Mundo

Un maestro en EE. UU.: “Perdí mi empleo como profesor por rechazar la vacuna contra la COVID-19”

El movimiento en contra de las vacunas está presente en varias ciudades de Estados Unidos. Una de ellas es Connecticut, lugar donde vive el profesor.

Kahseim Outlaw perdió su trabajo por negarse a recibir la vacuna. Foto: BBC
Kahseim Outlaw perdió su trabajo por negarse a recibir la vacuna. Foto: BBC

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha impuesto a los empleadores de su país que no permitan que trabaje a quien no se encuentre vacunado contra la COVID-19. Varios estados ya lo están aplicando, tal es así que un maestro ha sido despedido en Wallingford (Connecticut) debido a su rechazo por vacunarse.

Este es el caso de Kahseim Outlaw, quien fue nombrado Maestro del Año en la escuela secundaria donde laboraba un año atrás. Según cuenta a la BBC, su trabajo iba bien, sin embargo, en sus ideales no consideraba que debería ponerse la vacuna y que las autoridades locales lo obliguen.

“No utilizo ningún tipo de ingredientes sintéticos en mi vida, ya sea con fines medicinales, suplementarios o alimenticios. Entonces, la idea de vacunarme es algo que va directamente en contra de la forma en que vivo mi vida”, narró para la BBC.

De acuerdo a su propio testimonio, le propusieron realizarle pruebas cada semana, pero también se opuso, pues lo vio como “un procedimiento médico innecesario e incómodo’'.

Asimismo, asegura que tuvo el virus SARS-Cov-2 y había aceptado someterse a una prueba de anticuerpos para así evidenciar que tiene las células protectoras. Sin embargo, sus jefes no aceptaron tal alternativa, ya que Outlaw se mantendría cerca de los estudiantes durante las clases.

Frecuentemente, hay manifestaciones en contra de las vacunas. La semana pasada, hubo una en Concord, New Hampshire (Nueva Inglaterra, EE.UU.). Dentro del grupo, habían personas que vestían uniformes de enfermeras. En conversación con la BBC, declararon que estarían dispuestas a aceptar la renuncia en sus puestos de trabajo.

“Mis creencias son religiosas. El creador me dotó de un sistema inmunológico que me protege. Si me enfermo, es un acto de Dios. No tomaría un medicamento que afecte al sistema inmunológico”, dijo Leah Cushman, una de las enfermeras.