Espectáculos

Amanda Portales: “Me costó tener un nombre en la música”

Concierto. La figura del folclor nacional tendrá de invitados a Wayanay y Eva Ayllón.

Amanda Portales en el Gran Teatro Nacional. Foto: difusión
Amanda Portales en el Gran Teatro Nacional. Foto: difusión

“Mi mamá fue la que me ayudó en la música y me decía: ‘En estas cosas, hija, tienes que tener el carácter para hacerte respetar, no puedes agachar la cabeza ante nadie’”, recuerda Amanda Portales mientras alista su concierto en el Gran Teatro Nacional para este jueves. Con su invitada, Eva Ayllón, comparte orígenes similares: empezar una carrera “desde abajo” y encontrarse en las radios a la espera de un espacio. “Mi papá no quería que pase por lo mismo que él. Han sabido burlarse de la música andina, sobre todo. Nos decían cholos, serranos, ahora es más disimulado”.

—Usted hizo fusión, pero no dejó de hacer huaino. Incluso acaba de lanzar el video de ‘Traición’. ¿En qué momento está?

—Siento que hay un respeto que me he ganado. Realmente me ha costado tener un nombre, lágrimas, postergaciones, y yo dije: “En algún momento voy a ser conocida y la gente me va a querer”. Y lo he logrado a base de sacrificio, de constancia, de no amilanarme. Por ser mujer te decían: “¿No tiene que cocinar en su casa?”. Los hombres han tenido el camino más fácil.

—¿Hay un antes y un después desde que tiene su productora?

—Hay más responsabilidad. Pero, si así hubiera otros, sería lindo, dependeríamos los artistas solo de nuestro trabajo. Yo no debo nada al gobierno central ni al regional y distrital. No tengo auspiciadores y no lo lamento. Y no pienso retirarme; si tengo que dar un paso al costado, lo daré, pero no voy a dejar la música. Estamos gestionando algo para descubrir talentos.

—Alguna vez la quisieron como alcaldesa. ¿Qué la hizo desistir?

—No, ya no, tuve una mala experiencia cuando fui regidora en La Victoria y hasta me salieron debiendo. Cuando creo que las cosas no están bien hechas, las digo, discuto y me voy. Pero cuando salían los otros (regidores) se palmeaban los hombros y se iban en grupo a tomar su café.

—¿Se refiere a las sesiones?

—Exacto, y no debe ser así. A mí, siendo artista, me mandaron a una comisión de obras. ¿Yo qué tenía que ver? Yo tenía que ver, digamos, con las actividades sociales, con la música. Luego ya no me tomaban en cuenta o me decían: “Amanda, tú estás loca, ¿tú sabes lo que te están dando? Te están dando la comisión de obras, hay plata”. Pero esa no soy yo y no me gustó eso. He conocido diferentes autoridades, pero de ninguno de ellos me he servido. Lo que tengo es por mi trabajo. Nadie me dio algo por debajo de la mesa. Me molestó mucho que saliera mi imagen siempre al lado de la señora Villarán. Me dio cólera porque la conocía años, cuando estaba en Caja de Agua haciendo labor social.

—Claro, hasta ahora le recuerdan la campaña por el ‘no’.

—A mí me habló la señora Anel Townsend y yo me indigné porque recién estaba en la alcaldía y la estaban atacando. “Es porque es mujer”, yo pensé así. Incluso me tomaron el pelo, me dijeron que iban a tomar fotos para las redes sociales, no que iban a salir carteles grandes. Pasó todo eso y hablaban de que si yo había cobrado, me estaban denigrando, y yo no iba a permitir eso. Soy consciente de lo que soy, nunca puedo ser un mal ejemplo para mis hijas. Yo hablo por mí. Lo de Susana Villarán es una pena.

—¿Está decepcionada de la política o prepara un proyecto?

—Sí (decepcionada), pero a la ciudadanía le diría que tenga mucho cuidado en votar por alguien que te puede parecer bien, las apariencias engañan. Me pongo en el lugar de las madres que realmente necesitan, las engatusan, les mienten y se aprovechan. A los políticos…, que tengan corazón, que piensen en la gente. Si le dan su voto, hagan algo. Si yo tuviera una ONG, ¡qué no haría! Aunque no esté en la política, sé que puedo ayudar.