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Luis Manuel, triunfador de “La voz Perú”: “Yo fui a ganar, no a socializar”

Luis Manuel, natural de Pacasmayo y cantante de Grupo 5, asegura que él debería de ganar “La voz Perú” por todos sus sacrificios y porque estuvo enfocado en la competencia a diferencia de otros concursantes.

Luis Manuel Valdiviezo, cantante del Grupo 5
Redes sociales

El sábado 18 de marzo se realizó la final de “La voz Perú”, en su edición tropical. Fueron cuatro los finalistas, pero solo uno alzó la copa y así ganó un contrato con la disquera Universal Music para grabar un sencillo. Uno de los favoritos a quedarse con el premio fue, desde que inició la temporada, el cantante Luis Manuel Valdiviezo, una de las principales voces del Grupo 5 y representante del equipo Mauricio Mesones.

Luis Manuel Valdiviezo, quien ha viajado por más de diez países junto al Grupo 5, dijo en su audición a ciegas que regresó a “La voz Perú” por su revancha después de casi una década; y, en conversación con La República, el natural de Pacasmayo aseguró que los dueños de la agrupación norteña fueron los que lo animaron a participar del programa de Latina. Además, el artista de 31 años contó, antes de saberse los resultados, cuáles son sus planes a futuro si es que llega a ganar el concurso y hasta comentó algunas cosas que le incomodaron del programa.

—Ya eres finalista de “La voz Perú”, pero vimos que celebrabas cada gala que clasificabas como si fuera un triunfo.

—Mi primer concurso fue hace casi 10 años y en verdad me vengo preparando para esto (ganar), para tener la oportunidad de brillar un poco en algún programa. Hago cumbia desde los 14 años y ya son casi 17 años haciendo cumbia y esperando ese momento de poder llegar a la televisión y que todo el Perú me conozca. Por eso, cada gala que clasificaba lo celebraba como si fuera el gol del Mundial. Tiene mucha importancia y mucho valor este concurso, sobre todo en estos momentos difíciles para mi pueblo (Pacasmayo), donde todo es tristeza (por los huaicos). Estoy tratando de darles una alegría en esta final. Pero ya depende del público de todo el Perú si es que me apoya con sus votos. Lo único que tienen que hacer es descargar el app de Latina y votar por Luis Manuel del equipo de Mauricio Mesones.

—¿Cómo ha sido la convivencia con tus compañeros? ¿Te han recibido de la mejor manera o sientes que te han puesto mala cara?

—Feliz. Como ha sido un concurso tropical prácticamente, mucha gente ha ido por cumbia y como me conocen por estar en el Grupo 5, hay gente que me admira. Pero también hay gente a la que no le caes bien. Me he chocado con algunos que son divos o divas, como creyéndose superiores al resto, cosa que no me caracteriza. Toda la gente que me conoce sabe que soy una persona recontra sencilla y humilde.

—¿Te refieres a Celima Victoria, con quien supuestamente no te llevas bien?

—No, no tengo ningún problema con Celima. Lo que pasa es que, por la experiencia que tengo y por el tiempo que vengo cantando, sé que algunos se la pasaban conversando, riéndose, charlando, haciendo cualquier otra cosa menos concentrarse para la gala que teníamos que grabar. Trataba de no perder el tiempo. Para mí era una pérdida de tiempo estar jugando o haciendo otras cosas cuando de repente deberían estar practicando su canción o calentando un poco para la gala. Y no, no estaba alejado del grupo, sino que estaba enfocado en lo que venía y en lo que tengo que hacer para que la gente que me ve desde su casa crea en mí y en mi talento. Trataba de invertir todo mi tiempo en lo que era netamente el programa. Yo fui a ganar, no a socializar.

—Muchos apoyaron tu ingreso a “La voz Perú”, pero otros han asegurado que hay favoritismo hacia ti. ¿Tus compañeros también lo percibieron así?

—Me pasó que unos participantes que ya fueron eliminados me mandaron mensajes diciéndome: "Luis Miguel, yo no merecía irme, pero te deseo mucha suerte" o "esta gala te gané, pero te escogieron a ti" y cosas como esas. Y la presión es fuerte porque la gente dice: "Luis Manuel tiene mucha experiencia" pero a la hora de estar parado ahí, la experiencia no vale para nada porque es un mundo nuevo que estás experimentando en la televisión y todo eso es muy diferente. Entonces la gente cree que Mauricio (Mesones) me tiene un poco de cariño o que tiene favoritismo hacia mi persona. Pero no es así. Él siempre me ha puesto las cosas claras a mí y a los demás participantes. Incluso me ha mandado a sentencia y dos veces me puso salsa. La salsa no es mi fuerte y tampoco es que lo haga mal, pero los concursos no están para experimentar, sino para ir a lo seguro.

—Algunos también creen que a ti te dieron las mejores canciones, ¿es verdad?

—No, nosotros mandamos una lista de canciones y nuestro entrenador elige junto con nosotros. No es que nuestro entrenador nos exija algo. Nosotros decidimos junto a él. A veces lo que pasa es que algunos concursantes, que creen que saben todo, lo que hacen es tratar de imponerle el entrenador. Hay algunos que van con canciones más o menos, pero ese no es el error del entrenador, es el error del participante, que no quiere tomar los consejos del entrenador. Y lo que yo he hecho es aprovechar casa consejo de los entrenadores, que por algo están allí. Por ejemplo, Mauricio ha sido profesor de música en la UPC y aunque la gente no lo conoce mucho porque no es muy popular en las redes sociales, los que salvamos de música y los que estamos en el ambiente de la música, sabemos quién es Mauricio Mesones.

—Otros creen que la has tenido fácil porque has cantado temas del Grupo 5

—Todas las canciones que he interpretado en mis galas han sido nuevas para mí. Sí las había escuchado o bailado por el norte del Perú, pero que las haya cantado, jamás. Cada gala ha sido un reto para mí porque me fui con temas que iba a aprender juntos con mis coach vocales y mis coach de puesta en escena. Nosotros siempre mandamos una lista y el que escoge los temas con nosotros es el entrenador.

Su proceso en el concurso

—Al inicio llegaste un poco tímido al programa y ahora ya juegas con las cámaras, ¿qué tanto te ha aportado “La voz Perú”?

—Bastante, me aportó muchísimo. El ser un artista no solo significa ir al escenario, pararte y cantar bien. Ahora la gente quiere un espectáculo. Además, es muy diferente estar en un concierto con 30.000 o 40.000 personas que estar en un set de televisión con 10 cámaras y 50 personas, pues soy bien tímido para las cámaras y por eso sudo bastante. Me entran los nervios de las cámaras, pero con la ayuda de los entrenadores y de nuestros maestros, he ido poco a poco venciendo ese miedo que hasta ahora lo tengo. Además también hay el temor de equivocarse en cualquier cosa por más profesional que sea. Y como es una sola pasada y solo tenemos una oportunidad de tres minutos, no lo vas a volver a corregir.

—También algunos esperaban que seas más histriónico en tus presentaciones, pero mostraste una personalidad más serena. ¿Esa ha sido tu estrategia para llegar a la final del concurso?

—La gente cree que cantar es gritar, subir notas y hacer melismas. Pero uno no necesita hacer todo eso para impresionar. Uno puede ir a cantar tranquilo, transmitir y que la gente crea en ti.

—¿O eso no va contigo?

—Bueno, podría tirarme al piso o pararme de manos, pero no es la postura de artistas que estoy vendiendo. Creo que ese es el error de algunos participantes, que no sabían dosificar su energía (...) Por eso teníamos profesores y era para dosificar nuestras energías. Hay ocasiones donde no puedo estar bailando alegre porque la canción es de tristeza, engaño o decepción; y yo no puedo estar sonriendo y bailando. Entonces, las cosas que el resto no ha entendido en el proceso, yo sí las estaba entendiendo porque estaba enfocado en el concurso, porque yo sí tengo las ganas de querer ganarlo porque para eso fui desde el inicio. Entonces los que fueron a hacer vida social y a estar jugando y pensando que todo lo saben se equivocaron en el camino y tuvieron que ser eliminados y eso es lo que la gente no ve.

—Incluso hubo dos casos en que los entrenadores se mostraron incómodos por las tardanzas.

—Fueron varios, en realidad. Algunos ni siquiera iban a ensayar o llegaban tarde. A veces se retrasaban los ensayos de los que estábamos desde temprano. Si me citaban a las nueve, yo estaba una hora antes parado, esperando frente al canal, luchándola como el resto.

—¿Es decir, no tuviste ningún beneficio por ser parte del Grupo 5?

—Para nada. Yo he ido a pararme afuera del canal como todos.

—Durante tu participación en “La voz Perú”, ¿has recibido apoyo de Christian Yaipén y del Grupo 5?

—Cuando me enteré del casting, tenía un poco temor. Entonces le comenté a Christian, a Andy, a Elmer Junior, que son los dueños de Grupo 5, y ellos me dijeron: "Luis Manuel, inténtalo, prueba, en el Grupo 5 te vamos a apoyar, no vas a perder nada". Me metieron las ganas de querer intentar y ya estoy en la final y a un paso de que pueda ser el ganador de “La voz Perú”, que para eso vine. Eso lo dije desde el inicio: vine para ser el ganador. La gente me dice por qué soy tan soberbio. No es soberbia, son las ganas de querer crecer y desarrollarme. Entonces si yo me voy con la mentalidad de que no puedo, no me va a sumar. Desde el día que pisé el escenario de "La voz Perú", me entraron unas ganas de querer ganar el programa y estoy a un paso.

—¿Crees que el grupo de Mauricio Mesones ha sido el más fuerte de la competencia?

—Creo que sí, en verdad. Ha estado bien difícil. Estaba Celima, estaba Edmary que es cantante de salsa. Lo que pasa es que la gente en redes sociales critica bastante y uno como artista no puede estar cayendo en el juego y respondiendo mal a la gente. No ven que yo he variado bastante con mi género, he hecho dos veces salsa, me he arriesgado dos veces y en una me mandaron a sentencia. Hay otros que no han arriesgado y han ido con el mismo género.

—Antes de la semifinal, Joss dijo que tú eras su verdadera competencia. ¿Él también lo fue para ti?

—La verdad que para mí todos eran competencia. Pero sí, Joss también era una buena competencia porque hacemos casi el mismo género. Pero a la hora de la hora, no se califica cómo has ido desarrollándote, sino gala por gala y no hay margen de error. Joss hace un poco de fusión andina, pero la cumbia también es un género fuerte, no solo en el Perú sino en el mundo. Y si hablamos de cumbia en Sudamérica, el Grupo 5 es el número uno. Y si hablamos de todo el continente, en México están los Ángeles de Charly y los Ángeles Azules. La cumbia ya ha evolucionado. Entonces yo voy a lo seguro con mi género, con la cumbia que hago por más de 16 años y sé que la gente me va a apoyar.

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Su futuro en la música

—Algunos exintegrantes del Grupo 5 como Lucho Cuéllar y John Kelvin se lanzaron como solista cuando lograron un poco de fama, ¿tú seguirás por ese camino?

—No sé lo que pueda pasar. Si gano "La voz Perú", tendría que firmar un contrato y grabar una canción con Universal Music. Pero si me dieran a elegir a mí, me gustaría quedarme un tiempo más en el Grupo 5 porque tengo muchas cosas más que aprender y lograr junto a ellos, quizás un Viña del Mar o un Madison Square Garden. Voy casi ocho años con ellos y hay cosas que se vienen trabajando poco a poco. Ahora vamos el fin de mes a San Marcos, hemos llenado tres días seguidos y si fuera mi decisión en ese momento elegiría estar en el Grupo 5 un tiempo más. Y también por agradecimiento, porque todo lo que soy y he logrado, muy aparte por los valores que mis padres inculcaron en mí, por mi esfuerzo y por el don que tengo de Dios, es también gracias al Grupo 5 porque me dieron la oportunidad de poder desarrollarme y poder estar activo en el medio y que la gente me conozca. Es lo que pasó con varios artistas que salieron del Grupo 5 y formaron sus propias orquestas, pero quedaron allí nomás, en el olvido.

—¿Tomarías ese riesgo?

—Sería un riesgo bien grande, pero si tuviera la oportunidad de hacer una carrera como Luis Manuel, buscaría hacer cumbia pero más internacionalmente, como Ángeles Azules, por ejemplo, porque la cumbia ya evolucionó y acá en el Perú seguimos en lo mismo. Y uno de mis sueños sería irme con cumbia a los Latin Grammy a participar en el género tropical. ¿Por qué no se puede lograr? También podría ir a Viña del Mar como Luis Miguel. Pero todo es poco a poco y también es suerte. A veces uno arriesga y gana, a veces no. Porque estamos en un monopolio de la cumbia que es manejado por los grupos grandes y es un poco difícil.

—Además, ¿es difícil renunciar a uno de los mejores grupos de cumbia de Perú?

—Sí, Grupo 5 es el número uno en cumbia acá, pero Elmer Junior, quien es dueño del Grupo 5, podría ser mi productor o manejar mi carrera, pero como Luis Manuel. Es un referente en la cumbia y tiene varios éxitos. Los compositores solo escriben las canciones, pero la música la ponen los productores. Solo tengo que estar seguro de dar ese paso.

—¿Por qué el público debería de votar por ti en esta final de "La voz Perú"?

—Algunos creen que porque estoy en el Grupo 5 ya soy un artista consagrado, pero no. Yo estoy más de 7 años con ellos, pero hay gente que no sabe ni mi nombre. Y estos programas son para que el Perú conozca que hay mucho talento. Lo que quiero es que la gente vote por mí por todos los sacrificios que he hecho en mi vida para poder llegar a donde estoy y que se den cuenta de que nunca deberían dejar de soñar. Esto que he venido logrando poco a poco, lo he soñado desde muy pequeño. También quiero ganar porque en "La voz", edición tropical, tiene que ganar la cumbia, no va a ganar la salsa. El Perú es cumbiambero, no salsero.

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