The Economist: Castillo encarna el cambio en un país que lo pide a gritos, pero su victoria plantea otros riesgos
Dos artículos publicados en la revista de economía más importante a nivel global abordan el escenario y los desafíos de una virtual presidencia del candidato de Perú Libre.
En medio de la tensión y la polarización extrema, The Economist, la revista de economía más importante a nivel global, ha publicado dos artículos sobre la coyuntura peruana de cara a una virtual presidencia de Pedro Castillo. Los textos llegan, además, mientras Keiko Fujimori moviliza a sus seguidores a las calles para denunciar “fraude” y “hechos muy graves” en el escrutinio.
“A Perú le gusta elegir a los forasteros. Pero ninguno tenía tan poca experiencia política o conocimiento del mundo, o se encontraba en una plataforma de izquierda tan radical como Castillo”, se lee en los primeros párrafos de un artículo inicial publicado el jueves 10 de junio.
“Castillo encarna el cambio en un país que lo pide a gritos (…) Suponiendo que se confirme su victoria, enfrenta un acto de equilibrio casi imposible de tratar de gobernar pragmáticamente para la mayoría mientras mantiene feliz a su base radical”, continúa The Economist.
Para la publicación, los signos “de moderación” del líder de Perú Libre pueden significar “un choque temprano con su propio partido”, fundado por Vladimir Cerrón, “un médico admirador del comunismo cubano y la dictadura de Venezuela”.
“Para gobernar con eficacia, Pedro Castillo tendría que mirar más allá de sus asesores actuales. Los primeros imperativos para el nuevo equipo serán manejar la pandemia y asegurar la recuperación económica”, continúa el texto.
Además, “es probable que el mayor dolor de cabeza político de Castillo sea el nuevo Congreso, que tiene una mayoría conservadora”. En ese sentido, el izquierdista “haría bien en evitar una colisión constitucional y conformarse con lograr algunas de las muchas reformas que su país necesita”.
Pedro Castillo, quien mantiene una ligera ventaja en el lento escrutinio ante Keiko Fujimori, “representa un grito por la justicia social del Perú que se ha sentido dejado atrás, particularmente durante la pandemia”, aunque su “victoria plantea otros dos riesgos”, vuelve a referirse The Economist en un texto del último sábado 12 de junio.
El primero es que siga “el guion populista de izquierda en el que hizo campaña: la nacionalización de las minas y la convocatoria de una asamblea constituyente para redactar una nueva constitución que podría permitirle tomar el poder casi absoluto, como hizo (Evo) Morales”.
Y el segundo, que instaure un “Gobierno débil e incompetente que destruya los cimientos de la estabilidad económica y provoque una prolongada crisis de confianza”. En todo caso, recalca la revista, “la esperanza es que Castillo se dé cuenta de que para gobernar el país con éxito necesita apelar a la mitad que lo rechazó”.
“Para lograr el mejoramiento que quiere en la vida de los peruanos más pobres del interior, se requiere una economía creciente y sustentable (...) Cómo llegó Perú aquí es una lección de cómo desperdiciar el progreso (...) Diversificar la economía lejos de la minería requiere invertir más en personas, innovación e infraestructura”, añade el informe.
“La polarización, la fragmentación y el populismo también están afectando a los gigantes de América Latina, Brasil y México. Pero el caso de Perú, con 18 candidatos en la primera ronda, y luego una elección entre dos extremos en la segunda, es especialmente severo. Puede que todavía exista una mayoría moderada” en esta nación, finaliza The Economist.
¿Cómo van las Elecciones 2021 en Perú?
Este domingo 13 de junio, Perú cumplió una semana sin saber quién será su nuevo presidente. Pedro Castillo aventaja a Keiko Fujimori por 49.000 votos —50,14% versus 49,86% de Fujimori― tras escrutarse el 99,93% de las mesas de sufragio del balotaje, que la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) consideró limpio y sin “graves irregularidades”.
El líder de Perú Libre se siente ganador y pidió a los suyos la noche del sábado “paciencia” y “serenidad”. También instó a “no caer en la provocación, ya que estamos en un momento crítico”.
El JNE, que revisa el escrutinio del órgano electoral (ONPE) y proclama al vencedor, está bajo presión de los partidarios de ambos candidatos, que diariamente se manifiestan afuera de su sede en el centro de Lima.
En esta jornada hubo una suerte de pausa en las disputas electorales y el JNE publicó la distribución de los 130 escaños del Congreso que acompañará al futuro presidente, elegido en paralelo a la primera vuelta presidencial, el 11 de abril.
Con información de AFP.