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El calvario de un hombre al que suplantaron 454 veces su identidad para cometer delitos

Desde hace 3 años, el expolicía denuncia que su identidad ha sido utilizada por delincuentes para cometer estafas. Pide a la autoridad que lo escuche y le brinde ayuda.

Esta situación no le ha permitido a Harold conseguir un trabajo estable, ya que constantemente usan su identidad. Foto y video: capturas de Caracol
Esta situación no le ha permitido a Harold conseguir un trabajo estable, ya que constantemente usan su identidad. Foto y video: capturas de Caracol

Jhon Harold Puello, un expolicía colombiano, vive todo un drama tras descubrir que suplantaron su identidad 454 veces para cometer actos delincuenciales. Desde hace 3 años, la víctima busca ayuda de las autoridades sin encontrar ninguna solución.

“En el 2015, siendo patrullero activo trabajando en Campeche, le pido documentos a una persona y me doy cuenta de que se está identificando con todos los datos míos. Se procede a la captura y después manifiesta que esa cédula la habían comprado en Ecuador por 5.000 dólares”, contó el expolicía.

Cuatro años después comenzó a darse cuenta de que aparecían líneas telefónicas a su nombre. “En Claro, 143 líneas. Después llegó a Movistar, 217. Luego llego a Tigo y me encuentro con 94 y en Wom más de 20 líneas”, explicó.

Como si eso fuera poco, los malhechores utilizan su identidad para cometer estafas a su nombre. Además, le han llegado hasta papeletas de tránsito registradas en Neiva, una ciudad a donde “nunca” ha ido.

“Recientemente, me he enterado de que a una empresa de transportes le incautaron un paquete que había sido enviado con mi nombre desde Cali a San Andrés. Iban unos zapatos llenos de marihuana. Eso está en manos de mi abogada”, señaló.

Mira el video:

Harold mostró a “Noticias Caracol” un escritorio lleno de derechos de petición y denuncias en la Fiscalía, pero asegura que nada prospera y que recientemente una de las investigaciones fue archivada.

“No he podido trabajar. Sinceramente, lo que le pido a la autoridad es que me escuche y que realmente me brinde una ayuda. Yo me acuesto intranquilo porque no sé qué día llega la Policía pateándome la puerta con una orden de captura pensando que yo soy un bandido”, contó el hombre muy consternado.

Esta situación no le ha permitido a Harold conseguir un trabajo estable, ya que constantemente usan su identidad. Teme acabar con una mancha imborrable, pero sobre todo pide que su caso “no sea una noticia más”.

“Estoy poniendo mi cara, me pongo totalmente a disposición de las autoridades competentes para que sean ellos quienes verifiquen que yo estoy trabajando legalmente y me ganó mi sustento con el día a día”, finalizó.