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Chile: se suicida oficial sentenciado por el asesinato de Víctor Jara

El militar retirado Hernán Chacón Soto se pegó un tiro cuando fueron a buscarlo para trasladarlo a prisión.

Medio siglo. Víctor Jara fue asesinado hace 50 años, días después del golpe militar de Pinochet. Foto: difusión
Medio siglo. Víctor Jara fue asesinado hace 50 años, días después del golpe militar de Pinochet. Foto: difusión

Santiago. EFE

Hernán Ramírez Rurange, Odlanier Mena y ahora Hernán Chacón Soto. Son varios los oficiales chilenos en retiro condenados por delitos de lesa humanidad que se han quitado la vida en los últimos años antes de ingresar en prisión. El último de los suicidios, ocurrido este martes, lo cometió uno de los siete condenados como autores del crimen del cantautor Víctor Jara.

Según explicó el fiscal Claudio Suazo, el hecho ocurrió cuando funcionarios de la Brigada de Derechos Humanos de la Policía de Investigaciones (PDI) se presentaron en la vivienda del brigadier retirado de 86 años para notificarle la resolución judicial y trasladarlo a la cárcel de Punta Peuco, donde debía cumplir la condena de 25 años impuesta por la Corte Suprema por los asesinatos de Jara y Quiroga: 15 por homicidio y 10 por secuestro calificado.

“El morador de dicho inmueble tomó un arma de fuego, efectuándose un disparo que le provocó la muerte en el mismo domicilio”, detalló el fiscal antes de contar que minutos después llegó al mismo lugar la Brigada de Homicidios y el Laboratorio de Criminalística de la PDI para realizar las pericias respectivas, con las que descartaron participación de terceros.

La defensa de Chacón Soto sostuvo que el brigadier era en aquellos días de brutal represión, tras el golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet, un simple mayor del Ejército que cumplió únicamente la función de custodiar el perímetro externo del Estadio Chile, un recinto deportivo cerrado donde fueron hacinadas 5.000 personas detenidas a partir del 11 de septiembre y en el que cinco días después fue asesinado Jara.

Sin embargo, el fallo asegura que tenía conocimientos tácticos y de inteligencia, “condiciones que le permitieron intervenir directamente en el desarrollo de los interrogatorios” que realizaban en los vestuarios, “así como en el proceso de clasificación de los detenidos”.

De acuerdo con el argumento, participaba en la decisión de quiénes eran separados para ser llevados a interrogatorios y, finalmente, en “el destino último de estos, siendo de toda evidencia que al interior del Estadio Chile existía un orden impuesto por la estructura rígida del mando existente”.

“Varios testimonios corroboraron que este participó en las labores de selección, reportando las mismas a sus superiores, por lo que resultaron no creíbles ni verosímiles sus dichos en cuanto sostuvo solo haber custodiado el perímetro externo del recinto, funciones que no se condicen con su alto grado, ni con los diversos elementos de convicción reunidos”, agrega la sentencia.

“Portaba a la época una pistola STEYR calibre 9 milímetros, armamento plenamente coincidente con la descripción técnica de las lesiones que, según los antecedentes forenses, causaron la muerte de Jara Martínez y Littré Quiroga”, concluye.

Los dos primeros suicidios

El 28 de setiembre de 2013 se suicidó el general de Policía Odlanier Mena, exjefe de la Central Nacional de Informaciones (CNI), la policía secreta de Pinochet.

El primer militar en suicidarse fue el general del Ejército Hernán Ramírez Rurange, condenado a prisión en agosto de 2015 por secuestro y asesinato del agente CNI Eugenio Berríos.