Abuela de sujeto tiene coronavirus y este escupe a los policías que le exigieron el uso de mascarilla
Nueve policías en Argentina quedaron en cuarentena por la irresponsabilidad de un hombre en medio de la expansión por el COVID-19.
Lo que parecía ser una simple pelea familiar en un barrio de Argentina se convirtió en una completa pesadilla. Nueve policías deben cumplir el aislamiento obligatorio por temor a estar infectados de coronavirus.
Todo ocurrió a las 5 de la mañana en la localidad Marsella, de Lomas de Zamora. Una llamada de auxilio al 911 alertó a los policías de una pelea en la puerta de una casa y dio las coordenadas para su rápida ubicación.
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Cuatro patrulleros se acercaron a la escena y encontraron una discusión familiar entre dos hermanos que había terminado a golpes. Cuando la Policía se acercó para calmar la situación, uno de los hombres salió a agredir a los agentes y terminó detenido.
Según los vecinos, estaba bajo los efectos del alcohol. Trasladaron al detenido a la Comisaría séptima de Lomas de Zamora, pero después de una hora la madre apareció y dio una grave noticia. “Nosotros estábamos en cuarentena obligatoria porque mi madre está internada con coronavirus”, sentenció.
Inmediatamente, la Policía llamó al Hospital Gandulfo para corroborar la historia. Efectivamente la abuela del detenido había dado positivo para coronavirus y permanecía internada desde hace unos días.
Los uniformados intentaron aislar al detenido y le exigieron el uso de mascarilla, pero se negó. Cuando los policías de la Comisaría 7° insistieron, el hombre comenzó a escupirlos, a sabiendas que los podían contagiar de COVID-19. Después, lo trasladaron al hospital para que sea sometido a la prueba de descarte.
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Actualmente, los nueve policías que tuvieron contacto con el sospechoso acatarán una cuarentena, no trabajarán y serán separados de sus familias. “Algunas de las mujeres agentes tienen hijos chiquitos y no podían volver a sus casas”, comentaron los testigos a Infobae.
Lo castigan
Debido a la irresponsabilidad del detenido, el juez Federico Villena imputó al acusado por resistencia a la autoridad y por haber violado el artículo 202 del Código Penal, que castiga “con reclusión o prisión de tres a quince años el que propagase una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas”, concluyó.