¿Cómo es ser pupilo de Eva Ayllón en "La Voz"? 'Hijo' de la cantante y ex Hermanos Yaipén da detalles
Un participante que ahora triunfa en el rubro de la cumbia reveló cómo es el coaching de la mayor exponente de la música criolla.
“Quiero tu voz”. Cuando María Angélica Ayllón Urbina, conocida como Eva Ayllón, presiona el botón rojo, un artista sonríe. La coach de “La voz Perú” ha tenido bajo su liderazgo a participantes que ahora están tejiendo su rumbo en el plató de la música peruana. Tal es el caso de Anthony Valencia, un piurano que primero fue Kalimba en “Yo soy” y luego, con ritmo propio, posicionó su nombre en la memoria de TV y en las filas de destacadas orquestas de cumbia: Hermanos Yaipén y ahora Grupo 5.
PUEDES VER: Se retiró de Grupo 5 para convertirse en misionero mormón, hoy es psicólogo y solista de cumbia
¿Qué dijo Anthony Valencia sobre Eva Ayllón?
Durante una entrevista para La República, el cantante, que nutre su faceta como solista mientras colabora con algunas giras del ‘Grupo de Oro’, recordó dos de sus participaciones en el programa de Latina —en 2013 y en 2021—, ¿cuál fue la impresión que tuvo de Eva Ayllón?.
“Yo le tenía miedo (risas). El primer comentario de Eva, cuando fui a ‘La voz Perú’, fue: ‘Cantas bonito, pero ya tenemos un Kalimba’. Yo pensé: ‘No le gusta mi voz’. Cuando fui en 2021, fue un reto agradarle. En mi mente tenía aquel comentario del 2013”, contó Anthony.
—Háblame sobre tu relación con Eva Ayllón. Sé que hoy le dices ‘madre’.
—En el camino, en el proceso de cada gala, Eva empezó a ser muy cercana con nosotros. Nos escribía: “Hijito, ¿cómo estás?”, “¿Qué canción vas a cantar?”, “¿Ya practicaste?” “Recuerda bajarle el tono, que sea una nota cómoda”. Me gustó mucho eso porque no lo había visto con otros coaches (…) Se preocupaba si estabas enfermo, si estabas triste. Se involucró mucho con los cantantes, tanto así que cuando llegó la época de knock outs, nos juntó a todos en un grupo de WhatsApp y nos regaló un taller de canto por tres meses. Fuimos al estudio de su hijo. Ella estaba en las clases. Nos motivaba.
Y ahí nace ese sentir. Más allá de que sea un cliché, yo le decía "maestra", pero ya me sentía un hijo, así que le empecé a decir ‘mamita Eva’. Ella ahora me escribe en Instagram: “¡Qué guapo, mi hijo!”. “A usted, madre”, le contesto. Eva ha sido la mejor coach que he podido tener. Se involucra con los pupilos, con sus hijos musicales.