Kumiko Kosaka, la monja del Próvolo que hacía orgías con niñas y las entregaba a los sacerdotes
Perfil repulsivo. Religiosa japonesa de 42 años empezará a escribir su futuro este jueves, cuando en los tribunales de Argentina se realice la audiencia de prisión preventiva por el caso Próvolo.
El caso Próvolo avanza en cámara lenta desde Argentina, pero no deja atrás los detalles escabrosos.
Kumiko Kosaka, la monja japonesa de 42 años, es una de las involucradas en esta denuncia de abuso sexual —dentro de un instituto para niños sordos— que sacude a la Iglesia católica.
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La religiosa empezará a escribir su futuro este jueves, cuando en los tribunales de Argentina se realice la audiencia de prisión preventiva por dos delitos de abuso sexual, denunciados en abril.
Ambos son posteriores a los 9 episodios que motivaron su detención en 2017, y por los cuales se le concedió la libertad bajo fianza hace cinco meses.
Desde entonces, mucho se ha dicho sobre Kumiko Kosaka, detenida con tobillera electrónica en un convento.
Pero quién es esta “servidora de Cristo” que, según las denuncias, abusaba a las niñas del Próvolo en las duchas “a modo de orgía”, las entregaba a los sacerdotes y hasta les ponía pañales para contener la hemorragia luego de que fueran ultrajadas.
El perfil de Kumiko Kosaka, la ‘monja mala’ del caso Próvolo
Diario Uno, el medio argentino que le ha dado más seguimiento a este caso, la entrevistó por videoconferencia.
“Hablo por mí y no por los demás. Tengo la certeza de que esto está manipulado”, le dijo a ese medio.
Kumiko Kosaka llegó a la Argentina en 1977 junto con el resto de su familia, conformada por tres hermanos más que viven en Buenos Aires, España y Japón.
Kumiko Kosaka, la monja acusada de abusar de menores en el Próvolo. Foto: Difusión.
Adquirió los hábitos en el 2000 y empezó a trabajar en instituciones religiosas del país. De esta forma, logró unirse a la Cofradía de Nuestro Señor en la Oración de Huerto.
Una pericia psicológica realizada hace dos años determinó que Kumiko Kosaka es lúcida y orientada, pero también con una personalidad psicópata.
Sometida a una entrevista psicodiagnóstica, test de Bender, test de las Ocho Hojas, inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota (MMPI-2) y un cuestionario Desiderativo y Rorschach, el informe arrojó algo puntual.
“Oculta aspectos de su propia historia vital y personalidad. Puede organizar y planificar su conducta, con conocimiento de las consecuencias de las mismas tanto para sí como para terceros”.
Además que “es responsable de sus actos, (...) con predominio de rasgos narcisistas, (...) conductas desajustadas en las esferas de su personalidad y sexualidad".
Kumiko Kosaka, la monja acusada de abusar de menores en el Próvolo. Foto: Difusión.
“Un monstruo vestido de blanco”
Pero, de acuerdo a las niñas del instituto Próvolo, Kumiko Kosaka era un monstruo con hábito.
La monja mala, como ahora se le conoce, fue acusada por una menor de 17 años como la encargada de ponerle los pañales a ella y a otros niños abusados para intentar de esa forma disimular la hemorragia.
“Era tan siniestra que esta mujer era la encargada de seleccionar y “entregar” a los alumnos más débiles a esos curas para que cometieran los abusos”, según uno de los abogados de las víctimas.
De acuerdo a las menores del caso Próvolo, cuyo relato fue brindado en la cámara Gesell, los gritaba y maltrataba físicamente.
También contaron cómo la religiosa “participó en tocamientos a niñas, les pidió que se tocaran entre ellas y vio pornografía” junto al guardián del Instituto.
Kumiko Kosaka, la monja acusada de abusar de menores en el Próvolo. Foto: Difusión.
Durante seis años, Kumiko Kosaka desarrolló un papel fundamental en la serie de abusos sexuales orquestada por los sacerdote.
No es casualidad que la defensa legal de las víctimas la haya descrito como "demonio con cara de mujer”.
Los religiosos acusados y detenidos son, Nicola Corradi, de 82 años y Horacio Corbacho, 56. También, José Luis Ojeda 50; Jorge Bordón 50 y Armando Gómez, 46 exadministradores del instituto.
Si eres víctima de violencia de género o conoces a alguna persona que esté pasando por una situación similar, no estás sola. Comunícate llamando sin costo a la línea 100 del Ministerio de la Mujer o al 911 de la Policía Nacional del Perú.