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Gobierno de Petro se ofrece a mediar un “gran diálogo político y social” tras crisis en Perú

El mandatario de Colombia dijo que en Perú hay “un presidente elegido popularmente preso” y evitó reconocer al Gobierno de Dina Boluarte.

"Yo aspiro a que dejen de matar, van cerca de 20 muertos", lamentó Petro. Foto: composición LR/AFP
"Yo aspiro a que dejen de matar, van cerca de 20 muertos", lamentó Petro. Foto: composición LR/AFP

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró que su país está dispuesto a aceptar cualquier rol que posibilite un “gran diálogo político y social” en la crisis de Perú, a la vez que evitó reconocer al nuevo Gobierno de Dina Boluarte tras la destitución de Pedro Castillo.

“Yo creo que se impone un diálogo político, no puedo definir si las variables de ese diálogo... Si Colombia es necesario para posibilitar el gran diálogo social y político del Perú, pues estamos dispuestos”, manifestó en una declaración a medios en el municipio de El Tarra, en la convulsa región del Catatumbo.

Petro aseguró que “hoy por hoy hay una crisis” en la nación vecina, donde hay “un presidente elegido popularmente preso”, lo que calificó como “exabrupto”.

Esta crisis, además, está alterando el cronograma del proceso de integración, puesto que, según remarcó, las dificultades que el Congreso peruano le venía poniendo a Castillo para viajar a reuniones latinoamericanas impedían “la articulación, la integración económica de América Latina y del área andina”.

Al ser preguntado sobre si reconoce a Boluarte como presidenta, Petro evitó contestar y señaló que aún no ha conversado con el nuevo Gobierno. Todo ello después de que, el lunes, la Cancillería colombiana sacara un comunicado conjunto con México, Argentina y Bolivia, asegurando que Castillo, al que aún reconocen como jefe de Estado, es “víctima de un antidemocrático hostigamiento”.

La destitución de Castillo, acontecida la semana pasada después de que este decidiera disolver el Parlamento, en lo que muchos han considerado como un intento de golpe de Estado, y su posterior arresto, ha desencadenado una crisis profunda en Perú.

Las protestas de apoyo a Castillo, que cumplirá 18 meses de prisión preventiva mientras es investigado por los delitos de rebelión y conspiración por el fallido autogolpe, se suceden desde el pasado domingo, con una fuerte presencia militar que ha dejado 20 muertos en el país.

“Yo aspiro a que dejen de matar, van cerca de 20 muertos”, lamentó Petro hoy, abogando de nuevo por el diálogo.