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Mujer de 36 años muere con síntomas de COVID-19: dijeron que “no era prioridad”

La paciente presentaba tos, fiebre alta y dolores severos en el pecho, pero los paramédicos que acudieron a su domicilio no quisieron hospitalizarla y solo le recomendaron aislarse.

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Una mujer de 36 años falleció en su domicilio de Londres, Inglaterra, con síntomas del COVID-19. Según denunció su esposo, el hecho ocurrió un día después de que unos paramédicos la revisaran y decidieran no llevarla al hospital por no ser una caso de “prioridad”.

Kayla Williams, madre de tres hijos, murió el pasado 21 de marzo. Presentó síntomas del coronavirus como tos, fiebre alta y dolores severos en el pecho y en el estómago. No obstante, solo se le recomendó guardar reposo en casa.

Según detalla The Guardian, el informe de los paramédicos que visitaron a la paciente indica que se trata de un presunto caso de coronavirus. Pese a ello, Fabian William, esposo de la occisa, asegura que no fue comunicado sobre lo que sucedía.

“Llamé al 999 porque mi esposa estaba sin aliento, estaba vomitando y tenía dolores de estómago. Mientras hablaba con ellos, ella estaba empeorando y me dijeron que la pusiera en el piso y que aplastara su cuerpo”, cuenta.

El paramédico llegó a su domicilio al promediar las 8:30 a. m., revisó a la mujer por un rato y luego se fue. “Ella me dijo que el hospital no la llevará, que no es una prioridad. No se quedó mucho tiempo y salió a escribir su informe y lo publicó por la puerta ”, asegura Williams.

Al día siguiente la condición de su esposa empeoró. Él la atendió en lo que pudo y luego se fue a descansar. Para cuando despertó, fue a ver a su esposa en su habitación y la vio con la cabeza gacha.

“Ella ya estaba muerta”, dijo. “La puse en el suelo, porque eso es lo que me habían dicho que hiciera antes, y llamé de nuevo al 999 y me dijeron que le pusiera la mano en el pecho y bombeara su pecho”, explica el hombre.

Poco después llegaron a su auxilio una ambulancia y tres autos, intentaron reanimarla, pero no lo lograron. La Policía también se acercó a su domicilio y registraron el caso sin entrar a la casa.

Una hora después llegó un director de funeral. “Se pusieron trajes forenses completos afuera, con máscaras completas, viseras y guantes. También se cubrieron los pies. Es cuando pensé: ¿Qué esta pasando? Esto no está bien '”, recuerda Williams.

La funeraria realizó todos los procedimientos necesarios en una muerte por enfermedad infecciosa, declara el esposo de la víctima. “No he sabido nada desde entonces. Me dejaron aquí y me dijeron que debía aislarme. No me han dicho nada más", agrega.