“El amor es dejarme ir, en este caso”. Noa Pothoven apenas tenía 17 años cuando optó por un suicidio asistido porque no soportaba el sufrimiento psíquico que padecía. Era víctima de depresión, anorexia y estrés postraumático.,Noa Pothoven dejó de comer y beber, ella se suicidó en Holanda. Poco a poco se fue apagando, mientras sus padres permanecían a su lado brindándole cuidados paliativos para que no padeciera dolor ni angustia. Así, la adolescente de 17 años puso fin a su vida tras años de sufrir estrés postraumático, depresión y anorexia, enfermedades mentales que la cercaron desde que fuera abusada sexualmente a los 11 años, luego a los 12 y, finalmente, violada por dos hombres a los 14 años. A pesar de que el caso de Noa Pothoven sacudió al mundo porque se creyó que el gobierno de Holanda autorizó que ella se aplique la eutanasia, en realidad, lo suyo fue un suicidio que ocurrió este último domingo. PUEDES VER: Noa Pothoven se quitó la vida con ayuda de sus padres al no superar traumas por abuso sexual Isabel Alonso, presidenta de la asociación Dret a Morir Dignament, explicó a La Vanguardia que el caso de Noa Pothoven no se trató de eutanasia, ni tampoco de suicidio con medicamento asistido. Ella dejó que su vida se apagara lentamente. En Holanda, donde la eutanasia es legal desde el 2002, la ley determina que no se puede obligar a nadie a alimentarse, que la persona tiene libertad para decidir y que no se puede aplicar de forma artificial. Y eso fue lo que Noa Pothoven hizo. La Vanguardia reseña que quienes asistieron a la adolescente le habrían administrado productos paliativos -usualmente se utiliza morfina- para que ella no tenga la "sensación de morir de hambre y paliar su angustia". Estos fármacos logran reducir el dolor y reducen, paulatinamente, la conciencia de la persona para aliviar los síntomas refractarios como la sensación de ahogamiento o el delirio. Ver esta publicación en Instagram There it is... ❤ Vanaf 2 november verkrijgbaar op verschillende webshops, de linkjes komen tegen die tijd online. Una publicación compartida de Winnen of Leren (@winnenofleren) el 19 Oct, 2018 a las 11:53 PDT PUEDES VER: Detienen a hombre que ayudó a morir a su esposa en fase terminal Además, el medio holandés Gelderlander, quien siguió el caso de la joven escritora, explica que Holanda le negó la posibilidad de la eutanasia a Noa Pothoven, quien ya pensaba en esta posibilidad desde mediados del 2018. Por ello se acercó a la clínica Levenseind para lanzar una pregunta definitiva "¿Soy elegible para la eutanasia o asistencia con el suicidio?" La respuesta fue "no". "Ellos piensan que soy demasiado joven para morir". Piensan que debo completar el tratamiento del trauma y que mi cerebro primero debe estar completamente desarrollado. Eso dura hasta que tienes 21 años. Estoy devastada porque no puedo esperar más", se lamentaba Noa Pothoven, en diciembre del 2018 a través de declaraciones a Gelderlanger. Ella ya no iba a la escuela y a finales del 2018 había sido ingresada en el hospital de Rijnstate con un peso bajísimo y con el temor de que sus órganos vitales fallasen. PUEDES VER: Liberaron a hombre que ayudó a morir a su esposa con enfermedad terminal [VIDEO] Una niña pequeña víctima de múltiples abusos sexuales “Yo era joven. Tenía once años cuando todo empezó. Ya era una perfeccionista, algo que me ponía tensa porque quería hacer todo perfectamente en la escuela. Sin embargo, todavía era bastante normal. Hasta que fui atacada dos veces, hasta que fui violada. Después de eso no quedó nada de mi vida. (Sobre)vivir. En mi libro puedes leer cómo hago eso, o al menos cómo lo intento”. Así iniciaba Noa Pothoven su libro Winne of leren (Ganar o aprender), publicado en noviembre del 2018, en el que narraba su trágica experiencia de abusos sexuales. En su libro autobiográfico, la adolescente relató que ella había sido agredida y violada a una edad temprana. Y por vergüenza y miedo decidió que sus padecimientos permanecieran en el secreto. El adiós de Noa Pothoven La joven se despidió y dio a conocer su decisión a través de su perfil en Instagram. En él, explica que llevaba pensando en la eutanasia desde hace tiempo y que su decisión no era impulsiva. Noa Pothoven no se amparó en una eutanasia sino que se dejó morir al prescindir de alimentos. Todo con la asistencia de sus padres, quienes entendieron sus padecimientos. Foto: Composición/Vanguardia Apenas ocho meses después de publicar su libro, Noa Pothoven se despidió. “En un plazo máximo de 10 días moriré. Después de años de lucha, se termina. He dejado de comer y beber por un tiempo, y tras muchas discusiones y evaluaciones, seré liberada porque mi sufrimiento es insoportable”. Fuentes: La Vanguardia / El País / Gelderlander