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Bill Gates preocupado ante posible brote de malaria agravado por la COVID-19

Según el cofundador de Microsoft, solo en África subsahariana, el mal alcanzaría niveles de mortalidad no vistos desde el 2000. "Los mosquitos no usan mascarillas", apuntó.

Foto: AFP.
Foto: AFP.

Bill Gates, cofundador de Microsoft, ha mostrado su preocupación ante un posible brote mundial de malaria que puede agravarse debido a la pandemia del coronavirus, si no se implementan políticas gubernamentales.

“Los mosquitos no practican el distanciamiento social. Tampoco usan mascarillas. A medida que la COVID-19 se propaga por el mundo, es importante recordar que el animal más mortífero no se ha tomado un descanso”, escribió el multimillonario en un artículo publicado en su blog.

La malaria, escribió Bill Gates, arrebata la vida de un niño cada dos minutos diariamente. “La mayoría de estas muertes ocurren en los países más pobres con los sistemas de salud más débiles”.

De acuerdo al empresario, en estas naciones vulnerables “es probable que los casos de coronavirus alcancen su punto máximo en el peor momento posible: el apogeo de sus temporadas de transmisión” de este mal, causado por un mosquito.

“No hay elección entre salvar vidas de COVID-19 o salvar vidas de malaria”, enfatizó Bill Gates e hizo hincapié que solo en África subsahariana, la letalidad alcanzaría niveles “no vistos desde 2000″, cuando murieron 764.000 personas.

El magnate señaló que la pandemia ha causado problemas en muchas regiones africanas con respecto al suministro de mosquiteros, medicamentos esenciales y pruebas rápidas.

Su advertencia ocurre cuando el coronavirus ha provocado al menos 793.847 muertos en el mundo desde que la oficina de la OMS en China dio cuenta de la aparición de la enfermedad en diciembre. Asimismo, más de 22.734.900 personas en 196 países o territorios contrajeron la enfermedad. De ellas al menos 14.298.000 se recuperaron, según las autoridades.

Esta cifra de casos diagnosticados positivos sólo refleja una parte de la totalidad de contagios debido a las políticas dispares de los diferentes países para diagnosticar los casos. Algunos sólo lo hacen con aquellas personas que necesitan una hospitalización y en gran cantidad de países pobres la capacidad de testeo es limitada.