Juan Luis Guerra en Lima: un canto al amor, la alegría y la fe

El estadio de la Universidad Mayor de San Marcos fue el elegido para acoger al cantautor Juan Luis Guerra y su banda 4.40 en el tour “Entre mar y palmeras”. La noche del 25 de mayo, miles de fanáticos, entre jóvenes y adultos, se fueron congregando para escuchar lo mejor del repertorio del dominicano.

Al promediar las 9.00 p. m., Dj Korduroy tocaba sus mejores mezclas anunciando así que faltaba pocos minutos para iniciar, por lo que fue calentando los ánimos de los asistentes que continuaban llegando. Media hora después y bajo los gritos de los fanáticos (“Juan Luis, Juan Luis”), las pantallas se apagaron y luego se encendieron, trasladándonos al sol y el mar.

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De pronto, los timbales y los juegos de luces recibían al cantante en el escenario, quien fue envolviéndose con los aplausos de sus seguidores que se sumaron a corear “La rosalía”, primer tema con el que abrió la velada.

“Es un placer estar con ustedes. Que disfruten mucho de este ‘Entre mar y palmeras’”, anunciaba Guerra para poner la cuota de baile con “La travesía”, “La llave de mi corazón”, “Vale la pena” y “Como yo”.

La noche iba transcurriendo y el estadio fue copado no solo por adultos. En efecto, los diversos ritmos tropicales combinados entre la salsa y merengue atrayeron también a los jóvenes, a quienes se les vio bailar al ritmo de la bachata “Kitipun”.

Luego, le siguió un popurrí del repertorio salsero de los años 90 con temas como “Razones”, “Ayer” y “Carta de amor”, los cuales hicieron recordar a más de uno los inicios del dominicano. Después, el estadio se iluminó por la luz de los celulares al sonar “El Niágara en bicicleta”, tema muy esperado entre los asistentes.

Juan Luis Guerra también se dio un momento para desear la mejoría de Gian Marco, quien hace poco fue diagnosticado con cáncer. “Tengo un amigo a quien aprecio mucho y quiero dedicarle y decirle que el Rey de reyes es sanador, que para él no hay nada imposible", expresó el compositor para luego cantarle el tema cristiano “Para ti”.

Más tarde, el compositor lanzó otra miscelánea de éxitos como “Estrellitas y duendes”, “Bachata en Fukuoka”, “Qué bendición”, “Frío frío” y “Burbujas de amor”. Con esto, Guerra se fue a un breve intermedio y dejó a los 4.40 interpretar algunos temas.

Al término, el cantante volvió a escena para interpretar “Tú” y “Visa para un sueño”. Con este último, ya había algunas parejas aprovechando las finas letras románticas del artista. Para este punto, la explanada fue convirtiéndose en pista de baile con “El costo de la vida”, “Ojalá que llueva café” y “Las avispas”, tema que quizá fue el más coreado de la noche y que retumbó en todo el estadio de San Marcos.

Juan Luis Guerra escuchó al público y continuó su show

Juan Luis Guerra se iba despidiendo, las luces se apagaron y el recinto se cubrió, pero su público le pedía continuar. Por esto último, el cantante nuevamente siguió la pachanga con “Voy a pedir su mano”. En ese tiempo, un ruido y posterior falla en los parlantes desconcertaron a los fanáticos; sin embargo, alentaron a los músicos a seguir a pesar de las fallas técnicas.

“Nos dice el técnico que es un cable de fibra óptica que se ha dañado dos veces, pero tenemos a un público hermoso que nos brinda su cariño”, expresó Guerra y pidió que sigan celebrando y cantando con ellos. De esta manera, “Te regalo una rosa” calmó la inquietud de los fans para unirse a la melodía romántica de ese tema.

Una fiesta de colores entre la fusión de ritmos latinos fue lo que se vivió en un espectáculo que no podía acabar sin encendernos con “La bilirrubina”. Sin duda, Juan Luis Guerra continúa siendo el referente que seguiremos oyendo de generación en generación y cuyos temas no solo son reproducidos para amenizar nuestras fiestas, sino también para dedicárselas a esa persona especial.

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