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Gobierno de Trump quiere detener niños migrantes sin límite pero 20 países lo denuncian

EE. UU. busca derogar un acuerdo que limita a 20 días el tiempo en que un niño migrante puede estar detenido.

Donald Trump en la cumbre del G7. Foto: AFP.
Donald Trump en la cumbre del G7. Foto: AFP.

Una coalición de 20 estados en Estados Unidos anunciaron el lunes una demanda contra el gobierno de Donald Trump para oponerse al plan que busca derogar un acuerdo que limita a 20 días el tiempo que un niño migrante puede estar detenido.

“Con esta norma, el gobierno de Trump está allanando la vía para que ICE (Servicio de Inmigración de Estados Unidos encarcele a niños inocentes por periodos de tiempo indefinidos”, dijo en un comunicado Maura Healey, la fiscal general de Masachusets, que junto con California lideran la iniciativa.

La nueva política anunciada hace una semana por el gobierno busca revocar el llamado Acuerdo de Flores, que data de 1997 y que limita el tiempo que un niño puede permanecer bajo custodia de las autoridades migratorias en Estados Unidos.

La Casa Blanca dijo que el Acuerdo de Flores está "desfasado" y que "no tiene en cuenta el cambio masivo de la inmigración ilegal" que representan actualmente familias y menores que provienen de América Central.

El fiscal general de California, Xavier Becerra, dijo que el grupo de estados busca "proteger a niños del daño irreparable causado por una detención ilegal e innecesaria".

En la demanda también participan los estados de Conecticut, Delaware, Illinois, Maine, Maryland, Michigan, Minesota, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Oregon, Pensilvania, Rhode Island, Vermont, Virginia, Washington y el Distrito de Columbia.

La propuesta del gobierno de Trump fue criticada por organizaciones para la defensa de los derechos humanos, que también prometieron oponerse en tribunales.

Trump, que ha hecho de la lucha contra la inmigración irregular uno de los ejes de su gobierno y un mensaje central de su campaña, lanzó en 2018 una política de “tolerancia cero” que propició la separación de más de 2.300 niños de sus padres migrantes y que suspendió luego ante una ola de indignación.

El mes pasado, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se declaró “profundamente impactada” por las condiciones de detención de los migrantes en Estados Unidos.