Congreso aprueba un reglamento que deja opción de repartija para el TC
A pesar de reiteradas sugerencias, José Balcázar (PL) solo bajó a 40% el porcentaje de la puntuación para la etapa subjetiva de las entrevistas personales en el concurso para el TC.
Dos horas de pérdida de tiempo hubo ayer en el pleno del Congreso, durante el debate del reglamento para el concurso público de selección de los nuevos miembros del Tribunal Constitucional (TC).
Al final, buena parte de las sugerencias de los legisladores fueron enviadas literalmente al tacho. Y los mismos parlamentarios cuyas propuestas no fueron tomadas en cuenta terminaron votando a favor de un reglamento que deja un amplio margen de subjetividad para una eventual repartija. El reglamento fue aprobado cerca de las ocho de la noche de ayer con 113 votos a favor.
El principal riesgo de este reglamento aprobado en forma exprés tiene que ver con el alto porcentaje que dejan para la etapa de entrevistas en el sistema de puntuación.
La propuesta inicial era de fijar en un 50% el porcentaje de puntos para las entrevistas. Ayer fueron muchas las voces que cuestionaron esta propuesta e incluso varios plantearon reducirlo al 30%, para que el 70% de puntos esté reservado para la evaluación curricular.
Por la noche, el presidente de la comisión especial, José Balcázar (Perú Libre), salió con una propuesta a modo de consuelo: 40% para la puntuación de las entrevistas personales.
Esto fue aprobado anoche y, en consecuencia, el Congreso mantiene la posibilidad de direccionar los resultados en las entrevistas, por tratarse de una etapa muy subjetiva.
El actual Parlamento está conformado por nueve bancadas parlamentarias. Foto: Congreso
Incoherencias
Ayer hubo en el pleno un concierto de sugerencias para mejorar el reglamento. Al final, estas propuestas fueron descartadas y, aún así, sus autores terminaron votando a favor de un reglamento con deficiencias.
Ruth Luque, de Juntos por el Perú, pidió otorgar dos días hábiles para que los postulantes puedan subsanar documentos en la etapa de evaluación de expedientes. Pidió también desarrollar mejor el tema de la idoneidad moral. Al final, toda su bancada votó a favor del texto final, sin que sus propuestas hayan sido tomadas en cuenta.
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Susel Paredes (Partido Morado) exigió en tono enfático una redacción más afirmativa para garantizar la participación de más mujeres. Y pidió que solo se otorgue un 25% de puntos para las entrevistas. Nada de esto fue incluido en el texto final, pero ella y su colega Flor Pablo terminaron votando a favor.
Luis Aragón (Acción Popular) también pidió bajar al 25% la puntuación de las entrevistas. Y propuso escuchar a especialistas de la sociedad civil antes de aprobar el reglamento. Sus palabras cayeron en saco roto. Él y su bancada marcaron a favor del reglamento.
Eduardo Salhuana (APP) fue otro de los que pidieron que se baje a 30% la puntuación de la entrevista personal. Fue un discurso solo para la platea. Su bancada terminó apoyando el texto sin incluir esta propuesta.
María Agüero, de Perú Libre, propuso impedir que postulen abogados que trabajaron en estudios jurídicos que tienen causas pendientes en el TC, para evitar conflicto de intereses.
Y su colega de bancada Alex Paredes salió con una lista de doce sugerencias, incluida la opción de bajar a 25% la puntuación para las entrevistas. También pidió contemplar la obligatoriedad de cumplir los estándares internacionales en este concurso. Las propuestas de Agüero y Paredes fueron ninguneadas. Aún así, Perú Libre votó a favor del reglamento.
En resumen: hubo pérdida de tiempo y al final se aprobó un reglamento que abre el camino para una posible repartija.
Las propuestas más absurdas
Ernesto Bustamante, Fuerza Popular
“(Se debe poder elegir como miembros del TC a postulantes) así no tengan un doctorado o una maestría, y así hayan tenido trabajos previos en empresas que podrían tener un conflicto posterior”.
Elizabeth Medina, Perú Libre
“Se (debería poder) calificar a los candidatos que tienen (solo) estudios concluidos, tanto de doctorado como de maestría. Creo que está haciéndose un acto de discriminación”.