En el centro de la capital sueca, Estocolmo, se encuentra un bar hecho completamente de hielo, desde los vasos, las mesas y la barra. Una experiencia inigualable para las personas poco acostumbradas a las bajas temperaturas. Provistos de ropa abrigadora ingresamos a este lugar cuya atmósfera cálida contrasta con el frío de los vasos helados, que se derriten con el pasar de los minutos y los sorbos de vodka. Un amable barman nos sonríe y comenta que la temporada más popular en el bar es el verano. Ahora mismo estamos en un otoño nevado, por lo que solo los turistas acuden al lugar. Pese a llamarse bar, en este lugar está hecho para toda la familia, pues hay un oferta de bebidas para niños y diversas actividades como concursos de esculturas de hielo.