Malasia impone restricciones en todo el país por una nueva ola de la COVID-19
Se trata de una de las naciones más afectadas por la pandemia en el sudeste asiático. Las restricciones en actividades sociales y de viaje aplican hasta el próximo 7 de junio.
Este miércoles 11 de mayo, las autoridades de Malasia impusieron nuevas restricciones a las actividades sociales y de viaje en todo el país hasta el próximo 7 de junio, ante una nueva ola de la COVID-19.
Las restricciones fueron anunciadas en un comunicado del primer ministro, Muhyiddin Yassin, quien afirmó que el aumento de los casos y la detección de la variante india del coronavirus ha provocado una gran presión en el sistema sanitario.
El país, uno de los más afectados por la pandemia en el sudeste asiático, suma más de 444.000 contagios y 1.700 muertes desde el inicio de la pandemia.
Las medidas no afectan a la mayoría de las empresas, pero los restaurantes no podrán acoger clientes y se prohíben actos sociales multitudinarios, al tiempo que tampoco se permiten los viajes entre distritos y estados, salvo por motivos de trabajo o salud.
Las restricciones han sido aprobadas en vísperas de la celebración del Hari Raya Aidilfitri, cuando los musulmanes vuelven a sus casas en el final del ayuno del Ramadán.
Se trata de la tercera vez que el país impone restricciones debido a la COVID-19, aunque menos severas que las aprobadas en marco de 2020 y los meses de enero y febrero de este año.
La pandemia afectó especialmente a los inmigrantes, incluidos los que trabajaban en las fábricas del mayor fabricante de guantes de látex del mundo, Top Globe, que en noviembre tuvo que cerrar 28 plantas en Malasia debido a un brote.
Las autoridades malasias comenzaron pronto a negociar la adquisición de vacunas contra la COVID-19 y han acordado recibir hasta 32 millones de dosis de la fabricada conjuntamente por las farmacéuticas Pfizer (EEUU) y BioNtech (Alemania).
Además, la empresa farmacéutica malasia Pharmaniaga llegó a un acuerdo con la china Sinovac para recibir y distribuir 14 millones de vacunas.
El objetivo del Gobierno es vacunar al 80% de sus 32 millones de habitantes para febrero de 2022.
Sin embargo, el ritmo de la campaña va más lento de lo provisto por los problemas de abastecimiento y hasta ahora han inoculado solo a cerca de 1 millón de personas, lo que representa el 3% de la población total.