La ciudad suiza de Basilea será quien acogerá el Festival de Eurovisión 2025
La victoria del cantante suizo Nemo en la edición de 2024, derivó en que la ciudad de Basilea sea la sede del Festival de la Canción de Eurovisión en 2024. Un hecho respaldado por la Unión Europea de Radiodifusión (UER).
La ciudad suiza de Basilea acogerá el festival de la canción de Eurovisión en 2025, tras haber sido elegida frente a Ginebra este viernes para organizar la 69ª edición de este pomposo, y a menudo kitsch, concurso televisivo.
El cantante suizo Nemo se alzó con la victoria en la edición de 2024, dándole a su país el derecho de acoger la próxima edición del certamen musical el 17 de mayo.
La elección de Basilea, situada a orillas del Rin y en la frontera con Francia y Alemania, fue validada por la Unión Europea de Radiodifusión (UER), una corporación internacional de radiodifusoras, propietaria de Eurovisión.
"La UER está entusiasmada con que Basilea haya sido seleccionada como la ciudad anfitriona para el Festival de la Canción de Eurovisión 2025. El concurso nació en Suiza, en Lugano, en 1956 y es genial llevarlo de vuelta a su lugar de nacimiento casi 70 años después", afirmó el supervisor ejecutivo del festival, Martin Osterdahl.
Desde sus inicios, en los años 1950, Eurovisión se ha ido convirtiendo en una gigantesca y colorida cita anual que nunca se ha tomado a sí mismo demasiado en serio.
El concurso supone un importante foco para las ciudades anfitrionas. Este año, 163 millones de espectadores vieron el concurso, celebrado en Malmo, Suecia, donde Nemo triunfó con su canción "The Code", que tenía una letra muy íntima.
El concurso también representa una importante fuente de ingresos para la industria turística de la ciudad anfitriona, adonde llegan miles de personas, entre aficionados de Eurovisión (los conocidos como "eurofans"), artistas y delegaciones nacionales.
En 2025, el certamen tendrá lugar en el estadio St. Jakobshalle, con capacidad para más de 12.000 espectadores.
Ese estadio, situado en el distrito de Munchenstein, a las afueras de la ciudad, alberga el Torneo de Basilea de Tenis (Swiss Indoors), que el héroe local Roger Federer ha ganado 10 veces, un récord.
- Zúrich y Berna, descartadas -
La UER y el canal suizo SRG decidieron la localización de forma conjunta, y el proceso estuvo supervisado por el gabinete de consultoría PricewaterhouseCoopers.
Según SRG, la decisión se basó en factores como el recinto, la red de transporte público, la sostenibilidad, la experiencia en la organización de grandes eventos o el apoyo del Ayuntamiento.
Fueron estos factores los que llevaron a descartar en julio las candidaturas de la capital federal, Berna, presentada junto a la ciudad natal de Nemo, Biel; y la de Zúrich. Así las cosas, solo quedaban en liza Ginebra y Basilea.
Sin embargo, el coste potencial y las eventuales molestias de organizar un evento de este calado hicieron planear el riesgo de que se convocaran referéndums para intentar echar por tierra las candidaturas.
En Suiza, una democracia semidirecta, los ciudadanos pueden exigir una votación si obtienen un determinado número de apoyos, tanto a nivel local como cantonal y nacional.
- Temor al "satanismo" -
También hubo quien amenazó con organizar referendos no solo por el dinero que pueda costar el festival, sino por el temor a ver el "satanismo" desembarcar en el país.
La Unión Democrática Federal, un partido cristiano fundamentalista de centroderecha, afirmó que organizaría referéndums contra cualquier financiación pública del evento, fuese cual fuese la ciudad elegida.
"Lo que más nos molesta es que cada vez se celebre más, o al menos se tolere, el satanismo y el ocultismo", declaró Samuel Kullmann, un barón del partido, citado por la cadena pública SFR. El político aludía a la actuación de la cantante irlandesa Bambie Thug en 2024, inspirada en la hechicería.
Eurovisión es un acontecimiento sin ánimo de lucro, financiado mayoritariamente por contribuciones de las emisoras de la UER.
Sin embargo, el festival afirma que "habida cuenta de los beneficios que reportará" a la ciudad anfitriona, esta debe contribuir a la organización del concurso.
Esta contribución puede ser "financiera" o "de cualquier tipo", como "cubriendo los gastos de la marca de la ciudad, con eventos paralelos, seguridad...", indicó Eurovisión.
Las cuatro ciudades candidatas ofrecieron paquetes de entre 20 y 40 millones de francos suizos (entre 23,5 y 47 millones de dólares) para apoyar el evento.