La ciudad más GRANDE del mundo sin acceso por carretera está en Sudamérica: tiene menos de 1 millón de habitantes

En lo más profundo de Sudamérica, oculta entre la frondosa selva amazónica, se encuentra una ciudad paradisíaca: una joya urbana aislada del resto del mundo debido a su inaccesibilidad por carretera. Este lugar ha dejado una huella significativa en la historia y en el desarrollo económico, convirtiéndose en un destino turístico incomparable.

Cuando imaginamos una gran metrópoli, generalmente pensamos en imponentes infraestructuras y fácil acceso. Sin embargo, el caso que nos ocupa hoy se aleja de esa expectativa, puesto que pese a que su territorio esté alejado de esa realidad, su extensión supera a países como Alemania y Japón. Conoce esta urbe que solo es accesible por aire o vía fluvial, sin conexiones viales directas.

¿Cuál es la ciudad más grande del mundo sin acceso por carretera?

Iquitos, ubicada en el norte de Perú, es la ciudad más grande del mundo (con 163.502 habitantes según el censo de 2020) entre aquellas sin acceso por carretera. Esto significa que es completamente imposible llegar en auto o avión sin vuelos directos a salvo que sea a través de la selva o mediante un barco.

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Su ubicación remota y su singular historia, ligada al auge del caucho a principios del siglo XX, le confieren un carácter único tanto en Sudamérica como en el mundo. Iquitos, conocida como la "Venecia de la Amazonía", mantiene vínculos históricos con Europa debido a los antiguos viajes marítimos que se realizaban durante su época de mayor esplendor económico.

La principal forma de acceder a este paraíso es por aire o por río. Vuelos regulares conectan Iquitos con otras ciudades importantes de Perú, mientras que los ríos Amazonas —el más largo del mundo—, Nanay e Itaya brindan rutas navegables únicas para llegar a esta extraordinaria ciudad.

¿Por qué Iquitos no tiene acceso por tierra?

El origen de esta particularidad se remonta a finales del siglo XIX. A partir de 1880, Iquitos vivió un crecimiento económico desmesurado gracias a la explotación del caucho, de la cual se beneficiaron empresas como Ford. Los pueblos indígenas llevaban este valioso material a las zonas portuarias del Amazonas, ya que el gran río atraviesa la ciudad, para ser transportado posteriormente hacia Estados Unidos o Europa.

Sin embargo, este rápido crecimiento resultó ser una burbuja que, aunque duró cerca de tres décadas, estalló alrededor de 1914. Las denuncias por la explotación de la población indígena, junto con el surgimiento del caucho sintético, pusieron fin abruptamente a la bonanza económica. Con ello, cualquier indicio de progreso en Iquitos se desvaneció, dejándola sin carreteras ni infraestructuras adecuadas. De este modo, la única forma de acceder a la ciudad, aparte de por aire con vuelos de conexión, es navegando el Amazonas, un viaje que puede tomar hasta una semana.

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A pesar de su aislamiento, Iquitos cuenta con carreteras y calzadas donde es común ver motocicletas y los característicos motocarros. Estos vehículos, una especie de motocicleta de tres ruedas con una pequeña cabina en la parte trasera, son un medio de transporte popular y divertido en la ciudad.