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Tiroteo en Texas: familias de niños sobrevivientes de la masacre solicitan dinero para terapia

Por lo menos, 2 docenas de familias han iniciado colectas para tratar la salud mental de los menores que sobrevivieron a la masacre perpetrada por Salvador Ramos.

La masacre perpetrada por Salvador Ramos dejo 21 muertos: 19 niños y 2 adultos. Foto: EFE
La masacre perpetrada por Salvador Ramos dejo 21 muertos: 19 niños y 2 adultos. Foto: EFE

Tras presenciar la muerte de sus compañeros y de dos maestras durante el tiroteo en Texas, la pesadilla de muchos de los niños que estuvieron en la escuela primaria Robb, durante el ataque, no terminó con el alto al fuego. Una semana después del suceso, sus familias han recurrido a plataformas de financiamiento como GoFundMe para solicitar apoyo económico a fin de cubrir costos de terapia y gastos médicos.

Algunos niños que estuvieron presentes en la masacre perpetrada por Salvador Ramos, de 18 años, tuvieron que fingir sus muertes para sobrevivir al alboroto de unos interminables 90 minutos, hasta que finalmente las autoridades abatieron al tirador.

La página GoFundMe ha compilado casi dos docenas de campañas organizadas por las familias de las victimas y los sobrevivientes, quienes esperan poder pagar los gastos médicos y de terapia para los pequeños.

En una entrevista con CNN, Miah Cerrillo, de 11 años, contó que Ramos le disparó a su maestra tras decirle “buenas noches” y que posteriormente les disparó a sus compañeros. Ella y un amigo llamaron al 911 usando el teléfono de la maestra fallecida y le dijeron al operador: “Por favor, ven... estamos en problemas”.

Durante la entrevista, Miah comenzó a llorar mientras le contaba a CNN que no entendía porque la policía había tardado tanto. Su madre señaló que ahora le cuesta dormir y que se le caen mechones de cabello.

Otro de los niños sobrevivientes se llama Noah Orona, de 10 años, quien recibió un disparo en la espalda y vio cómo acribillaban fatalmente a su maestra mientras protegía a sus alumnos. Según sus padres, el menor habría descrito que fingió estar muerto.

Su padre, Óscar Orona, dijo que cuando llegó a ver a su hijo en el hospital local, Noah se disculpó con él. “Papá, lo siento”, le dijo Noah a su padre. “Tengo sangre en toda mi ropa”, añadió.

En un GoFundMe organizado por la hermana mayor de Noah, Laura Holcek, ella escribió: “Su donación se utilizará para ayudar a nuestro pequeño a recuperarse del trauma mental que ha quedado en él, entendiendo que no son solo heridas físicas, sino también el haber presenciado el sufrimiento de sus amigos, compañeros de clase y sus amados maestros”.

Samuel Salinas, un estudiante de cuarto grado que sobrevivió al tiroteo, relató el evento traumático a ABC News el miércoles.

“Me hice el muerto para que no me dispare”, dijo Samuel. “Le disparó a mi maestro, luego les disparó a los niños. Creo que me estaba apuntando. Supongo que una de las sillas estaba allí, así que la bloqueó y [cayeron] pedazos en mi pierna”.

“No me siento seguro yendo a la escuela”, dijo a ABC News. “Me siento herido y, a veces, por la noche, tengo pesadillas”.

El viernes, el gobernador de Texas, Greg Abbott, prometió que los sobrevivientes del tiroteo recibirían servicios gratuitos de salud mental, pero muchos se muestran escépticos después de que el funcionario recortara el presupuesto del departamento estatal que administra dichos programas hace unos meses.