El acto religioso se ofició con 30 personas, bajo el mando del arzobispo de París, Michel Aupetit. Los asistentes entraron a la Catedral con cascos de protección.,Dos meses después del incendio que devastó a la Catedral de Notre Dame en Francia, el monseñor Michel Aupetit, Arzobispo de París celebró la primera misa en una capilla ubicada tras el coro. La celebración se dio en el marco de fiesta por la Dedicatoria y consagración del altar de la iglesia al culto, según Patrick Chauvet, rector del monumento popular. Desde el día siguiente de la catástrofe, la jerarquía parisina ha dado a entender que las actividades de culto no pueden frenarse, porque Notre Dame es histórico y la construcción gótica más visitada de la capital gala. "Se trata de recordar que esta catedral está viva y de celebrar aquello para lo que fue construida", sentenció Aupetit. PUEDES VER Incendio en Notre Dame: La verdad sobre la profecía de Nostradamus Por motivos de seguridad, debido a que la reconstrucción no ha sido terminada, se prohibió el ingreso a los fieles; en contraste, solo sacerdotes, trabajadores, voluntarios y el capellán de los bomberos tuvieron acceso. Sin embargo, el culto se transmitió por la cadena KTO para que los cristianos "puedan participar y comulgar", contó la diócesis de París. El monseñor dio sus primeras impresiones de la 'reapertura' en la homilía. "Esta catedral es un lugar de culto, esta es su finalidad propia y única. No hay turistas en Notre Dame. Celebramos esta misa para dar a Dios lo que es de Dios y al hombre, su vocación sublime", precisó en medio de los asistentes, quienes fueron obligados a portar cascos de construcción. PUEDES VER Notre Dame: Obreros que trabajaban en catedral rompieron prohibición de no fumar Gracias a las cámaras del canal cristiano, se pudieron distinguir los interiores de la edificación gótica. Aún se ven las maderas calcinadas en la nave central. Asimismo, la eucaristía se celebró en la capilla de la Virgen, detrás de la cruz dorada. Entre 60 y 150 obreros, por turnos, continúan sus trabajos de estabilizar nuevamente la estructura, a fin de que no haya derrumbes imprevistos. No obstante, también se deben estudiar las fases de preparación de obras, por lo que podrían surgir retrasos. El presidente de Francia, Enmanuel Macron, prometió finalizar la reconstrucción en cinco años como máximo. Por otra parte, de los 850 millones de euros que iban a ser abonados, el 9 % ya se encuentra en el poder de las autoridades.