Jenny, la niña de 9 años que sacrificó su vida para salvar a un bebé de un tiroteo
Jenny no lo pensó dos veces y cubrió con su cuerpo a Michael, de entonces 10 meses, para salvarlo. Ella murió, pero él, ahora de 17 años, la recuerda y le dedica todos sus logros.
Michael Becerril representa el legado que una niña de 9 años dejó al morir. Él tenía apenas 10 meses cuando un tiroteo se desató en medio del patio de su casa, en Las Vegas, Estados Unidos. Su destino hubiera sido otro si no fuera por Jenny Estrada, quien se sacrificó para salvarlo.
Han pasado 17 años desde entonces y ahora Michael afirma que disfruta cada día de su vida pensando en Jenny y agradeciéndole por su heroico acto. Durante su graduación, en julio pasado, le dedicó su logro y siempre porta en su billetera una foto de ella, a quien considera su ángel.
Actualmente el adolescente quiere ingresar a la infantería de la marina, con la intención de ayudar a quienes más lo necesitan. Según afirma él, esta es la manera en que pretende honrar a Jenny.
Víctimas de la violencia
En 2002, doña Celia llegó a San Francisco con su bebé de pocos meses de nacido tras escapar de la violencia doméstica de la cual era víctima en su país de origen. Ahí conoció a Nahomy, también de origen latino y madre soltera, quien le abrió las puertas de su casa, en Las Vegas, para hospedarla.
Ambas se hicieron amigas incondicionales y se apoyaban mutuamente, ya que tenían historias similares. En tanto, los cuatro hijos de Nahomy adoptaron al bebé de Celia, Michael, como un hermano más.
Sin embargo, el 7 de septiembre significó para ambas familias el día más triste de sus vidas. Los niños estaban jugando en el patio de la casa y Michael, de entonces 10 meses, se encontraba en su andador debajo de un árbol.
Inesperadamente, un sujeto montado en una bicicleta entró donde se encontraban los niños para esconderse de las amenazas de otro hombre con quien había tenido una riña. Se desató un tiroteo y Jenny, la hija de 9 años de Nahomy, falleció.
El ángel de Michael
Con mucho dolor, doña Celia relata a Primer Impacto que Jenny hubiera sobrevivido si no fuera porque salvó a su hijo. Cuando el tiroteo se desató, todos los niños corrieron, pero la menor vio que Michael estaba en el andador y regresó por él.
Jenny Estrada, de 9 años, dio su vida por Michael, entonces de 10 meses.
Ya que el bebé no podía caminar aún, ella lo cargó y lo protegió con su cuerpo mientras lo trasladaba al interior de la casa. Doña Celia no se explica cómo Jenny pudo hacer todo ese esfuerzo, ya que fue acribillada.
“Sin pensarlo, corrió y lo cargó, fue ahí cuando le tocó los balazos, pero lo metió al apartamento y lo cubrió”, detalla la madre de Michael entre lágrimas.
Heidi, otra hija de Nahomy, también quedó herida, pero sobrevivió. En cambio, Jenny falleció al instante.
“No sé cómo agradecerle a Nahomy, una vida de un hijo no se paga con nada”, agrega Celia.
El legado de Jenny
Michael Becerril siempre recuerda a Jenny como la niña que fue su ángel en aquella oportunidad. En su billetera siempre porta una foto de ella porque asegura que lo sigue cuidando.
“Por ella estoy aquí, viviendo (...) Si no fuera por ella y sus acciones, no estaría dando esta entrevista”, dice el joven.
Durante la graduación de Michael, él le brindó un emotivo mensaje a Jenny y a su familia. Agradeció por la vida que tiene y que la niña salvó, y mostró un foto enmarcada frente a todos sus compañeros para que conozcan a su heroína.
“Quería decir gracias, muchas gracias…” expresó conmovido.
Michael Becerril en su graduación con la foto de Jenny.