Presión y chantaje de FP en la Comisión de Ética
Testimonios. La mecánica de la bancada fujimorista la conocen los congresistas cuyos casos han pasado por la comisión: el archivamiento para los colegas del partido, previa coordinación con Keiko Fujimori, y sanción efectiva para los enemigos.
Por: Ángel Páez
“Me citaron con carácter de urgencia y en un lugar fuera de las instalaciones del Congreso. Empezaron a cuestionarme por qué era rebelde a las decisiones del partido. Me advirtieron que tuviera cuidado porque había llegado información confidencial sobre mí. Y me mostraron un fólder manila en el que tenían agrupadas tres supuestas denuncias en mi contra. ‘Vamos a apoyarte para que esto no pase de la Comisión de Ética’, me dijeron: ‘Nosotros necesitamos mantener la mayoría y tu voto es importante. Queremos contar contigo’. Entendí perfectamente el mensaje, pero quedé preocupado. Así no se hace política”, relató un congresista de Fuerza Popular que confió el incidente a La República, con la condición de no ser identificado.
“Cuando fui a visitar a Keiko Fujimori, me encontré con algunos de los miembros de ‘Los Avengers’. Fueron a decirle que se arrepentían y que deseaban volver a la bancada. Algunos tenían casos pendientes en la Comisión de Ética. Después que pidieron regresar a la bancada, sus casos fueron desestimados”, añadió otro legislador fujimorista, que también requirió que no lo mencionaran.
Según la base de datos de la Comisión de Ética, entre julio del 2016 y julio 2019 fueron archivadas 86 denuncias formuladas contra 49 congresistas de Fuerza Popular, entre imputaciones penales y conductas impropias o perjudiciales a la actividad parlamentaria. Esto es, prácticamente tres cuartas partes de la representación ‘naranja’.
Las cifras demuestran que el fujimorismo usa la Comisión de Ética para librarse de graves acusaciones contra sus integrantes. Pero, también, para presionar o amedrentar a los congresistas tanto de su propia bancada como de las opositoras a esta, según testimonios de miembros de la representación ‘naranja’ que recogió La República. También se obtuvieron declaraciones de legisladores de otros partidos o agrupaciones que coinciden en afirmar que cuando se presentaron denuncias contra estos en la Comisión de Ética, fueron aprobadas por la mayoría fujimorista como represalia política.
Tómalo o déjalo
“Cuando ven que alguien golpea o no se alínea o no coincide con el partido, primero lo llaman para darle su ‘caramelo’. Es decir, viajes internacionales, viáticos, gastos de representación, etc., en un intento para tenerlos tranquilitos. Pero si tú estás en desacuerdo con un proyecto de ley que ellos quieren sacar a como dé lugar, entonces recurren a un grupo de empleados del Congreso que se dedica a investigar tus antecedentes y te arman expedientes. Y entonces te avisaban que había un problema y te ofrecían apoyo para que el caso no lo viera la Comisión de Ética. Si yo cuestionaba alguna decisión respecto a algún proyecto, me decían: ‘Son las órdenes de Keiko, no las podemos desacatar’. Ya sabemos lo que pasa si alguno no cumplía lo que decía Keiko”, explicó otro legislador de Fuerza Popular.
Como puede apreciarse en el recuadro adjunto, basado en datos del propio Congreso de la República, en algunas ocasiones la Comisión de Ética, bajo control fujimorista, archivó hasta 5 denuncias contra sus representantes en una sola sesión.
Lo que dicen los congresistas entrevistados es que en ocasiones la propia Keiko Fujimori los llamaba para que rectifiquen o cumplan con los acuerdos.
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La ley de la jefaza
“Cuando un grupo se puso de acuerdo para presentar un proyecto de ley que buscaba la libertad de Alberto Fujimori, Keiko Fujimori llamó para decir que desistiéramos. Recuerdo lo que argumentó: ‘Es un tema personalísimo de orden familiar, deben dejarlo a los hijos del presidente. Por favor, no interfieran’. Tuvimos que dejar de lado nuestro proyecto por temor”, manifestó otro congresista de Fuerza Popular.
"Nadie quiere hablar por miedo. Mientras sigan teniendo mayoría, nadie se va a atrever a decir lo que pasa. Y lo que pasa se llama chantaje: 'Nadie quiere que se active tu caso en Ética', decía. ¿Cómo se llama eso? Ahora están más activos, porque quieren asegurarse la mayor cantidad de votos", dijo uno de los legisladores.
Otro de los testigos mencionó el caso del excongresista Edwin Donayre Gotzch, que fue elegido por Alianza para el Progreso (APP), pero que terminó votando con la bancada de Fuerza Popular. Hasta en dos ocasiones la Comisión de Ética rechazó investigar y sancionar al general del Ejército en retiro. Donayre era un aliado del fujimorismo.
“Había congresistas que había que blindarlos a la fuerza porque si no vomitaba todo. No era conveniente desprotegerlos, por eso se apoyó a Edwin a Donayre. ¡Cuántas veces le compraron el voto. Por eso él llegó a decir que si iba preso, ardería Troya. Sabía lo que decía”, refirió un congresista ‘naranja’.
Por fuentes de la bancada de Fuerza Popular, La República se enteró de que a la legisladora Yesenia Ponce Villarreal, luego de haber renunciado al partido por la sanción que le impusieron, se le acercaron para ofrecerle archivar una denuncia que está pendiente. Pero ella no aceptó hacer comentarios. Una legisladora amiga suya relató lo que ella le había confiado. “De cara a la elección de la presidencia del Congreso se necesita sumar la mayor cantidad de votos, y es así que le dijeron para que regrese. Como dijo que no, le van a activar su caso”, declaró. Así funciona el fujimorismo.
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“Obviamente hablamos de extorsión y de chantaje”
- Preguntado un congresista de Fuerza Popular si la bancada fujimorista usaba la Comisión de Ética para chantajear a miembros de la misma representación y de otros partidos, respondió: “Obviamente que hablamos de extorsión y de chantaje”, respondió.
- Cuando se le pidió que identificara algunas de esas prácticas extorsivas, dijo: “¿Qué más extorsivo puede ser que te amenacen con aprobar sancionarte en la Comisión de Ética si no apoyaban un proyecto de ley o contradecías una orden de la jefa? Lamentablemente, no lo podemos decir públicamente porque no queremos ser pasibles de represalias. Miren lo que pasó con Moisés Mamani. No les dio asco salvarlo de la denuncia del caso de tocamientos indebidos, con tal de ganar su voto”.
fp