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El túnel submarino más largo del mundo une 2 islas en Japón: una maravilla de la ingeniería

El túnel de Seikan es una obra maestra que conecta Honshu y Hokkaido, y marcó un hito en la historia de la ingeniería japonesa. Su construcción fue la solución del Gobierno a los desafíos logísticos y climáticos.

El túnel emerge como una arteria vital para el transporte y la economía entre dos islas. Foto: composición LR/Tripadvisor
El túnel emerge como una arteria vital para el transporte y la economía entre dos islas. Foto: composición LR/Tripadvisor

En Japón, una obra de ingeniería desafía los límites de lo posible. El túnel de Seikan no solo ostenta el título del túnel submarino más largo del mundo, sino que simboliza un vínculo inquebrantable entre las islas de Honshu y Hokkaido. Este coloso subterráneo, fruto de décadas de planificación y ejecución, resalta por su magnitud y su significado: es un testimonio de la resiliencia y el avance de la tecnología japonesa.

La construcción del túnel de Seikan se concibió como una solución a los desafíos logísticos y climáticos que históricamente aislaron a Hokkaido del resto del país. Con una longitud total de 53,85 km, de los cuales 23,3 km discurren bajo el lecho marino, el túnel emerge como una arteria vital para el transporte y la economía, y facilita el flujo continuo entre dos mundos que la naturaleza separó en algún momento.

Túnel de Seikan, la unión entre dos islas separadas por la naturaleza

La historia del túnel de Seikan es una narrativa de superación. En respuesta a la tragedia que provocó un tifón en 1954, Japón se propuso unir de manera indefectible a Honshu con Hokkaido. La construcción inició en 1971 y se enfrentó a desafíos técnicos sin precedentes, desde la perforación a través de zonas sísmicamente activas hasta la gestión de enormes volúmenes de agua infiltrada. La hazaña ingenieril se inauguró en marzo de 1988 y hoy facilita el tránsito diario de 50 trenes, incluyendo los veloces Shinkansen.

 Este túnel une las islas de<strong> Honshu y Hokkaido</strong> Foto: Treneando.

Este túnel une las islas de Honshu y Hokkaido Foto: Treneando.

El impacto del túnel de Seikan trasciende su impresionante arquitectura y su ingeniería avanzada. Económicamente, ha sido un motor de desarrollo para Hokkaido y ha facilitado el comercio y el turismo entre las islas. Tappi-Kaitei y Yoshioka-Kaitei son las dos estaciones que se encuentran dentro del túnel, bajo el lecho marino, entre las islas de Honshu y Hokkaido, Japón. Sin embargo, estas ya no están en operación para el uso público como parte del servicio regular de trenes.

Aunque el túnel en sí es principalmente una vía de tránsito, existen estaciones específicas en ambos extremos que sirven como puntos de entrada y salida para los servicios de trenes que lo atraviesan. Hakodate-Hokuto, en Hokkaido, es una estación que sirve como el terminal norte del túnel. Por otra parte, Shin-Aomori en Honshu es el terminal sur; esta estación es un componente crucial de la red ferroviaria de Honshu, pues proporciona conexiones hacia el túnel de Seikan y desde aquí hacia el resto de la isla, lo que incluye rutas hacia Tokio y otras ciudades principales.

Un monumental proyecto

La construcción del túnel de Seikan fue un monumental proyecto que se llevó a cabo por el Gobierno japonés, con la Japan Railway Construction, Transport and Technology Agency (JRTT), la cual desempeñó un papel principal en su desarrollo. Este ambicioso proyecto involucró a numerosas empresas de construcción, ingenieros y trabajadores especializados en diferentes campos de la ingeniería civil y la construcción subterránea.

El túnel submarino más largo del mundo: un desafío técnico y económico que une dos islas en horas de viaje

 Aunque otros túneles le superan en longitud, este es el más largo del mundo en tener una sección subterránea. Foto: Seikan Museum

La construcción del túnel comenzó en 1971 y se completó en 1988, tras 17 años de intensos trabajos que enfrentaron numerosos desafíos técnicos y ambientales, incluidos los inherentes a la realización de una edificación de esta magnitud bajo el lecho marino y en una zona de alta actividad sísmica.