castillo se mantenga como jefe del Estado hasta el año 2026, solo un 4% que el actual mandatario deje el Gobierno y Dina Boluarte asuma el cargo, y apenas un 3% que haya comicios presidenciales y se queden los mismos parlamentarios.
Es decir, incluso al evaluar distintas salidas posibles a la actual crisis política, algo menos de dos tercios de la población opta por “que se vayan todos”, el presidente y los congresistas.
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La gestión de Castillo
Castillo no mejora en la evaluación ciudadana de su desempeño y se mantiene como hace un mes. Aproximadamente, un 67% de los peruanos desaprueba la forma como está conduciendo su gobierno, esto es alrededor de dos tercios del país.
Asimismo, solo un 25% aprueba la manera como Castillo dirige su gestión. Es decir, allí tiene una cuarta parte de la población a su favor, grosso modo.
Entre los encuestados, la aprobación al jefe del Estado aumenta en las provincias del centro, sur y norte, y baja en Lima metropolitana y en el oriente.
La mayoría de los peruanos sigue pensando que Castillo no cumplirá sus cinco años de mandato.
Un 65% cree que no terminará su gobierno, es decir, cerca de dos tercios de la población. Solo un 25% de la ciudadanía estima que durará todo el quinquenio como presidente.
Entre quienes creen que el actual jefe del Estado no acabará su gestión de cinco años, un 63% considera que esto ocurrirá por su incapacidad para gobernar. En cambio, un 30% piensa que el motivo será que no lo dejan dirigir el Ejecutivo.
Lo que afecta a población
Un 73% de los ciudadanos –casi tres cuartas partes del país– considera que la situación política peruana es peor que hace 12 meses. Esta percepción negativa ha crecido: en octubre pasado, cerca de la mitad de los connacionales opinaba así.
En general, dos tercios de la población perciben que su situación económica es peor que hace un año.
Un 57% de los peruanos siente que la situación económica le afecta más que la política.
Solo un 20% se ve más perjudicado por las circunstancias políticas.
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Infografía
Democracia bajo asedio
Análisis por Patricia Zárate, jefa de Estudios de Opinión del IEP
El último informe del Barómetro de las Américas para Perú muestra, entre otras cosas, la crisis de la democracia representativa en nuestro país (baja confianza en las elecciones y tolerancia a una posible disolución del Congreso). Todo, en el contexto de ser el segundo país donde más personas dicen que la situación económica es peor (73%) que antes de la pandemia y con menor satisfacción con la democracia (21%), tras Haití.
En este escenario, derecha e izquierda parecen enfocadas cada vez más en destruir nuestra débil institucionalidad que en fortalecer la democracia. En 2021, en el contexto de baja confianza en las elecciones (solo 27% estaba seguro de que no había posibilidad de fraude), asistimos a un ataque por parte de la derecha a la limpieza de las elecciones. Ahora, en 2022, en otro de los flancos débiles de la democracia como es la representación, el ataque proviene del Gobierno y la izquierda en su conjunto, que abogan por una nueva Constitución, privilegiando la democracia directa, sin ningún norte claro, salvo desaparecer la actual.
Quizá se piensa que la falta de gobierno se puede solucionar, o más bien ocultar, con una Asamblea Constituyente. Sin embargo, la encuesta del IEP de diciembre de 2020 mostró que quienes buscan una nueva Constitución priorizan el populismo punitivo, la intervención del Estado en economía y los valores tradicionales. ¿Es eso lo que queremos?
La ciudadanía, mientras tanto, mantiene el frágil apoyo al presidente, sin cambios desde noviembre, pero afectada cada vez más por la situación económica y, en segundo lugar, por la situación política.