Espectáculos

Diosdado Gaitán Castro: Hay artistas que no quieren colaborar con un trabajador del arte andino

El cantautor Diosdado Gaitán Castro dice estar desesperado porque le falta tiempo para cumplir todos sus proyectos. Tan solo este año lanzará 3 discos.


Diosdado Gaitán Castro es un cantautor ayacuchano de música andina. Foto: composición LR/Diosdado Gaitán Castro/Instagram
Diosdado Gaitán Castro es un cantautor ayacuchano de música andina. Foto: composición LR/Diosdado Gaitán Castro/Instagram

Diosdado Gaitán Castro alista una nueva fiesta de la música andina: “De canto a canto”, espectáculo que dará junto al boliviano Yuri Ortuño, el próximo 16 de junio. “Me impregno en cada canción, sudo, bailo, y la gente se conecta con nosotros”, dice el cantautor ayacuchano al hablar sobre cómo es feliz en el escenario. En conversación con La República, también contó qué significa que su hijo Arián Gaitán le siga los pasos. 

—¿Cómo nace la idea de hacer “De canto a canto”?

Nos hemos juntado dos trabajadores del arte y de la cultura andina. Por mi lado, trabajo la música andina peruana hace más de 36 años y Yuri Ortuño es una de las voces más claras, contundentes y nítidas del cancionero boliviano. Además del amor a nuestra música, nos une la amistad, y decidimos hacer estas presentaciones que sin duda van a alegrar a tantos corazones que aman este canto nuestro.

—¿Hace cuánto tiempo conoces a Yuri Ortuño?

Desde el año 90. Ya son 34 años de amistad y de amor a la música andina, peruana y latinoamericana. No olvidemos que Yuri Ortuño hace música autóctona de su tierra, su pueblo, su gente, pero también ha empleado algunas canciones peruanas, especialmente del centro de nuestra patria, y las ha hecho (...) canciones muy emblemáticas en su repertorio.

—¿Y qué otras colaboraciones se vienen?

Tengo en manos un disco que se llama “36 años” donde hago colaboraciones con 36 artistas de todos los géneros. Me ha tomado mucho trabajo y tiempo.

—¿Algún artista rechazó la invitación?

Hay algunos que se han hecho los locos, pero no los voy a nombrar. No les cayó nada bien hacer una colaboración con un trabajador del arte andino.

—¿Te discriminaron?

No tanto así. Creo que fue por desconocimiento de que esta música tiene una valía increíble y una potencia enorme en lo musical, armónico, su belleza, pero también en su llegada al público. 

—¿La música andina llegará a desaparecer?

No, jamás. Han pasado más de 500 años y esta música sigue caliente y fuerte, como nunca. Pasarán otros 500 años y seguirá de pie.

—Tu hijo Arián Gaitán también es músico...

Mi hijo está también en esa senda. Y lo veo estudiando, trabajando, investigando y yo no lo voy a poner una piedra en el camino.

—¿Cómo fue compartir escenario con tu hijo?

Una maravillosa experiencia. Lo ves desde que nace, una wawita. Luego, va creciendo, lo vas formando, guiando y, de pronto, él te va sugiriendo cosas y es casi el director de la banda. Me llena de emoción, se me hincha el pecho. Y más aún que siga mi ruta. Mi legado en manos de mi hijo continuará de buena forma.

—¿Tu hijo no se planteó usar un nombre artístico para no ser apocado por tu sombra?

Él es Arián Gaitán y yo Diosdado Gaitán. Él tendrá que forjar su camino como tal. Como artista comprende que tiene que ser integral. Buen músico, compositor, arreglista, pero también bueno como ser humano.

 Diosdado Gaitán Castro junto a su hijo Arián Gaitán. Foto: Diosdado Gaitán/Instagram<br><br>

Diosdado Gaitán Castro junto a su hijo Arián Gaitán. Foto: Diosdado Gaitán/Instagram

—¿Qué pasó con tu papá y su carrera artística?

Mi papá era el tenor lírico, Constantino Gaitán Luis. Él hacía ópera, música clásica. Lamentablemente, no fue entendido. Mi mamá le cambió el rumbo, lo puso en otra vereda y él se dedicó a la docencia, donde también fue feliz enseñando. 

—¿Tu mamá te desheredó por ser músico?

Es verdad. Ella quería que fuésemos egresados de la universidad. Me hubiera gustado egresar en algo de música, pero en esa época no había. Posiblemente, algún día me ponga a estudiar. El conocimiento no le hace daño a nadie. 

—¿Y qué especialidad agarrarías?

Si no es música, antropología.

—Y ahora que tu hijo es músico, ¿qué dice tu mamá?

Es su hincha número uno. Para mi mamá, él es y nosotros no somos nada.

—¿Le has escrito canciones a tu familia?

Le he escrito a todo el mundo, a mis hijas, a mi madre, pero no he podido hacer ni una canción para mi papá ni mi hijo. Me sentaba y decía: ‘Esta vez voy a hacerlo’. Y no me sale. Así de caprichosa es la vida. 

—¿Qué canción le escribiste a tu mamá?

Se llama “Golondrina del amor”. Con palabras quiero alcanzar su magnitud, pero nunca logro. Es la canción más importante para mí, pero me dejó un tanto frustrado porque quería decirle tanto a mi madre y no alcanzaba las palabras para expresar tanto amor.

—¿Estás en el momento en el que te imaginaste que estarías cuando comenzaste?

No sé en qué momento estaré, pero lo que sí sé es que tengo que hacer más y se me va acortando el tiempo, y se van a quedar tantos proyectos ahí y eso me desespera. Confío en que mi hijo continúe esa tarea.

—¿Qué proyectos tienes para este año?

Este año voy a lanzar tres discos. Uno hecho en Buenos Aires (Argentina), dos tomados en directo acá en Perú, en el Gran Teatro Nacional y en el Centro de Convenciones Bianca de Barranco. Son discos que me están llenando de orgullo porque cuenta con la participación de mi hijo Arián, y le da algo distinto, bonito, revitalizador y renovador que me alienta.