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La desgarradora historia del hombre más inteligente de la historia [VIDEO]

Su coeficiente intelectual era de 300; sin embargo, fue marginado de la comunidad científica por ser ateo y socialista.

William James Sidis nació el 1 de abril de 1898 en Estados Unidos y fue considerado el hombre más inteligente de la historia. A tal punto que a los ocho años podía hablar y comprender el latín, hebreo, ruso, alemán, turco, francés y armenio.

Fue hijo de dos migrantes judíos de nacionalidad rusa y, tan solo un año y medio después de nacer, se daba el tiempo para leer el periódico The New York Times.

Esta historia la narró su madre, llamada Sarah, cuando el pequeño le pidió una hoja del diario estadounidense y la leyó en voz alta.

Cuando William no estaba ni en proyección, sus padres aún eran jóvenes y desarrollaron un plan: tener un hijo y estimularlo para que sea genio.

“Conducimos la mente del niño por canales estrechos atrofiando y deformando su mente hacia la mediocridad. Si él se desenvuelve en los rígidos moldes del hogar y la escuela, el resultado será una permanente mutilación de su originalidad y genio”, indicó en su momento el padre del menor, Boris.

Otro de los factores por los cuales consideraron a este niño como el más inteligente del mundo, fue por su coeficiente intelectual, debido a que tenía 300; considerando que las personas dotadas suelen tener entre 121 y 130.

Al crecer, William aprobó el tercero de primaria en tres días. Además, llegó a escribir cuatro libros entre los 4 y 8 años. Incluso fue admitido en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y, cuando cumplió 11, ingresó a la Universidad de Harvard. Al tener 16, se graduó de médico.

Fue tan inteligente que logró inventar su propio idioma, el vendergood, que se basó en el griego y en el latín.

No obstante, la comunidad científica lo marginó por dos razones: ser socialista y ateo. A ello, hay que añadirle que empezó a sufrir los primeros síntomas de una enfermedad que le generaba dolores de cabeza que lo afectaban a diario.

Como nada es perfecto, William indicó en alguna oportunidad que la única manera de lograr una vida digna era a "través del aislamiento, de la soledad”. Esto, debido a que “siempre ha odiado a las multitudes”.

De un día a otro, escapó de su vivienda, se cansó de sus padres y empezó a vivir tranquilo. Tiempo después volvió a su casa, pero seguía sufriendo por la soledad. Llegó a tener siete carreras universitarias, pero permanecía encerrado en su departamento, ubicado en Boston.

Sidis pudo conocer el amor cuando vio en una manifestación política a Martha Foley. A pesar que era tan tímido, salieron un par de veces; pero no sabía qué hacer con ella. Para contrarrestarlo, le preguntó a su padre para pedirle consejos, pero Boris le recomendó que no la vea nunca más.

Lamentablemente, dejó de ver a sus seres queridos y falleció por una embolia cerebral el 17 de julio de 1944. Cuando inspeccionaron el departamento, vieron el cuerpo del sujeto junto a la foto de Foley.