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Dinamarca es el primer país que cobrará impuestos por eructos y flatulencias de vacas: ¿cuál es el motivo?

Según estimaciones del Ministerio de Economía de Dinamarca, el acuerdo podría resultar en la pérdida de hasta 2.000 empleos en el sector agrícola para el año 2035.

Se trata de un esfuerzo sin precedentes por alcanzar la neutralidad de carbono en 2045. Foto: composición de Fabrizio Oviedo LR/Shutterstock/
Se trata de un esfuerzo sin precedentes por alcanzar la neutralidad de carbono en 2045. Foto: composición de Fabrizio Oviedo LR/Shutterstock/

Dinamarca comenzará a cobrar impuestos por los eructos y flatulencias tanto de las vacas como de los cerdos, emisiones de gases que afectan significativamente el medioambiente. Esta medida podría tener un impacto negativo en el empleo del sector agrícola y se perderían hasta 2.000 empleos para el año 2035.

Las vacas, al igual que otros rumiantes, tienen un impacto significativo en el medio ambiente debido a las emisiones de gases que generan durante su proceso digestivo. Entre los gases emitidos, el más importante es el metano, un potente gas de efecto invernadero que es 25 veces más efectivo atrapando calor en la atmósfera que el dióxido de carbono (CO₂).

Las emisiones de gases de las vacas afectan considerablemente el medioambiente. Foto: Mercosur

Las emisiones de gases de las vacas afectan considerablemente el medioambiente. Foto: Mercosur

¿Cuál es el motivo de que Dinamarca cobre impuestos por eructos y flatulencias de las vacas?

En un esfuerzo sin precedentes por alcanzar la neutralidad de carbono en 2045, Dinamarca se ha convertido en la primera nación del mundo en implementar un impuesto sobre las emisiones de metano provenientes de los eructos y flatulencias del ganado. Esta innovadora medida busca abordar el impacto considerable del metano, el segundo gas de efecto invernadero más prevalente en la atmósfera, en el calentamiento global.

A partir del año 2030, Dinamarca aplicará un impuesto de 300 coronas danesas (equivalente a 44 dólares) por tonelada de Co2e (dióxido de carbono equivalente) a las emisiones de metano generadas por el ganado vacuno y porcino. Este impuesto, que aumentará a 750 coronas (unos 102 dólares) en 2035, forma parte de un acuerdo histórico alcanzado en junio entre el gobierno danés, parte de la oposición, representantes de la industria ganadera, sindicatos y otros actores relevantes.

¿Cuáles son las consecuencias de cobrar impuestos por eructos y flatulencias de las vacas?

El Parlamento danés, reconocido por su compromiso climático, ha dado un paso fundamental al aprobar un impuesto al carbono para la industria agrícola. Si bien la medida ha sido recibida con esperanza por algunos, como Christian Fromberg, especialista en agricultura de Greenpeace, quien la considera “un paso importante en un contexto donde muchos países retroceden en sus acciones climáticas”, otros lamentan la oportunidad perdida para una transformación más profunda del sector.

Greenpeace critica que el impuesto al carbono no sea lo suficientemente alto ni se haya implementado antes. Además, la organización ambientalista señala que la agricultura danesa sigue utilizando prácticas intensivas y emite grandes cantidades de nitrógeno, lo que provoca la desoxigenación del agua y la muerte de la vida marina.

En resumen, la aprobación del impuesto al carbono en la agricultura danesa es un avance positivo, pero aún queda mucho por hacer para lograr una agricultura verdaderamente sostenible. Greenpeace insta a las autoridades a tomar medidas más ambiciosas para proteger el medioambiente.

¿Cómo este impuesto afectará al sector agrícola de Dinamarca?

La Asociación Danesa por una Agricultura Sostenible ha calificado el nuevo impuesto al carbono sobre las emisiones de metano del ganado como un “acuerdo inútil” y “un día triste para la agricultura”.

El presidente de la asociación, Peter Kiaer, expresó su preocupación por las repercusiones del impuesto y afirmó que es un “experimento incierto” que podría poner en riesgo la seguridad alimentaria. Kiaer recordó que Nueva Zelanda abandonó una propuesta similar debido a las fuertes críticas del sector ganadero.

Para compensar el impacto económico en los ganaderos daneses, el plan del Gobierno incluye una reducción fiscal del 60% sobre el nuevo impuesto al metano. Se estima que el costo real para los productores será de 120 coronas (unos 18 dólares) por tonelada a partir de 2030, y de 44 dólares cinco años después.

Sin embargo, este plan también tiene un lado negativo: se estima que la implementación del impuesto podría ocasionar la pérdida de hasta 2.000 empleos en el sector agrícola danés de aquí a 2035, según estimaciones del Ministerio de Economía.

¿Qué medidas tomará el Gobierno danés para ayudar al sector agrícola?

Los fondos recaudados por el nuevo impuesto al metano en Dinamarca se destinarán a financiar la transición ecológica del sector agrícola. Cabe destacar que más del 60% de la superficie del país está dedicada a la agricultura.

Una de las medidas previstas es aumentar el barbecho a 140.000 hectáreas, lo que debería ayudar a incrementar el almacenamiento de carbono en los suelos y, por lo tanto, reducir la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

No obstante, Christian Fromberg de Greenpeace no está convencido de que este plan sea suficiente. Afirma que “si bien Dinamarca se presenta como un pionero en materia ecológica, este acuerdo no es histórico, sino más bien una continuación de la intensificación de la agricultura danesa durante los últimos 70 años”. De hecho, el especialista critica que el plan podría incentivar a Dinamarca a seguir siendo el mayor productor de carne intensivo del mundo.

Es importante mencionar que Dinamarca es uno de los principales exportadores de carne de cerdo a nivel mundial, este producto representa cerca de la mitad de las exportaciones agrícolas del país, según el Consejo Danés para la Agricultura y la Alimentación.