El congreso no haría tanto papelón con mejor asesoría.,Si el congreso invirtiera más en buena asesoría y menos en agentes de seguridad que vienen del fujimontesinismo, así como en fujitrolls para perseguir y hostilizar a personas incómodas a Fuerza Popular, varios parlamentarios no harían tanto papelón que se constata cada día que pasa. Está, por ejemplo, el retroceso que –felizmente– se produjo en la comisión permanente cuando anteayer aprobó retirar de un proyecto de Yonhy Lescano la castración química para violadores de menores de 14 años, el cual había sido aprobado por el pleno en mayo con 67 votos a favor incluyendo los de FP. ¿Cómo pudo lograr inicialmente tantos votos un proyecto sin sentido como este? Otro ejemplo es la ley mordaza contra la prensa, cuya insistencia fue aprobada con el entusiasmo de FP y el Apra pero, apenas una semana después, algunos integrantes de la bancada naranja han tenido que empezar a plantear excepciones, pues se trata de una iniciativa cuya motivación es la revancha política pero que hace agua por todo lado. Por ejemplo, está el reclamo de las cajas municipales que, gracias a la ley mordaza, se han puesto en seria desventaja frente a los bancos y entidades financieras privadas al no poder publicitar sus atractivas tasas para depósitos o CTS por ser entidades del sector público, especialmente las que operan en provincias. Este problema obvio se debe corregir, al igual que los pedidos de congresistas de FP como Karla Schaefer para exonerar de la prohibición de la ley Mulder a las radios de provincias. Es evidente que esta ley tiene un carácter político que está muy alejado de la austeridad que, supuestamente, pregonan sus promotores, y que se quiso sacar adelante con prepotencia y sin mucho debate, pero ¿no pudieron evaluar antes de dar el mal paso con sus asesores para no quedar como unos trogloditas que votan lo que sea sin evaluar antes lo que deciden? Todo esto para no hablar de la pobre justificación de los proyectos, donde, con frecuencia, la evaluación costo/beneficio es un mamarracho que solo dice “no significará un costo al erario”, como si ese fuera el único costo para la sociedad de una ley. La mediocridad notoria de muchos congresistas, junto con la alevosía de los que no son brutos pero se portan como sicarios con curul, se debe compensar con buena asesoría, pero eso no se podrá lograr si, en vez de atraer más profesionales con talento –que sin duda los hay en el parlamento, aunque en número insuficiente–, FP recluta como consejeros a fujitrolls, chalecos y matones.