El exasesor del MTC, Miguel Navarro, se acogió a la confesión sincera y reveló información sobre cómo se dieron las coimas de Odebrecht por las obras del Metro de Lima, en el segundo gobierno de Alan García.,Miguel Ángel Navarro Portugal, exfuncionario del Ministerio de Transportes y Comunicaciones durante el segundo gobierno de Alan García, se acogió a la confesión sincera y reveló detalles del contrato del tren eléctrico con Odebrecht, que llevan a una operación dirigida desde Palacio de Gobierno, por el expresidente aprista. De acuerdo a ‘Hildebrandt en sus trece’, Navarro era asesor de Jorge Cuba, exministro de Comunicaciones quien cumple prisión preventiva por haber recibido 6 millones de dólares de Odebrecht. PUEDES VER Caso Odebrecht: exfuncionario aprista Miguel Navarro fue detenido | VIDEO Navarro señaló en su declaración a la Fiscalía, según cita el medio, que la pareja de Alan García, Roxanne Cheesman, era comadre de Jorge Cuba, y que habría sido quien lo recomendó para presidir el MTC. Además, aseguró que Cuba fue el encargado de acelerar el proyecto de las obras del tren eléctrico por orden del expresidente. “Alan García estaba preocupado porque no hubo postores, pues había muchos riesgos en la concesión”, habría señalado en su confesión Navarro. “En esas circunstancias el asesor de Palacio, Oswaldo Plascencia, coordinaba con Jorge Luis Cuba y le pedía consejos a Edwin Luyo, debido a la experiencia que Jorge Cuba le reconocía en el tema de transporte”, se lee en los documentos obtenidos por el semanario. Navarro destacó también que Alan García estaba nervioso porque quería que se ejecute la concesión por la que Odebrecht pagaría una millonaria coima. “Alan García estaba furioso porque ese proyecto tenía que terminarlo en su mandato, si no nadie lo continuaría”, “Para García era muy importante inaugurar algo antes de 28 de julio, por lo que hicieron un concurso público a la medida de la empresa brasileña”, fueron parte de sus testimonios. El testigo clave en el caso recalcó que, tanto Plascencia y Cuba, sabían que licitar la obra civil y la electromecánica era -técnicamente- imposible de hacer en el tiempo que pedía Alan García, pero, en una reunión con empresarios del sector, Carlos Nostre, de Odebrecht, dijo que podían hacerlo en 18 meses, como pedía el presidente de ese entonces. En otra parte de la confesión sincera, Navarro indicó que acompañó a Cuba hasta Palacio, pero se quedó esperando en el auto. Dijo que, a su salida, Cuba le contó que García llamó a Francia para que ingenieros expertos en trenes le expliquen los riesgos y que, en un momento, Cuba y Plascencia pusieron -literalmente sus cabezas en una bandeja- en señal de lealtad al mandatario. “Desde entonces Cuba se convirtió en el hombre de confianza de García”, refirió. Después de ello, Cuba acudió a la sede de Odebrecht, en San Isidro, para negociar directamente los sobornos, tal como lo dijo Jorge Barata en sus declaraciones.