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Lucía Dammert, la socióloga de origen peruano presentada como jefa de asesores de Boric

La socióloga nacionalizada chilena liderará a los asesores en materia de estrategia, contenidos y seguimiento de las políticas de gobiernos del mandatario electo de Chile, Gabriel Boric, quien asumirá el cargo en marzo.

La socióloga Lucía Dammert es hija de Manuel Dammert, congresista peruano por 18 años que inició su trayectoria en el Partido Comunista Revolucionario, y la socióloga Flor Guardia. Foto: Universidad de Santiago de Chile
La socióloga Lucía Dammert es hija de Manuel Dammert, congresista peruano por 18 años que inició su trayectoria en el Partido Comunista Revolucionario, y la socióloga Flor Guardia. Foto: Universidad de Santiago de Chile

Lucía Dammert, socióloga e hija de una importante figura de la izquierda peruana, ha conseguido una notoria trayectoria académica y como consultora en materias de seguridad. Continuando con los desafíos, incursionará por segunda vez en la política de Chile, con el importante cargo de jefa de asesores del presidente electo Gabriel Boric.

Dammert, dedicada a temas de seguridad, crimen y gobernabilidad en Latinoamérica, llegará al juego de poder del Palacio de Gobierno tras haber cumplido múltiples roles en la campaña de Gabriel Boric, donde llegó por su reconocida trayectoria académica.

Presentación de Lucía Dammert

En el primer encuentro de Boric con sus futuros ministros, Dammert fue presentada como jefa de asesores del futuro presidente Gabriel Boric, rol en el cual dirigirá una parte de lo que se ha conocido históricamente como el Segundo Piso, detalló el portal Ex-Ante.

Específicamente, será quien liderará a los asesores en materia de estrategia, contenidos y seguimiento de las políticas de gobierno, mientras el jefe de gabinete, Matías Meza-Lopehandía, será quien gestionará a todo el Segundo Piso —por ejemplo, a asesores en temáticas como La Araucanía—, después de que Boric innovara en la estructura de esa repartición

El debut de Dammert se produjo en la reunión en la que Boric trabajó con su gabinete la estrategia y prioridades para su primer año de administración. El futuro ministro de Hacienda Mario Marcel abordó el complicado escenario económico y la necesidad de producir un mayor crecimiento.

En el núcleo del próximo Gobierno chileno saben que lo anterior determinará las posibilidades de cumplir el programa.

La diputada comunista Camila Vallejo, futura vocera del Gobierno de Boric, anunció que la peruana será parte del equipo presidencial. Foto: Lucia Dammert Twitter

La diputada comunista Camila Vallejo, futura vocera del Gobierno de Boric, anunció que la peruana será parte del equipo presidencial. Foto: Lucia Dammert Twitter

Hija de un histórico de la izquierda peruana

La socióloga originaria de Perú tiene 50 años y es hija de Manuel Dammert —congresista peruano durante 18 años, que comenzó su trayectoria en el Partido Comunista Revolucionario— y la socióloga Flor Guardia.

“Ellos tenían militancia de izquierda en un país en el que a los indígenas se les pegaba. Fuimos criados en una familia en la que, aunque tuviéramos apellido alemán, rubios y ojos claros, nunca participamos de nada que no fuera popular. Pertenecimos a una élite política, pero no con el poder económico”, contó.

Vivió hasta los 19 años en Perú, después fue a estudiar sociología a la Universidad de Cuyo (Argentina) y luego un máster en Planificación Urbana en la Universidad de Pittsburgh en Estados Unidos.

Llegada a Chile

Lucía Dammert se graduó como Doctora en Ciencia Política en la Universidad de Leiden (Holanda) cuando ya había llegado a Chile en el 2000, por el trabajo de su exesposo. Además, tuvo trayectoria académica en la Universidad de Chile y la Usach, y se especializó en consultorías de seguridad a gobiernos de Argentina, México, Perú y la Organización de los Estados Americanos (OEA). En 2013 se nacionalizó chilena.

Su investigación y asesoría se ha enfocado en crimen y gobernabilidad, violencia urbana, inequidad urbana, reformas policiales, conflictividad social. En 2017-2020 conformó el Consejo Asesor en Desarme de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Bacheletismo y complejo paso por Ministerio del Interior

Luego se convirtió en consejera clave de congresistas de centroizquierda que integraban la comisión de seguridad, conformada por Jorge Burgos (Democracia Cristiana), Felipe Harboe y Carolina Tohá (Partido por la Democracia).

Su nombre llegó al equipo programático de la exmandataria Michelle Bachelet por referencias de Gonzalo Tapia, sociólogo cercano a Mahmud Aleuy, y Paula Pacheco —hija del exministro Máximo Pacheco— y después jefa de gabinete del subsecretario del Interior.

Alberto Arenas, encargado del programa y luego ministro de Hacienda, la conocía de cenas académicas mientras ella estudiaba en Pittsburgh y él en Seattle. Su nombre llegó así a oídos de Aleuy, quien la nombró jefa de asesores, pero en 2016 Dammert renunció, por duras fricciones con el equipo de Aleuy.

Autoridades del ministerio valoraban su experiencia en seguridad y rigor académico, pero en algunos equipos su figura causó resentimiento: Dammert hablaba de legislación y destreza comparada, mientras ocurrían coyunturas de seguridad, recuerdan quienes trabajaron en la entidad.

En medio de la presión de algunos por su salida, Burgos —entonces ministro del Interior— la sumó a su equipo, tras quedar asombrado con sus contactos en un viaje a suelo estadounidense.

Pero su situación se volvió más compleja cuando fue aprehendido Daniel Cancino, exagente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) condenado por DD. HH., y padre de la pareja que tenía entonces Dammert: el episodio detonó algunos roces en las policías, que acudían a reuniones en La Moneda en que ella estaba.

A pesar que las autoridades del Ministerio del Interior la defendieron, alegando que no podía ser responsable por el pasado de su suegro, el fastidio que le produjeron esos episodios provocó que ella optara por dejar el cargo, aseguran cercanos.

En diálogo con el periódico El Mercurio, Dammert señaló: “Tengo que pagar muy pocas culpas por el papá de mi expareja (…) Yo decidí entrar (a Interior) porque pensé que la cooptación política de las policías, su total autonomía, o los bajísimos técnicos iban a cambiar, pero me equivoqué. Al darme cuenta de eso dejé el Gobierno”.

“Aprendí que, si uno no es militante de partido, puede hacer bien poco en un Gobierno. Aprendí lo retorcida que es la política. No tengo la piel tan dura para tantas deslealtades. He conocido a muchos presidentes y gente poderosa, y el poder político no es lo que me seduce”, expresó en otra oportunidad.

De ese entorno, en la actualidad mantiene contacto con Paula Pacheco y con Eduardo Vergara (PPD), designado subsecretario de Prevención del Delito, quien también trabajó en Interior.

Aparición en el núcleo de Gabriel Boric

Su llegada a la campaña de Boric fue el primer hito de la estrategia del candidato izquierdista de ampliarse a independientes de la sociedad civil, pero estaba pavimentada por antiguos vínculos del diputado Giorgio Jackson con Dammert desde 2014.

Siendo ella asesora de Interior, el futuro ministro de la Secretaría General de Gobierno (SEGPRES) se le acercaba en el Congreso para aprender sobre materias de seguridad; conversaciones que se dieron cuando ella salió del Ministerio del Interior.

Desilusionada de su paso en la Nueva Mayoría y entusiasmada por lo que veía como una renovación, aseveran cercanos, cooperó en RD cuando requerían militantes para inscribir la candidatura de Beatriz Sánchez en 2017 y a partir de esos puentes, Dammert llegó al radar del próximo jefe de Estado.

En materia de seguridad —área en la que Boric ahondó en segunda vuelta, tras admitir que no priorizó esa materia en primera vuelta— uno de los ejes que Dammert dialogaba con Jackson es la reforma a Carabineros.

Quienes trabajaron con ella en Interior sostienen que su visión de la institución es crítica. En público, ha llamado a profundos cambios, como disminuir fuertemente espacios de autonomía.