Gran Orquesta de Domínguez sufre grave accidente
Mundo

Ejecutan a hombre en Singapur por complicidad en el tráfico de 1 kilo de marihuana

El hombre fue ahorcado durante la madrugada de este miércoles 26 de abril, pese a las súplicas de clemencia de su familia. El país asiático tiene una de las leyes antidrogas más estrictas del mundo.

Tangaraju fue acusado y condenado por conspiración para traficar drogas por el tribunal de Singapur. Foto: captura/@Kokilaparvathi/Twitter
Tangaraju fue acusado y condenado por conspiración para traficar drogas por el tribunal de Singapur. Foto: captura/@Kokilaparvathi/Twitter

Singapur ejecutó este miércoles 26 de abril en la horca a un preso condenado por conspirar para traficar con un kilogramo de marihuana, acción calificada de "escandalosa" por organizaciones de derechos humanos y que la ONU pidió detener por dudas sobre las garantías del proceso judicial.

"Pese a todos nuestros esfuerzos y nuestra lucha durante los pasados años para que mi hermano tuviera un juicio justo, el Gobierno (singapurense) ha mostrado no tener piedad", denunció hoy en un comunicado Leela Suppiah, hermana del ejecutado, Tangaraju Suppiah.

Singapurense de origen tamil, Tangaraju fue ahorcado. Este es el método empleado por la ciudad-estado asiática. Ocurrió alrededor de las 6.00 de la mañana hora local (22.00 GMT) en la prisión de Changi, tras haber sido condenado a muerte en 2018 por "ser cómplice en una conspiración para traficar" con un kilo de marihuana de Malasia a Singapur cinco años antes.

Las autoridades singapurenses desoyeron los llamamientos tanto de la familia de Tangaraju, que había pedido clemencia en una carta enviada el domingo a la presidenta, Halimah Yacob, como de ONG e incluso de la Agencia de la ONU para los Derechos Humanos, la cual urgió, a vísperas del suceso, a que se detuviera la ejecución ante las dudas sobre si el proceso tuvo las garantías necesarias.

Consumidor de marihuana desde la adolescencia, Tangaraju fue implicado en el caso en marzo de 2014, seis meses después de que el intento de contrabando se produjera por un supuesto contacto telefónico con dos personas para introducir el alijo en Singapur. Sobre esto, sus abogados y familia arguyen que nunca vio o tocó dicho material.

Asimismo, sus parientes y activistas han denunciado que el hombre, ejecutado a los 46 años, no recibió el asesoramiento legal adecuado y se le negó acceso a un intérprete tamil cuando fue interrogado inicialmente por la Policía.

"Estamos acostumbrados a ver actos de injusticia, pero, con este, estamos en shock por lo débiles que son las pruebas y lo fácil que resulta enviar a alguien al patíbulo", afirmó el martes a EFE Kokila Annamalai, portavoz de Transformative Justice Collective (TJC), ONG local que pide la derogación de la pena capital.

Por su parte, el Ministerio de Interior isleño indicó ayer, en un comunicado, que "Tangaraju fue representado por asesores legales durante todo el proceso judicial" y que "las pruebas indican que él fue quien coordinaba la entrega de las drogas".

Singapur: ante todo, mano dura

Su ejecución es la primera en lo que va de año, después de que, en 2022, Singapur batiera récords ahorcando en pocos meses a once presos, incluyendo a un traficante de heroína con discapacidad intelectual, lo que también suscitó las críticas de la comunidad internacional y las peticiones para que la isla revise su enfoque.

Pero la próspera ciudad-estado, cuya eficacia regulatoria y soporte a la innovación han aupado como centro financiero regional, lleva a gala su mano dura contra el narcotráfico y otros delitos en procesos criticados por grupos de derechos humanos, dado su opacidad y primitivismo, con latigazos y la horca entre sus métodos punitivos.