Política

Cuatro proyectos de Perú Libre buscan legalizar el cultivo de la hoja de coca

Alternativas. Iniciativas promueven nuevo empadronamiento, erradicación concertada, sustitución de Enaco e industrialización de la planta. Expertos sostienen que las propuestas esconden otro fin y que, de aprobarse, afectarán la lucha contra el narcotráfico.

Cocales. Erradicación forzada de cultivos debería dar paso a la acción concertada y voluntaria. Foto: Virgilio Grajeda/La República
Cocales. Erradicación forzada de cultivos debería dar paso a la acción concertada y voluntaria. Foto: Virgilio Grajeda/La República

En la Comisión de Defensa del Congreso hay cuatro proyectos de ley sobre el cultivo de la hoja de coca en el país y que coinciden en puntos específicos. Las iniciativas de ley pertenecen a los congresistas de Perú Libre Wilson Quispe, Margot Palacios, Guido Bellido y Guillermo Bermejo. Este último decidió dejar la bancada gobiernista hace poco más de dos meses. Todos promueven la investigación y el desarrollo industrial de los derivados de la hoja de coca, la declaran cultivo emblemático, patrimonio cultural y también regulan esta actividad.

Precisamente, en la regulación de la actividad es que hablan de un nuevo empadronamiento, de la sustitución de Enaco por otra institución y de erradicación concertada.

El planteamiento de Quispe va por considerar lícitos los cultivos en las trece cuencas cocaleras del Perú, debidamente empadronadas. En los lugares con sustitución de cultivos y desarrollo alternativo estarán sujetos a una reducción concertada y voluntaria.

Asimismo, en la disposición complementaria de su proyecto menciona que el Ejecutivo notifique al secretario general de la ONU el retiro de la coca de la lista nº 1 de la Convención Única de Estupefacientes, de 1961.

La bancada de Perú Libre se reunión con el primer ministro Aníbal Torres. Foto: Raúl Egusquiza /URPI - LR

La bancada de Perú Libre se reunión con el primer ministro Aníbal Torres. Foto: Raúl Egusquiza /URPI - LR

Palacios plantea considerar lícita la hoja de coca para usos legales, desde la siembra hasta el proceso de cosecha y producción. Propugna establecer un mecanismo de producción colectiva, comunitaria y autogestionaria para su industrialización. También propone la creación del Instituto de Fiscalización e Investigación Tecnológica de la hoja de coca con el propósito de controlar y fiscalizar la producción, comercialización, industrialización e investigación del uso de la planta.

Por su parte, Bellido toca el tema de la actualización del padrón de productores. Y que el Estado, a través del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, el Ministerio de la Producción y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, se encargue de impulsar el comercio de la coca y sus derivados lícitos.

El proyecto de Bermejo también habla del empadronamiento de cocaleros y la reducción voluntaria y concertada de cultivos. Precisa que Enaco actualizará el registro de productores de coca cada cinco años. Declara de prioridad nacional la revalorización de la hoja de coca e indica que el Estado deberá implementar políticas públicas para promover sus cualidades y su consumo.

El exministro del Interior Rubén Vargas encuentra que estas propuestas legislativas alegan la lucha contra las drogas, pero en el fondo tienen por objetivo legalizar toda la hoja de coca que se cultiva en el Perú.

“Es legalizar los cultivos de hoja de coca en las quince regiones donde se siembra, tratando de desconocer el problema respecto a su utilización en el tráfico de drogas”, sostiene.

cultivo de hoja de coca en el perú

Foto: Devida

Cuestionamientos

Vargas menciona además que para el partido de gobierno, y especialmente para algunos congresistas, no existe el problema de las drogas en el Perú, sino solo la informalidad en la producción de la hoja de coca. Considera también que esta es una lectura sesgada, interesada en legalizar el cultivo de un producto que en más del 90% termina convertido en cocaína.

Recuerda también que hoy la coca es un cultivo fiscalizado y solo tienen legalidad los cultivos empadronados ante Enaco en un padrón de 1978. Y refiere que la ley vigente prohíbe nuevos empadronamientos.

“Lamentablemente, el Gobierno ha abandonado la lucha contra las drogas y ahora pretende legalizar la hoja de coca. En los hechos está boicoteando las acciones de erradicación de la hoja ilegal”, objeta.

Vargas agrega que por un lado el Gobierno pretende legalizar la hoja de coca y, por otro, desde Devida, se evita la erradicación, lo cual afecta la lucha contra las drogas.

Rubén Vargas

Vargas asumió el cargo de ministro del Interior el último 18 de noviembre. Foto: difusión

Para Jaime Antezana, la pretensión de Guillermo Bermejo de legalizar una hectárea por familia generaría que las actuales 10.000 hectáreas para producir 12.000 toneladas métricas de hoja de coca de consumo tradicional se incrementen.

“Es una idea que han traído de Bolivia, donde por ley se legalizaron 24.000 hectáreas de hoja de coca cuando solo necesitaban de 11.000 a 12.000 hectáreas para consumo tradicional”, refiere. Y acota que la industrialización en Bolivia también ha fracasado.

“No hay modo de vender la idea de la industrialización”, dice.

Actualmente, como el precio de la coca que va al narcotráfico está bajo, ahora todos los cocaleros quieren entregar su producción a Enaco, que ya debe ingentes cantidades a Fonafe por préstamo para comprar coca. Además, sus almacenes están repletos.

Cifras

10% está dedicado a la industrialización y al consumo legal interno.

90% de la producción se va al narcotráfico.

88.000 hectáreas de cocales hay en Perú, informa la Casa Blanca. Según Devida, hay 61.777 hectáreas.

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