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Jenaro Gajardo, el caso del excéntrico poeta chileno que quiso comprar la Luna

Luego de la supuesta compra, el autor afirmó que el entonces presidente de Estados Unidos le había pedido permiso para que los astronautas ingresaran a dicho territorio.

Gajardo fue el sexto de 10 hermanos y 'dueño' de la Luna hasta su muerte en 1998. Foto: composición LR/captura de YouTube/Canal13/AFP
Gajardo fue el sexto de 10 hermanos y 'dueño' de la Luna hasta su muerte en 1998. Foto: composición LR/captura de YouTube/Canal13/AFP

El nombre de Jenaro Gajardo Vera causó una gran sorpresa alrededor del mundo luego de que asegurara que en el año 1954 había registrado la Luna a su nombre, incluso afirmó que el presidente de Estados Unidos de ese momento le pidió permiso para que la misión Apolo viaje al suelo lunar hace 53 años.

Nacido en Traiguén, Chile, el autor se hizo mundialmente popular en la década de los 60 luego de su insólita historia, en la que señalaba ser el dueño legal del satélite terrestre, lo que hizo que su caso llegara a diversos medios nacionales e internacionales, más aún con la misión Apolo 11.

La versión más difundida apunta que Gajardo, quien era poeta y abogado, quería ingresar al Club Talca, en Chile, una zona que agrupaba a los hombres más acomodados e ilustrados de la ciudad. No obstante, contó que le negaron el acceso porque no tenía una propiedad a su nombre.

El hombre, decepcionado por lo ocurrido, habría enfocado sus ojos al cielo y captó la imagen de la Luna, la cual sirvió para que se le ocurriera la gran idea que lo haría famoso: registrar el astro a su nombre.

Sin embargo, existe otra versión publicada el 15 de marzo de 1969, en una entrevista con un diario nacional en la que se difunde que Gajardo creó la Sociedad Telescópica Interplanetaria de Talca, una organización que pretendía dar la bienvenida a los primeros extraterrestres que llegaran al país sudamericano.

“Para afianzar el prestigio del grupo, a la vez que darle fama, decidí inscribir el satélite lunar a mi nombre. Hice todo el papeleo legal correspondiente y cumplí con todos los requisitos que exige el artículo 58 del Conservador de Bienes Raíces de nuestro país”, manifestó al respecto.

A pesar de todo, ambas historias coinciden en que habría inscrito la Luna. “Jenaro Gajardo Vera, abogado, poeta, es dueño desde antes del año 1857, uniendo su posesión a la de sus antecesores del astro, satélite único de la Tierra, de un diámetro de 3.475,00 kilómetros denominado Luna y cuyos deslindes por ser esferoidal son: norte, sur, oriente y poniente. Fija su domicilio en calle 1 Oriente 1270 y su estado civil es casado (...). Talca, 25 de septiembre de 1954″, precisó su testamento.

De otro lado, Sergio Gajardo, sobrino nieto de don Jenaro, manifestó que “él siempre fue medio excéntrico”. “Era un poeta, escritor, él las hacía todas”, añadió. Además, acotó que su familia “nunca estuvo en duda porque había papeles que demostraban lo que había hecho”.

Investigación desmiente el caso de Jenaro

En el año 2019, una investigación del medio chileno T13 exhibió incongruencias en la historia de Jenaro Fajardo.

Al viajar a Talca, el equipo encargado del caso fue liderado por Rolando Iglesias López, quien es conservador de los bienes raíces de dicho lugar desde 1979, y alegó: “No hay nada, nunca se ha encontrado nada sobre inscripciones de terrenos en la Luna”. De la misma manera, precisó que su caso sería jurídicamente imposible.

“No se puede hacer. Yo no podría hacerlo. Si me traen documentos relacionados a eso, no podría inscribirlo. Yo solo tengo jurisdicción sobre las comunas de Talca y las que están en su entorno”, resaltó Iglesias a dicho medio.

A pesar de que también se realizó una revisión del supuesto archivo correspondiente al año 1954, en el que Gajardo dice que registró el astro a su nombre, no se encontró ninguna mención de ello. Pero sí un documento de compraventa de ese año, el cual precisaba que el poeta adquirió una propiedad, acción que contradice también su versión con respecto a que le habían negado el ingreso al Club de Talca.

Por lo tanto, no existen documentos legales que indiquen que es el propietario del satélite. Finalmente, el escritor falleció un 3 de mayo de 1998, ‘heredando’ el satélite a toda la humanidad.